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Rafael Uribe Uribe  

Me pidió un amigo facilitarle la conferencia que el pensador, como yo prefiero llamar al general Uribe, dictó en 1904 sobre este tema. Como me había desentendido de estos asuntos, me dio por repasar su lectura y no resistí traer a colación estos párrafos que contrastan con el socialismo del siglo XXI que pretenden imponernos.   

“…No soy partidario del socialismo de abajo para arriba que niega la propiedad, ataca el capital, denigra la religión, procura subvertir el régimen legal y degenera, con lamentable frecuencia, en la propaganda por el hecho; pero declaro profesar el socialismo de arriba para abajo, por la amplitud de las funciones del Estado en la forma precisa que paso a explicar.”“El que no trabaja no debe comer escribía San Pablo a los de Tesalónica y daba el ejemplo ganando el sustento con la aguja de coser pieles. Hay que reconocer pues que no existe ningún antagonismo entre la Iglesia y el progreso material del pueblo, y que el jefe de ella dijo bien cuando exclamó hace no mucho tiempo: “cosa admirable la religión cristiana que parece no tener otro objeto que la felicidad en la otra vida puede realizar también nuestro bienestar en esta”. En efecto, la sentencia ganarás el pan con el sudor de tu frente, más tiene de remedio contra el pecado que la expiación humillante; en todo caso, el Nuevo Testamento es doctrina de igualdad y fraternidad.”

“Admiro el cristianismo porque es la religión del valor. A los que luchan los asiste con un pensamiento superior que les da fuerza para la resistencia y para el sacrificio, y más aún, para dominar su propia voluntad. Trabajar es vencerse porque es sobreponerse a la pobreza y al cansancio.”

“El socialismo que defiendo difiere tanto del absolutismo que mata la dignidad humana, como del individualismo, que mata la sociedad. No quiero que se trate al pueblo como un niño o como un perpetuo menor de edad, incapaz de regir su propios negocios y siempre necesitado de tutela; ni opino que se quite el hábito de luchar contra las dificultades, esperando del gobierno muchas cosas que debe fiar al propio esfuerzo; menos quiero que se aumente la omnipotencia oficial, a expensas de la apatía o enervamiento de los ciudadanos. Pero considerando que en el Estado existe la eminente dignidad y poder que lo hace superior a los individuos y a las colectividades subalternas, pido que tome la iniciativa y dé el ejemplo; que fomente y estimule el espíritu público y la creación de asociaciones a quienes encargue de ciertos ramos y que cada vez les deje mayor latitud de acción hasta acabar por dejarlas solas a la obra, en un movimiento de descentralización progresiva y de educación nacional para el uso de la libertad. No importaría que por lo pronto se le restringiera un poco, al modo como se cogen rizos a las velas para soltarlos a la hora del buen viento, o como se les imponen privaciones a los individuos, para llegar por el ahorro al capital y con el capital a la independencia y a las comodidades.”  

Es lo contrario al socialismo diseñado por Chávez y Fidel Castro que ha demostrado el fracaso en sus países, y se nos pone como ejemplo. No es estatizando que se logra mejorar lo que funciona; dar prioridad a grupos ilegales sobre las Fuerzas Armadas; estableciendo subsidios a la lata que fomentan la vagancia; persiguiendo las empresas; gravando la comida de los pobres sin proveer alternativas; pagando delincuentes “para que no maten”; expropiando tierras productivas para entregarlas sin la debida asistencia a campesinos buenos, pero carentes de experiencia.

Valdría la pena que aquellos liberales que han hipotecado su conciencia al actual gobierno repasaran el pensamiento de quien ofrendó la vida en defensa de su partido.

El Rincón de Dios

"Me afecta cualquier amenaza contra el hombre, contra la familia y la nación.  Amenazas que tienen siempre su origen en nuestra debilidad humana, en la forma superficial de considerar la vida." Juan Pablo II

 
Publicado en Columnistas Nacionales

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