Perdonar terroristas es un mal negocio para cualquier país; para la muestra un botón: Colombia padece el peor gobierno de toda su historia en cabeza de un sujeto que empuñó las armas contra el Estado.
Dijo el sátrapa en Cali, que, si no le aprueban las reformas, sacará a su primera línea; que arrodillará al establecimiento con un acuerdo nacional que será llevado a una reforma constitucional… Petro, ¿te quieres reelegir a cambio del parapeto de la ley de punto final?
¿Vas a volver a sacar la primera línea terrorista a incendiar el País, si no te aprueban los billones de la salud y de las pensiones que necesitas para secuestrar definitivamente el Poder?
¿Vas a seguir enviando al mandadero que tienes por ministro de justicia a litigar ante la propia Fiscal General para liberar a los terroristas presos y evitar que te pongan presos a los que alistas para quemar a Colombia como hicieron tus camaradas del M-19 con el Palacio de Justicia, y como hiciste tú mismo en el mal llamado estallido social? ¡Adelante, saca a la calle tus ejércitos privados!
¿Por qué no amenazas con el Ejército de la Patria y lo haces con los malandros de tu secta? La respuesta es una sola: porque sabes que nuestros militares están prestos para defender la Constitución y la Ley, y no para secundarte en tus delirios terroristas. No te quepa duda Petro, que junto a la Fuerza Pública los que amamos a la Patria, saldremos a defenderla. No amenaces: Colombia no te teme, los colombianos vamos a salvaguardar la democracia, ¡esto no es Venezuela!
Petro, estás asustado y se te nota porque se han descubierto todos tus entuertos, todos tus torcidos, empezando por la financiación ilegal de tu sucia campaña. Y sigues posando de ser el dueño de la moral, el adalid del cambio: ¡qué farsante!
Si quieres parar al País, lo paramos entre todos, hasta que cesen tus delirios de violar la Constitución y la Ley, de seguir amenazándonos con volver a causar el caos que tanto te gusta.
¡Vamos pa’ lante, compatriotas, ya basta de tolerar a un aprendiz de dictador y su verborrea amenazante e insoportable! Si saca Petro a sus colectivos a la calle, iremos al ruedo también nosotros; ya está bueno: los bandidos consumados creen que la prudencia, la decencia y el respeto por la Ley son síntomas de debilidad, pero se equivocan. Que a nadie se le olvide que la defensa de la honra, los bienes y la vida son derechos que tenemos todos los ciudadanos y que hay que ejercerlos, si el sátrapa pasa de la lengua a la acción.
A los políticos que se están corrompiendo por cupos y proyectos a cambio de llenarse los bolsillos ellos y también de llenárselos al tirano: ¡NO sean bandidos, no sean miserables, no vendan al País!; si lo hacen, ¡su historia será la misma de Judas!, ¡y las monedas de plata que reciban les pesarán de por vida y por generaciones!
A los empresarios que están cayendo en la misma trampa que el régimen de Chávez les puso a los industriales venezolanos les quiero decir que se vean en el espejo de ese régimen, en el reflejo de Venezuela: comer del mismo plato de la fiera hará que se los devore cuando ya no tenga de dónde agarrar.
Y a los ilusos que siguen pensando que esta pesadilla se acaba en dos años con las elecciones les repito lo que he venido diciendo: si no actuamos ya, no habrá elecciones en 2026 porque el régimen se quedará, así como se quedaron los Castro, Maduro, Kirchner y Ortega.
Petro, nadie te quiere dar un golpe ni blando ni duro, porque el golpista eres tú, o ¿cómo se puede llamar a un sujeto que está desangrando el Estado (15 gravísimos casos de corrupción en menos de 2 años de gobierno), a un sujeto que se quiere brincar al Congreso de la República y a las Altas Cortes, para asumir funciones legislativas y judiciales, con el único propósito de adueñarse de los recursos públicos para atornillarse en el poder?
No seas cínico: no poses de salvador; eres el verdugo de Colombia, eres lo peor que le ha pasado a Colombia, eres la más grande desgracia de esta patria: la economía destruida, la inseguridad desatada como nunca, y el país aislado del concierto internacional por tu apoyo a dictaduras, a terroristas y al bandidaje en general.
¡Ya no amenaces más, Petro!: ¡eres una vergüenza!, ¡te quedó grande la banda presidencial; no viniste a gobernar, viniste a vengarte, porque estás lleno de odio, de complejos y resentimiento; pero Colombia es más grande que tú y te lo vamos a probar!
https://www.larepublica.co/, Bogotá, 12 de mayo de 2024.