La candidata petrista utilizó como pretexto la declaración, del pasado 12 de mayo, de Philip Goldberg, embajador de Estados Unidos en Colombia, quien advirtió que hay una injerencia indebida de otros países en el proceso electoral colombiano, la cual podría venir “de rusos, venezolanos o cubanos”.
Goldberg precisó: “Hemos hablado acerca de la necesidad de guardar y cuidar el proceso electoral [colombiano] porque hay países como Rusia que se han metido en elecciones. Lo hicieron en 2016 en Estados Unidos y lo volvieron a intentar en 2020. También en Europa. Es necesario estar en alerta y trabajamos con Colombia para proteger el proceso electoral de ataques cibernéticos o de desinformación desde el exterior” (1).
Francia Márquez caracterizó esa advertencia como una “intervención en la elección presidencial”. Ella copió la lógica del ruso Lavrov quien dice, a propósito de Ucrania: “Occidente nos declaró la guerra”. La inversión dialéctica de Márquez sobrevino un día después de la declaración del embajador americano y a su vez fue una respuesta a lo informado poco antes por la prensa de oposición venezolana la cual difundió una declaración del exilado coronel venezolano Antonio María Guevara. Este señaló, en efecto, que Nicolas Maduro trata de “construir una plataforma cívico militar para que las FARC lleguen al poder en Colombia”, y que por eso Caracas hace esfuerzos para lograr el triunfo de Gustavo Petro.
F. Márquez también maniobra para hacer olvidar lo que dijo el pasado martes el encargado de negocios de la Embajada de Venezuela en Colombia, Eduardo Battistini, quien denunció que Nicolás Maduro se ha trazado el objetivo de “asaltar el poder en Colombia”. El representante de Juan Guaidó en Bogotá agregó que para desestabilizar a Colombia “se necesita que llegue al poder alguien que la lleve hacia el populismo del llamado socialismo del siglo XXI”.
El llamado “pacto histórico” es, en realidad, un movimiento que recibe enorme apoyo técnico-financiero y mediático del exterior. Es un sustento obscuro: nadie rinde cuentas de nada y sólo se ven los resultados. ¿Quién paga los asesores, los viajes, mítines, propaganda y publicidad de ese candidato impopular y los dudosos sondeos de opinión que lo muestran como favorito?
Otros datos develan la diversidad de las ayudas extranjeras a Petro. La prensa de Bogotá reveló esta semana que un comunista brasileño, Amaury Chamorro, experto en redes sociales, cuentas falsas y trolls, está siendo pagado por el grupo de Gustavo Petro, por la vía indirecta del ex alcalde de Medellín, Daniel Quintero –suspendido hace unos días por la Procuraduría Nacional por utilizar su cargo para ayudar a la campaña presidencial de Petro—para que colabore con los jefes de la campaña del “pacto histórico”.
Según el matutino El Colombiano, Chamorro firmó un negocio con Daniel Quintero por cerca 73 000 dólares (que deberán pagar los contribuyentes colombianos). El montaje fue acompañado de otra revelación concordante: la mujer de Chamorro, María Camila Arias, es la gerente de la campaña de Petro en el departamento del Quindío. Chamorro ha asesorado las campañas electorales de los totalitarios Hugo Chávez, Rafael Correa y Pedro Castillo.
Una radio de Bogotá aseguró que la acusación de F. Márquez había sido lanzada “en medio de un debate en Washington, en el Instituto de Paz de Estados Unidos”. La candidata a la vicepresidencia de Colombia olvidó decir allí que el socialista más extremo de España, José Luis Rodríguez Zapatero, gran manitú del Grupo de Puebla, viajó a Colombia para recitar su respaldo a Petro.
Márquez tampoco habló de otra revelación hecha por la prensa. Según El Tiempo, de Bogotá, en un audio interceptado por las autoridades a la madre de Wilmer Antonio Giraldo, alias Siopas, el sucesor de ‘Otoniel’, jefe del Clan del Golfo, uno de los “criminales más peligrosos del mundo”, según el presidente Iván Duque, ella dice que Siopas “está dando la orden de votar por Gustavo Petro”. El Tiempo repite que, en esos audios, “la madre de ‘Siopas’ afirma que su hijo mandó la razón que hay que votar por Gustavo Petro y pide a sus hermanos que se movilicen para inscribir sus cédulas y poder sufragar en las presidenciales.” El 3 de mayo, ‘Otoniel’ fue extraditado a Estados Unidos y, en represalia, Siopas lanzó una sangrienta ofensiva contra la fuerza pública colombiana. Petro dice a quien quiera oírlo que él, si es presidente, le dará una “segunda oportunidad” a los peores delincuentes de Colombia.
La señora Márquez calló en Washington que, a cambio de un apoyo financiero y político, Petro ha prometido un “perdón social” a jefes paramilitares en prisión y a políticos condenados por graves hechos de corrupción. Es lo que la prensa llama el vergonzoso “pacto de la Picota”, otro escándalo que le hizo perder a Petro amplios sectores que lo seguían.
Nadie olvida que Gustavo Petro, el 4 de febrero pasado, tuvo una reunión en Madrid con dos directivos de la empresa española Indra que meses atrás le habían vendido al Estado colombiano un costosísimo software programado para realizar los escrutinios de las elecciones legislativa y presidencial de 2022.
Tal sistema o no fue utilizado por la entidad encargada de hacer el escrutinio o sí fue utilizado y contribuyó al caos que estalló en la noche de la elección legislativa del 13 de marzo, donde fueron cometidos miles de ilícitos en las mesas electorales donde pululaban los jurados adictos a Petro. Resultado: el partido beneficiado con tales incidentes fue el de Gustavo Petro.
Petro es el único candidato presidencial colombiano que ha tenido acceso a esos equipos y a la posibilidad de discutir, en secreto, con directivos de Indra. Esa tecnología está completamente desacreditada pues fue inventada y utilizada durante varios años en Venezuela para sostener os intereses del dictador Hugo Chávez. Variantes de esa tecnología (Smartmatic y Dominion) también jugaron un papel nefasto en la pasada elección presidencial de Estados Unidos.
Los seguidores de Petro quieren impedir que una comisión independiente verifique si ese software tiene códigos erróneos que desvíen el sentido de la votación de los colombianos el 29 de mayo. Esa auditoría es pedida por los partidos y por los organismos de control administrativo del país.
Lástima que los interlocutores de Francia Márquez en Washington no hayan querido tener en cuenta estos hechos.
(1).- https://www.elheraldo.co/colombia/entrevista-philip-s-goldberg-embajador-advierte-una-amenaza-extranjera-en-elecciones-en
@eduardomackenz1
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El siniestro juego de los softwares y de los jurados de votación
Eduardo Mackenzie
Los errores y abusos que cometió el Registrador Alexander Vega Rocha en favor de Gustavo Petro en las elecciones del pasado 13 de marzo (1), podrían reaparecer y causar estragos aún mayores en la elección presidencial del 29 de mayo. Como el caos aparecido durante la pasada elección legislativa no ha sido sancionado, Vega Rocha pretende prolongar el juego diabólico de los jurados de votación.
Según el diario El Colombiano, la Registraduría Nacional “le aprobó” a la candidatura de Fico Gutiérrez 16.000 jurados de votación, para el escrutinio del 29 de mayo, mientras que la candidatura del Pacto Histórico inscribió en la Registraduría más del doble de la cifra de Fico, es decir 39.840 jurados de votación (2).
¿Por qué tal desequilibrio? ¿Por qué ese trato ultra preferente al candidato Petro conocido por el alias del “señor de las bolsas”?
La parcialidad del Registrador Vega no es solo escandalosa sino ilegal pues viola el principio constitucional (artículos 13 y 108) de igualdad “real y efectiva” de los ciudadanos ante la ley y ante los actos de la administración.
En materia de jurados de votación la desigualdad que sufrirán los otros partidos, el 29 de mayo, es igualmente patética:
Partido Liberal: 2,582 jurados; Centro Democrático: 1,798 jurados; Partido Conservador: 6,371 jurados; Partido de la U: 4,797 jurados; Cambio Radical: 3,580 jurados; Partido Mira: 637 jurados. Subtotal: 19.765 jurados
Si a ese subtotal le sumamos los 16 000 jurados que la Registraduría le habría “aprobado” al partido de Fico tendríamos 35.765 jurados. Es decir, todos los partidos que se oponen a Petro tendrán menos jurados que el partido o coalición de Petro, quien tendrá, él solo, 39.840 jurados.
Esos jurados petristas volverán sin duda a votar dos o más veces como hicieron el 13 de marzo pasado, como fue establecido, para inclinar la balanza en favor de Petro.
¿Qué quiere decir esto? Que el partido de Petro podrá presionar, a través de esos jurados, como ocurrió el 13 de marzo pasado, hasta que los guarismos de la primera vuelta del 29 de mayo sean favorables a él.
En esas condiciones nadie podrá decir que la elección del 29 de mayo fue libre.
¿Cómo puede creer Alexander Vega Rocha que la ciudadanía puede aceptar que esas sean las condiciones de la elección presidencial? ¿Quién puede aceptar que todo es “normal” en la Registradora, como dice Vega, que la pureza del sufragio será “respetada” y que es razonable aceptar las frases huecas que lanza el Registrador en estos momentos?
Vega reconoció que hubo 22.255 “fallas” en la votación del 13 de marzo pasado y que las peores actuaciones ocurrieron en 5.109 mesas de votación donde los jurados actuaron “de forma dolosa”. Admitió que el 20% de los jurados no recibieron la instrucción para desempeñarse correctamente. Pese a tal cúmulo de anomalías no hubo reconteo de votos y el fraude pudo haber tenido una dimensión aún más grande.
El senador Carlos Felipe Mejía, del Centro Democrático, resumió su visión de lo que ocurrió ese día en este mensaje twitter del 15 de mayo de 2022: “Hace 63 días, 300.000 jurados votaron doble y más de un millón de votos aparecieron en escrutinio y no ha pasado nada. Señores: @infopresidencia; @PGN_COL; @FiscaliaCol; @CNE_COLOMBIA. Colombia no puede ir a primera vuelta sin que se resuelva esto. Exigimos elecciones transparentes”.
¿Qué papel desempeñan los jurados de votación en Colombia? “Son los garantes del proceso de marcación, depósito y reporte del sufragio”, indicó El Colombiano, en un artículo de este 12 de mayo. Los jurados “realizan el conteo de los votos, al mismo tiempo que salvaguardan el proceso electoral desde el inicio y hasta el final del escrutinio de mesa”, explicó el periodista Wilmar López en La Crónica del Quindío (3).
Lo ocurrido el 13 de marzo fue gravísimo pues los encargados de velar por la pureza del sufragio, de dar la última palabra sobre la votación en las mesas, violaron su juramento, se arrojaron como fieras sobre las horribles urnas de cartón para robar numerosos escaños y beneficiar así al partido de Petro.
Todo está preparado para que los casi 40.000 “jurados” de votación de Petro vuelvan a alterar la votación y a burlarse de los electores colombianos.
A estas alturas, apenas a 13 días de la elección presidencial, el registrador Vega, que prometió hacer una depuración de los jurados que actuaron el 13 de marzo, no ha dado los datos de quienes serán los jurados de votación del 29 de mayo. La Registraduría tampoco ha querido contratar ninguna auditoría internacional del sospechoso software de Indra --empresa que está bajo el control del Partido Socialista Obrero Español--, aunque el gobierno ya giró los recursos para esa auditoría y hasta el CNE presentó un estudio técnico sobre eso.
¿Es legal lo que hizo Petro el 13 de marzo cuando montó una registraduría de bolsillo? La prensa ha revelado, en efecto, que el Pacto Histórico ese día utilizó clandestinamente un software “de inteligencia artificial” para ejercer presión sobre los jurados con el argumento de que su aparato había detectado una “ausencia de votos” por el PH. Con esa técnica el PH se hizo atribuir medio millón de votos adicionales. Un directivo de esa campaña advierte ahora con gran cinismo que ellos volverán a utilizar ese software milagroso –¿cedido a Petro por Indra?--, en las elecciones del 29 de mayo. ¡Y nadie dice nada!
Si el Presidente Iván Duque o la Procuradora General, Margarita Cabello Blanco, pero también los presidentes del Consejo de Estado y de las Altas Cortes, no intervienen para poner fin a ese cataclismo institucional, y no supervisan ese asunto de los softwares, tanto el arriba citado y el que Alexander Vega le compró a Indra --empresa que está, repito, bajo el control del Partido Socialista Obrero Español--, el Pacto Histórico, agrupación minoritaria, se apoderará violentamente del país aunque las mayorías voten en masa por Federico Gutiérrez, Fico.
(1).- Ver mi artículo “El escándalo de los 23.384 jurados adictos a Petro” en: http://www.lalinternaazul.info/2022/05/13/el-escandalo-de-los-23-384-jurados-adictos-a-petro/
(2).- https://www.elcolombiano.com/colombia/politica/gustavo-petro-tiene-registraduria-paralela-con-software-jurados-y-testigos-para-cuidar-votos-elecciones-2022-IL17492802
@eduardomackenz1