Columnistas Nacionales
Francisco Galvis R.
Desde el pasado cuatro de abril no publicaba comentarios en los diarios digitales que con generosidad me acogen. Gratitud hacia ellos, Una serie de infortunios, el más grave y doloroso de todos, el padecimiento y fallecimiento de mi esposa por efecto del COVID 19. El Señor la tiene en su gloria nos lo comunican mensajeros celestiales.
Nicolás Pérez*
Con la satisfacción del deber cumplido les comento que esta semana aprobamos la Ley de Inversión Social, una iniciativa que incluye una verdadera revolución social al hacer realidad uno de los paquetes más ambiciosos de lucha contra la pobreza, reactivación económica y disminución de las inequidades del País.
Álvaro Uribe Vélez*
La nueva ley de Sostenibilidad Social del Gobierno Duque permitirá financiar el 25% de un salario mínimo para pagar la seguridad social de más de 500 mil jóvenes que sean contratados laboralmente.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Adam Smith, Padre de la Economía, estudió los aranceles y las restricciones al comercio, y en su obra cimera, La Riqueza de las Naciones, escribió: “Lo que para un padre de familia es prudente, también lo es para un país. Si un país extranjero puede suministrarnos un artículo más barato de lo que nos cuesta fabricarlo, nos conviene comprarlo. La población no duda en comprar lo que necesita, a quien lo venda más barato.”
Alfonso Monsalve Solórzano
El mundo está recordando los atentados terroristas que se produjeron hace 20 años en USA, realizados por Al Qaeda y que dejaron tres mil muertos. El líder Osama bin Laden fue dado de baja, el sistema teocrático del Afganistán de los talibanes fue depuesto y comenzó una guerra que veinte años después, pierde USA de manera ignominiosa; derrota en la que tienen responsabilidad Trump y Biden, no porque su ejército y los de sus aliados se hayan sido retirado, sino por la forma en que se hizo, arrastrando, además, a sus aliados.
Luis Alberto Ordóñez*
Cuando uno viaja por otros países, en especial los más desarrollados, no se ven policías y mucho menos militares en las calles. De vez en cuando aparece uno de los primeros, y de los segundos solamente en casos de amenaza terrorista la tropa se deja ver; sin embargo son sitios seguros y se puede transitar de día o de noche sin temor a perder la vida; las personas hasta pueden utilizar el celular sin riesgo alguno. La policía no se ve, pero ahí está; la inteligencia hace una labor callada pero efectiva y la justicia se siente y se respeta. En resumen, los delincuentes le tienen miedo a la autoridad y saben que la justicia no será incoherente e incompetente, sino que los sancionará; entienden que les puede salir muy caro cometer un ilícito. En Colombia, con índices de impunidad supremamente altos, la delincuencia sabe que difícilmente pagará por sus faltas y que a la fuerza pública le puede ir peor si se mete con ellos.