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Carlos Salas Silva      

Abascal, líder del partido Vox de España, en su intervención en el marco de “Europa Viva 24” acusó a “la derechita cobarde estafadora” de no haber podido “echar a patadas, correr a gorrazos” al gobierno de Sánchez pese a “todas las tropelías que ha cometido”.

El líder de Vox, calificado por los medios y por la izquierda como de ultraderecha, se refiere, específicamente, al Partido Popular, pero al que le caiga el guante que se lo plante, cosa que traspasa las fronteras. Por los lados de los antiguos dominios españoles hay más de uno que se podría sentir aludido porque si en la madre patria el tal Sánchez ha cometido tropelías suficientes como para haber sido echado a gorrazos, por acá un tal Petro no se le ha quedado atrás y tiene tantos o más motivos para que nuestra derechita cobarde lo hubiese puesto de patitas a la calle.

Cada cual a su manera ejerce su triste designio, ya sea la izquierda corrupta e inepta o la derechita cobarde siguiendo un mismo juego lo que le permite a la izquierda hacer y deshacer de una manera descarada y cínica, para desgracia de quienes son mal gobernados por ella, mientras que la derecha se muestra incapaz de enfrentarla. Que quede claro que calificar de extrema o ultra derecha a cualquiera que vaya más allá de los límites establecidos por lo políticamente correcto no les queda difícil tanto a los de la izquierda como aquellos moderados que les fascina el tan baboso termino de centro que les permite deslizarse con facilidad de un bando a otro alejando el espectro de lo ultra ya sea derecha o izquierda que tanto les avergüenza.

Y llega Milei invitado a ese encuentro por los de ultra derecha y no por la derechita cobarde, a cantarle ciertas verdades al corrupto de Sánchez en su propio país sin olvidar mencionar a su más que corrupta esposa, lo que le ha puesto los pelos de punta al acicalado jefe de gobierno español. Y es que por acá no nos quedamos atrás y en vez de una Begoña tenemos una Verónica porque para seguir malos ejemplos esos de la izquierda en el poder tienen bastantes de donde escoger, si no mirar a la Cilia de Maduro o a la Rosario de Ortega. Qué desgracia eso de las afinidades electivas que hacen que cada tiesto encuentre su arepa y nos veamos doblemente mal gobernados, ridículamente gobernados sin que haya una derecha que, aparte de escandalizarse, no saque a patadas a esos personajes infames que tanto daño causan a sus países.

Porque no podrá ser motivo de consuelo que en España se cometan tantos actos de corrupción como por acá. Al contrario, lo que hay es que seguir el buen ejemplo y no el malo, aunque parezca de Perogrullo, pero en el mundo real los hechos nos demuestran que hay cierto placer perverso en aprender más de las malas acciones que de las buenas, y muy especialmente en la política. Ya vimos de candidato a Petro ser recibido como jefe de estado por el mismo Sánchez y hasta bailar cumbia a su amanerada manera lo que no prendió las alarmas de la derechita cobarde de Colombia ni mucho menos de uno de sus más notorios representantes instalado en Casa de Nariño, no por eso de bailar cumbia sino porque la trama de corrupción que lo llevó a ganar las elecciones fraudulentamente mostró sus garras en ese viaje con visita a Indra dueña del software contratado por la muy cuestionada Registraduría Nacional. Y es que lo que España decreta, con su corrupto gobierno de izquierda, se repite en sus antiguas colonias con absoluta sumisión, como si no hubiesen pasado dos siglos de nuestra liberación.

Hay quienes consideran que eso de estar lamentándose es suficiente para mostrarse como líderes de la oposición sin comprometerse más allá, no vaya a ser que los enreden con asuntos judiciales o hasta con amenazas a su integridad física y moral. Qué le vamos a hacer, seguiremos en manos de una izquierda alevosa mientras la derechita cobarde le permite actuar a sus anchas ya que prefiere aparecer moderada porque qué oso ser calificado de ultraderechista.

https://www.kienyke.com/, mayo de 2024.

Publicado en Columnistas Nacionales

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