La situación en Ucrania y su desenlace podrían significar una prueba importante de alianzas en el nuevo orden global. Rusia ha movilizado tropas a la frontera de ese país, que Putin considera como de suma importancia estratégica y de cercanía cultural y étnica. Sin embargo, el gobierno del presidente Zelenski de ese país ex soviético, ve a Europa y Estados Unidos como sus aliados y ha solicitado la membresía completa en la Otan.
Esta semana Biden le advirtió a Putin en una tensa charla telefónica, que una invasión de Rusia en Ucrania traería consecuencias inmediatas y que no se quedaría con las manos cruzadas. Rusia ya usó su fuerza militar y su influencia en esa región al haber anexado Crimea en el 2014. Por su lado, Putin señaló que no aceptaría que Ucrania se viera fortalecida militarmente por los países de occidente y, aún menos, la entrada de ese país a la Otan.
El tema de Ucrania tiene aspectos de geopolítica estratégica y militar. Pero además, en el centro de la discusión están aspectos económicos. El gasoducto que está en fases avanzadas de planeación entre Alemania y Rusia (Nordstream 2) evitaría el uso de Ucrania como país de paso del gas ruso a Europa occidental. Este tema ha suscitado controversias entre Estados Unidos y sus aliados europeos, y aún no está claro como procedería el nuevo gobierno alemán de centro-izquierda ante una posible invasión rusa y que posición adoptaría frente a la continuación de los permisos regulatorios para ese gasoducto.
En la crisis de Ucrania está mas en juego que la supremacía económica y militar en el flanco suroriental de la Unión Europea. La pregunta es si la alianza entre Estados Unidos y Europa logra frenar las violaciones flagrantes de Rusia, como también lo viene intentando con los temas de Derechos Humanos en China, donde se acaba de anunciar el boicot diplomático de EE. UU. y Gran Bretaña a los Juegos Olímpicos de Beijing 2022.
Así, Ucrania se puede convertir en una prueba para que los Estados Unidos refuercen su estatus como potencia mundial. Si bien, sigue siendo la economía más poderosa, con las Fuerzas Militares más modernas y con la moneda más importante del planeta, se ha visto debilitada por razones externas como internas. En cuanto al ámbito exterior, no ha logrado vencer en intervenciones militares en Afganistán e Irak. En el interior, las últimas elecciones no fueron reconocidas por el perdedor, y el país se encuentra en una polarización nunca visto anteriormente.
Todo esto, hace que un país como Rusia, al igual que China, se vean fortalecidos y duden del potencial de intervención de los EE. UU. Sólo si la unión americana logra crear alianzas con los europeos y sostener sanciones políticas y económicas se podrá detener el expansionismo de una Rusia que no respeta las reglas éticas ni en su política exterior, ni en cuanto al reconocimiento de la oposición al interior. Es una alianza de las democracias occidentales cerrando filas frente a las autocracias de China y Rusia, lo que podrá equilibrar fuerzas en el marco del nuevo orden global.
*Analista internacional
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https://www.portafolio.co/, Bogotá, 09 de diciembre de 2021.