Columnistas Nacionales
Luis Alberto Ordóñez Rubio*
Definida como “ausencia de poder público”, tiene como sinónimos: desorden, caos, confusión, desgobierno; es decir lo que vivimos esta semana los colombianos, situación que nos era ajena a quienes tenemos la suerte de vivir en las ciudades, porque ese mismo desgobierno se vive a diario en las regiones, con la gran diferencia de que los camioneros son gente de bien que no empuñan armas y, aunque generaron pérdidas millonarias y afectación a la ciudadanía, no asesinan, no reclutan menores ni masacran líderes sociales o a los miembros de la Fuerza Pública.
José Félix Lafaurie R.*
Crece la violencia rural y, aun así, el campo alimenta al país a pesar de que, en lugar de vías, escuelas, hospitales y apoyo a la producción para que no le toque, como a los ganaderos, llorar sobre la leche derramada, lo que recibe son arengas de odio y propuestas que, lejos de resolver problemas, son semillero de nuevas discordias.
Jesús Vallejo mejía
La Linterna Azul publicó en esta semana la grabación de un importante evento de la Tertulia Il Pomeriggio en el que intervino José Alvear Sanín para disertar sobre el aborto y el suicidio de la civilización que esa práctica atroz conlleva.
Saúl Hernández Bolívar
Los pies de barro de Petro van cediendo poco a poco, pero se requiere que su efigie se derrumbe por completo antes de que lo haga toda Colombia.
José Obdulio Gaviria*
“Comentarios al mensaje de Petro:
Eduardo Mackenzie
Nunca en la historia de nuestro querido y sacrificado país una clique de gobierno, voraz y aventurera sin límites, había logrado apoderarse de todo. De todo, pues la junta que dirige Gustavo Petro para desdicha de Colombia le echó mano, en menos de dos años, al ministerio público, a los organismos de justicia y de control administrativo y sobre todo, al presupuesto nacional, es decir a los fondos de financiamiento de todos los ministerios y servicios públicos, incluyendo el poder militar y de policía, para manipularlos, afectarlos y movilizarlos a su antojo, y a espaldas de la representación nacional –pues las reglas constitucionales y legales son, de hecho, burladas miserablemente sin que la oposición pluralista y angelista logre ver en ese circo un verdadero cataclismo. La junta, no ha tenido tiempo para cerrar los periódicos y revistas que incomodan, pero insulta e intimida a los periodistas, como jamás lo había hecho un gobierno.