La trasparencia del “cambio” no termina allí, cada semana aparece un nuevo escándalo, pasados los videos publicados por Semana del impoluto embajador Benedetti con Laura Sarabia y Aida Merlano, las maletas con dinero que viajaban en vuelos privados desde Venezuela, de las cuales una desapareció en la casa de la mandamás de la presidencia, salen a la luz otras platas que, en un país cualquiera, habrían tumbado al jefe del estado.
Y la trasparencia se ve a todas luces, se nombra embajadora, ilegalmente, a la esposa del mandatario, se pasa por la faja la ley, insiste en una constituyente, no tramitada como la Constitución manda, como a él, uno de los mejores tinterillos del mundo, se le ocurre. Y no la hace además de buena fe, sino para perpetuarse en el poder al estilo Fidel Castro, Maduro y Ortega o, como lo acaba de anunciar Evo Morales, recuperarlo por las buenas o por las malas.
Como si esto no bastara, el abogado de Petro sale a pregonar que el CNE no tiene facultades para solicitar la pérdida de la investidura por la violación de los topes de gastos de la campaña y, para investigarlo, solicita trasladar el expediente a la Comisión de Acusaciones de la Cámara donde tiene la mayoría necesaria para absolverlo sin importar el monumental prevaricato que ello representa, es decir, entregarlo a un tribunal del yo con yo.
Y en el plano de otras sugerencias cuya veracidad no he comprobado, se dice que pretende disolver la Corte Constitucional, que es una piedra en el zapato; cerrar el congreso, si no le marcha; e irse apoderando del sistema bancario de “los poderosos”.
El Rincón de Dios
“Si nos dejamos guiar por personas que solo hablan el lenguaje de la corrupción, estamos condenados”. Papa Francisco