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Nicolás Pérez*        

Mucho se ha dicho sobre la consulta del 13 de marzo del Equipo por Colombia. Puntualmente, si los simpatizantes del Centro Democrático deberían o no participar en ella, sobre todo después de la decisión de no incluir a Óscar Iván Zuluaga en la coalición. Pues bien, aquí les expongo las razones por las cuales considero vital que el uribismo sí vote en dicho mecanismo.

En primer lugar, no es momento para que los egos personales sean más importantes que el futuro del País. Colombia está enfrentando un riesgo institucional y económico demasiado grande como para pensar que las elecciones son un juego que después se puede recomponer. Las decisiones de hoy marcarán el camino de mañana y lo último que necesitamos es estar arrepintiéndonos en unos meses por no haber adoptado las medidas correctas.

En segundo lugar, si bien es verdad las consultas del 13 de marzo no determinan automáticamente el ganador de las elecciones, sí marcan una tendencia muy fuerte que muchas veces no se puede revertir, dado que la votación que reciben los candidatos en estos escenarios incide directamente en la percepción del electorado y termina generando dinámicas como el voto útil. Es decir, no se apoya necesariamente al aspirante de su preferencia, sino al que tenga más probabilidades de ganar.  

Por ejemplo, hace cuatro años la consulta entre Iván Duque, Martha Lucía Ramírez y Alejandro Ordoñez capitalizó 6.1 millones de votos, mientras que la de Gustavo Petro y Carlos Caicedo recibió 3.5 millones de votos. En ambos casos, quienes ganaron pasaron a segunda vuelta, superando a otros candidatos como Sergio Fajardo o Germán Vargas Lleras que no acudieron a este mecanismo.

En tercer lugar, la votación de los militantes y simpatizantes del Centro Democrático será determinante para evitar la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia. Recordemos que 2.5 millones de colombianos apoyaron la lista al Senado del Partido en 2018, convirtiéndonos en la fuerza política más importante del País. Dejarlos por fuera de la consulta de marzo lo único que logra es fortalecer la candidatura de Petro.

De hecho, los invito a que pensemos por un momento qué pasaría si las bases del uribismo se ausentan de esta votación. Por un lado, Petro arrancaría la carrera a la Presidencia con aproximadamente 5 millones de votos. Por otro lado, el Equipo por Colombia difícilmente superaría los 2 millones de votos y las opciones de la centro-derecha de pasar a segunda vuelta prácticamente desaparecerían.

El mensaje que se enviaría al País es que Petro ya es el Presidente. El pánico se apoderaría aún más de los mercados y muchas personas dejarían de votar en mayo porque sencillamente no verían la utilidad de hacerlo. Si las elecciones ya están definidas, para qué asumir el desgaste de participar en los comicios.

Cosa distinta a lo que acontecería si las bases del Centro Democrático apoyan la consulta. En ese escenario, la votación del Equipo por Colombia podría rondar entre los 4 y 5 millones de votos. Se enviaría un mensaje al País mostrando que las elecciones no están perdidas y que sí es posible derrotar las peligrosas ideas de Petro. La contienda se apretaría y cada voto cobraría vital importancia.

Ahora bien, cabe señalar que con esto no estoy haciendo campaña por ninguno de los miembros del Equipo por Colombia. Soy un hombre de Partido, respeto el lineamiento que se emitió para rodear la candidatura de Óscar Iván Zuluaga y lamento que su nombre no esté incluido en el tarjetón de la consulta.

Sin embargo, no puedo ser indiferente frente a la realidad política por la que atraviesa Colombia. Por primera vez en nuestra historia un candidato que representa una amenaza contra la propiedad privada y el libre mercado puntea en las encuestas. No hacer nada implica facilitarle su llegada a la Casa de Nariño y eso es algo que me es imposible secundar. En otras palabras, el primer paso para derrotar a Petro es votar en la consulta del Equipo por Colombia.

Publicado en Columnistas Nacionales

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