Columnistas Nacionales
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Para avanzar hacia el progreso, es necesario que todos los colombianos estemos de acuerdo, que la paz es fundamental y que solo se consigue mediante la vigencia del orden y la justicia, y no de la ilusión y la impunidad, y qué a pesar de nuestras diferencias políticas e ideológicas, debemos unirnos y hermanarnos para fortalecer nuestra imperfecta democracia y consolidar sus instituciones.
Pedro Aja Castaño
Asumamos por un momento que la humanidad, o cierta colectividad, es un laboratorio cuyo observador permanece oculto por razones que solo él conoce. También existe la posibilidad de que el observador original se haya desentendido del asunto, se haya ido a dormir y su papel haya sido sustituido por un aprendiz de científico. No sabemos si el dueño del laboratorio o el aprendiz son buenos, malos o neutrales porque sus motivos escapan a nuestra comprensión. Y asumamos también que el campo de la química es el más sencillo para ‘comprender’ objetivamente ciertas conductas humanas para no recurrir a opiniones, filosofías, teorías.
Carlos Salas
“-Plega a Dios, Sancho, que así sea; porque del dicho al hecho hay gran trecho”, es lo que Cervantes pone en boca del Duque cuando al escudero de don Quijote le da por alardear de cómo serán las cosas cuando sea nombrado gobernador. Sancho responde con una pila de refranes lo que ofusca a su señor: “-¡Maldito seas de Dios y todos sus santos. Sancho maldito -dijo don Quijote-, y cuándo será el día, como otras muchas veces he dicho, donde yo te vea hablar sin refranes una razón corriente y concertada!”.
Álvaro Uribe Vélez*
Los jóvenes, sus angustias. ansiedades. criticas. expectativas e ilusiones. Llamado a las empresas. Tres E: educación. empleo y emprendimiento.
Eduardo Mackenzie
Francia: el partido LR (neogaullista) abandonó el sistema de la consulta o primaria “abierta” para elegir su candidato presidencial.
José Alvear Sanín
Para entender temas fundamentales del derecho nada mejor que ciertos aforismos. Uno de ellos dice que la ley no tiene corazón y que el magistrado que le presta el suyo prevarica. En consecuencia, cuando se falla por simpatía, amistad, militancia política, obediencia, coima, etc., el juez prevarica porque tuerce, tergiversa o contradice o abusa de la ley.