Columnistas Nacionales
Saúl Hernández Bolívar
Una cosa es abogar por un capitalismo consciente y otra, anhelar la destrucción del sistema, como lo pretenden Petro y su gobierno.
Jesús Vallejo Mejía
El periodista estoniano Jüri Lina publicó hace años dos libros sobre sus investigaciones acerca de los procesos históricos que condujeron a la instauración del comunismo en Rusia y después en Europa oriental: "Bajo el signo del escorpión" y "Artífices del engaño". Sus planteamientos parten de la base de teorías conspirativas que pueden suscitar desconfianza en distintos círculos, pero no dejan de generar inquietudes (vid. Enigmas al Descubierto: Arquitectos del Engaño y Bajo el Signo del Escorpion. Jüri Lina.).
José Alvear Sanín
Es muy bueno viajar en el jet presidencial dos o tres veces por semana, ser recibido por numerosas gentes —unas entusiasmadas, otras esperanzadas y muchas ociosas—, discursos, micrófonos, periodistas, fotos, clima triunfal y eufórico propicio a la fácil palabrería del personaje…
Luis Guillermo Echeverri V*
Nadie ama y quiere, cuida y protege mejor un equino, un bovino o un canino que quien depende de él para su propia supervivencia o la de su familia.
Juan David Escobar Valencia
En el período medio de la Dinastía Qing, la última de ellas, para “resolver” ciertos problemas con grupos “disidentes” o “rebeldes”, como llaman algunos a las bandas criminales disfrazadas de actores políticos, el gobierno imperial optó por adoptar el sistema de “pacificación” (zhaoan o shaofu) que, así como el “apaciguamiento”, no es lo mismo que la paz. Se les otorgó a los líderes “rebeldes” recompensas monetarias, cargos y títulos oficiales, apoyados legalmente en perdones imperiales a cambio de una supuesta rendición. Esta extorsión disfrazada de paz no era del agrado de todos en el imperio, pero en una dictadura imperial que no tiene restricciones, o incluso cuando un presidente en democracia no respeta los plebiscitos, las quejas quedan solo para las reuniones familiares y preferiblemente en voz baja. Y después dicen que son los chinos los que todo lo copian.
Rafael Uribe Uribe
A César Gaviria le embolataron parte de sus aspiraciones burocráticas y se percató de que se estaba pateando la lonchera en temas tan delicados como debilitar a Ecopetrol; depreciar la FFPP poniéndola a depender de los alcaldes en los “diálogos regionales” con los bandidos; invitar a la primera línea al diseño del futuro del ESMAD, muro de contención contra sus desmanes; demoler la seguridad jurídica de las tierras y perseguir la agroindustria fomentando las invasiones ilegales que, a pesar de la reversa del gobierno, se incrementan; la paz total genera dudas sobre el posible aumento de los cultivos ilícitos, estimula el reclutamiento de menores por parte de los grupos armados ilegales para usarlos como escudos humanos para evitar el bombardeo de campamentos y laboratorios de coca; convocar una asamblea cocalera para el principal productor, el Catatumbo, prende justificadas alarmas; la reforma tributaria espanta la inversión y afecta a los más pobres; la satanización a la minería tiende a desaparecerla; pretender que los países ricos regresen al subdesarrollo, parece un chiste; solo para mencionar algunas incertidumbres.