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Promesas electorales, paz total y otros escenarios posibles

Pedro Aja Castaño   

China utilizó las herramientas totalitarias para crear un CAPITALISMO DE ESTADO regentado por la élite del partido comunista.  ¿Se podría repetir ese escenario en Colombia? Hay muchos intereses internacionales para que así sea. Por eso las promesas de transformación de Petro que  buscan cambiar a Colombia,  para implantar una ideología AUTOCRÁTICA, según su parecer, que él llama  una ‘potencia mundial de vida,’ uno se pregunta si se llevarán a cabo para fortalecer EL BIEN COMÚN o para ser un peón de cierto ajedrez político que desconocemos.

Y cuando hablo de bien común, uno debe documentarse mucho, dadas las complejidades de los diferentes componentes de la economía actual, para no dejarse encarretar por el mandatario. Recomiendo que le echemos un vistazo a “LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN” de Jean Tirole, Premio Nobel de Economía.

Además China tiene una INSTITUCIONALIDAD CIENTÍFICA respetable para haber llevado a cabo una transformación social, medible, controlada, hasta llegar a conocerse como una potencia con capitalismo de estado. Tuvo éxito en erradicar el narcotráfico. Cuando Mao llegó al poder, había 70 millones de adictos al opio. Se las arreglaron para dejar el vicio en tres años. Mao sentenció a muerte a los dueños del negocio. Y ahora es una potencia espacial. Le hace contrapeso a EE.UU mediante una guerra comercial. Esto es duro, pero es la verdad.

Por otra parte, la izquierda colombiana no  tiene institucionalidad científica; más bien son humanistas subversivos de mostrar y ocultar; o  guerrilleros con la maldición del narcotráfico. Por eso el gobierno Petro recurrirá al poco KNOW HOW colombiano que, por colaboración interesada  convicción, o miedo,  ‘colaborará’ para hacer realidad sus promesas, o sencillamente pasará de agache. Aquí vale la pena recordar  el caso venezolano y las consecuencias de la  llegada del comunismo al poder. PDVESA era la joya de la corona, se fueron los científicos y técnicos, y Venezuela fracasó.

Y, como aparentemente Petro se alejará de la izquierda armada, los del ELN  se están preguntando: ¿A qué juega Petro?  Sin embargo, mi pregunta es: ¿hasta qué punto los expertos que logre reunir Petro podrán proyectar qué clase de futuro para Colombia?

Lo anterior se me ocurrió cuando vi la invitación de Petro a José Félix Lafauri para ser parte del equipo negociador con el ELN, y de puro mal pensado recordé la frase:  “Mantén cerca a tus amigos pero aún más a tus enemigos.”

Es bueno tener cerca a los amigos por si se llega a necesitarlos, pero es bueno también tener cerca  a los enemigos  para saber qué están tramando para que no nos sorprendan; o para, disimuladamente,  sacarles   información cuando saben mucho sobre un tema fundamental, como es la tenencia de la tierra. Pero el señor Lafauri no es bobo.

La anterior  es una variable; pero hay otra más compleja, la realidad país. Por ejemplo el tema de Salud. El exministro de salud Fernando Ruiz dice: “La nueva reforma a la salud amenaza la equidad.” Semana dice: “Médicos contradicen al presidente Gustavo Petro y se le paran firme.” Son posiciones claras de gente  pensante. Lo que no tenemos claro es, si debido a los naturales errores del sistema democrático, empecemos a inclinarnos hacia una supuesta solución autocrática.

Ahora bien, en una campaña electoral los candidatos proponen, los votantes evalúan, los expertos y contradictores analizan la factibilidad de las propuestas y los debates televisivos buscan entusiasmarnos con un show de posibilidades que cada quien se imagina. Pero quien tiene intención de cambiar el sistema, no imagina nada; tiene un plan.

Sin embargo,  la realidad está compuesta de mundos conceptuales y vivenciales,  cada uno de ellos con las peculiaridades de cada quien. Entonces, cuando las promesas enfrentan ese panorama,   surgen las justificaciones, reclamos, alabanzas, la oposición; y a alguien se le ocurre decir que hay CONFUSIÓN para infundir miedo e ir creando  así una PLATAFORMA PSICOLOGÍCA  para lanzar desde ella diferentes dardos (problemas)  a la vulnerabilidad de las personas. Los que lo hacen no se dan cuenta porque creen representar   la respetabilidad de la opinión. ¡Y todos felices con la democracia que nos enferma mentalmente!

Ahora bien, el presidente ha puesto de moda ‘la paz total’ como remedio,  pero  no hay definición ni expectativas medibles  sobre el asunto. Es un deseo benévolo. A algunos inspira; a otros los deja indiferentes pues se toma como otra promesa política. Pero la palabrita tiene su encanto, según la cultura, el escenario, la conveniencia política. Además,  la ‘paz total’,  se desarrolla mediante una afinidad, simpatía, o compatibilidad de opiniones y gustos políticos o de carácter rutinario, a nivel personal o social  que nos hagan sentir y vivir la solución, porque cualquier intento de carreta fracasará. La gente no es boba porque defiende su salud mental.

E ilustro lo que quiero decir con la siguiente experiencia. Alguna vez un amigo judío me explicó que SHALOM  era la palabra más hermosa de su lengua y su cultura. Shalom significa paz, bienestar; se la usa como saludo y despedida. Trasmite un deseo de salud, armonía, paz interior, calma, tranquilidad entre los que se saludan.

La palabra va más allá del sonido porque engloba en sí la EMOCIÓN Y EL SENTIMIENTO CONSCIENTE, entre personas, pero también entre Dios y los hombres. SHALOM ALEICHEM es un saludo usado a menudo por Jesús, y que se ha traducido como: ‘la paz sea con vosotros'. Pero esa paz de Cristo infunde valor para afrontar el mundo. Esa paz combate al miedo.

Teniendo en cuenta esa realidad posible  duele mucho no ver la paz política,  no porque no se pueda hacer; sino porque LA CAPACIDAD DE SENTIR algo como SHALOM se pierde entre la confusión de las ideas sobre la paz.  Si la paz no se vive y se siente, como un coraje tranquilo, una certeza  de lo bueno, es una paz ‘chimba’.

¿Por lo que me pregunto si es posible recobrar el sentido original de SHALOM? Les era más fácil a esos pueblos porque su mapa emocional,  mental y cultural de sentimientos y pensamientos era diferente al nuestro. Entonces ese saludo se vivía, con alegría y respeto,  como una bendición de Dios,  hoy es un saludo convencional. Sin embargo los judíos se esfuerzan en mantener esa experiencia con  la celebración del Shabat. ¿No es acaso esa frustración la que sentimos  con el intento de PAZ TOTAL?

Lo es porque SHALOM  no es un escenario de no guerra, sino un relación con Dios que se vive de muchas maneras. Y al hacerlo podemos ser misericordiosos y perdonarnos unos a otros. En ese sentido un gobierno debería ser testimonio de esa construcción DE BUENAS RELACIONES dejando a un lado los convencionalismos del PODER POLÍTICO porque el objetivo real de la paz total  es la convivencia social. ¿Pero cómo se puede frustrar esa convivencia?

Con un programa de gobierno que más bien parece una LISTA DE PRODUCTOS  para vender dentro del MERCADO DE LAS IDEAS POLÍTICAS, utilizando la sutileza de trabajar aparentemente a favor de la paz,   pero con intenciones muy peculiares. Obviamente nadie se dejará engañar por lo que se desarrollará un especie de guerra fría a la colombiana.

¿Cuál es el engaño del progresismo o socialismo del siglo 21  de la izquierda comunista? Como la palabra revolución y sus derivados repugnan de manera natural porque implican MUERTE, entonces la izquierda le robó al capitalismo el concepto de democracia, y se autodenomina democrática, reformista, progresista, etc.

El  trabajo de sus miembros  consiste en  autoproclamarse  salvadores frente a  todos los problemas sociales y para ello se entrenan como  LOS MAESTROS DEL DISCURSO Y EL DEBATE POLÍTICO, pero basado en falacias, argucias, cinismo, justificando lo malo como bueno.

Su metodología, al debatir con el sistema es: “Lo mío es mío; lo tuyo lo discutimos.” No discuten cómo se puede incrementar el bienestar o apoyar el bien común, porque  la realidad es que la discusión es una estrategia para acceder al poder e imponer su ideología utilizando los múltiples movimientos sociales, anti lo que sea. 

Pero sucede a veces que dentro de la lista de mercado hay una fruta podrida, o idea tóxica.

Por ejemplo  la educación inadecuada  de los niños en relación con la manipulación del género y la sexualidad. Se encienden entonces todas las luces rojas de las familias  colombianas.  Y el ocurrente se enoja consigo mismo al constatar su metida de pata perdiendo su autoestima y el respeto como mandatario. Porque el tipo es lo que siempre ha sido.

Y como  no  asume su fracaso  le echa la culpa al  sistema.  Vienen entonces  la guerra de las marchas financiadas, los robos en las carreteras, la insurrección indígena, los reporteros suspicaces, las editoriales alkasetzar para hacer subir las burbujas de la opinión, etc. Y todo  para reivindicarse ante sí mismo y sus seguidores. Entonces el tipo busca consejos, va al médico, habla con posibles sucesores. Pero todo es inútil. El hombre sigue con su terquedad y no sabe por qué confunde diagnóstico y remedio.

Analicemos la siguiente analogía médica para ilustrar la percepción invertida de la izquierda. Un médico  palpa el cuerpo, lo revisa, hace preguntas, analiza, descarta, desarrolla certezas, etc.,  y  de acuerdo con su sapiencia profesional, DIAGNOSTICA. Para asegurar su diagnóstico  comprueba lo que su subjetividad le dice con EXÁMENES OBJETIVOS para recetar el REMEDIO ADECUADO.

El comunismo hace lo contrario. Su ideología subjetiva es el remedio. Entonces cree que adaptar la sociedad (el paciente) a su remedio (la ideología) es acertar con la solución de la enfermedad. Además, rechaza los múltiples medios de comprobación objetiva para establecer de qué sufre el enfermo. Las comprobaciones son: estadísticas, índices, opiniones autorizadas, encuestas, etc.  ¿Por qué le pasa eso al ideólogo / médico de la izquierda?

Porque es un humanista, no un científico que comprueba objetivamente lo que cree saber. ¿Acaso no se llama el partido de Gustavo Petro,  Colombia Humana?  El nombre es bueno para una campaña política, pero no para solucionar problemas.

Por otra parte, una ideología está conformada por creencias, raciocinios, costumbres, experiencias, etc. Pretende representar de manera abstracta lo que es, o cómo debe  funcionar una sociedad en determinado momento. Pero la diferencia entre ideología y vida real, es que esta se siente, se vive. La ideología es algo muerto. De esto nos advirtió Jesús cuando dijo: “Dejen que los ‘muertos’ entierren a los muertos.” Por eso muchas veces se da una confrontación  del comportamiento del enfermo (la sociedad) frente a la enfermedad, el médico y el remedio (la ideología).

Porque el izquierdismo como IDEOLOGÍA  ha sembrado la CREENCIA  de que es solución. La gente cree, pero no constata. Cuando llega al  poder pone en funcionamiento UNA ASEGURADORA DEL PENSAMIENTO:   opinadores,  bodeguitas, mentiras.

Mediante dádivas,  regalos, mermelada  busca  afianzar el PODER IDEOLÓGICO, intentando corromper las FUERZAS ARMADAS; pero las colombianas son patrióticas, no se dejan comprar.  Por otra parte, intenta manipular con la constitución, leyes, sentencias,  opiniones, etc.Internacionalmente el mandatario asegura su membresía respaldando alguna mentira de la política mundial.  

Una publicación muy ilustrativa sobre el asunto es el documento de 272 páginas  del Centro Democrático: ¿CUÁL VERDAD?  Si lo leemos empezaremos a entender el ENGAÑO mediante el cual se pretende  COOPTAR EL ESTADO COLOMBIANO POR LA SUBVERSIÓN IDEOLÓGICA para instalar un gobierno comunista que cree ser el remedio para los males de Colombia.

Porque la ‘verdad’ que se maneja en Colombia, es la del cáncer comunista como solución; la omisión de la verdad que neutraliza ese cáncer; un cáncer en donde los victimarios son los héroes que se sientan en el congreso,  y las victimas los malvados pagando  cárcel; en donde ciertos jueces le perdonan a la guerrilla  el narcotráfico porque es un arma revolucionaria; y   condena a los civiles que se lucran con los dineros del mismo negocio que comparten con la guerrilla.

En ese escenario la mata de coca es la reina que hay que cuidar. En donde la reforma política la escriben los  medianeros de izquierda. En fin, en donde la ‘opinión de papel’ sin razones del corazón,  puede decir cualquier cosa como verdad.

Así, nos quieren lavar el cerebro conceptualizando como bueno lo que es malo. Pero la gente no es tonta. A pesar de la multiplicidad de nombres de las diferentes izquierdas con los que se camufla el comunismo, hay un MAPA MENTAL sobre noticias falsas, grupos de influencia, mamertos infiltrados en los medios que INFECTAN  el clima político para que la AGENDA SUBVERSIVA sea presentada de acuerdo con las necesidades políticas del grupo subversivo.

Ahora bien, las propuestas de campaña de Gustavo Petro fueron: 1. Cambiar a Ecopetrol. 2.  mujeres y LGTBIQ, (Va incluida la ideología de género). 3. Medioambiente y minería. 4. Tierras. 5. Comercio. 6.  Economía. 7.  Infraestructura y movilidad. 8.  Pensiones. 9. Vivienda. 10. Servicios. 11. Seguridad. 12. Justicia. 13.  Estado. 14.  Relaciones internacionales. 15.  Educación. 16.  Paz. 17. Cannabis. 18. Cultura.

Entonces la pregunta es: ¿Podrán solucionarse los diferentes problemas implícitos en esas promesas de campaña mediante una   ‘paz total’?  No lo creo. Porque cada quien tiene su idea de acuerdo con siguientes componentes mediante los cuales se pregunta: ¿Cómo se hará esa paz? ¿Se hará con…?

1. ¿ARMONÍA? ¿Conviviremos todos,  o habrá que eliminar al enemigo,  el competidor?

2. ¿PLENITUD? ¿Habrá satisfacción de necesidades o caprichos políticos? 

3. ¿PROSPERIDAD? ¿Cuáles  serán  los parámetros; para   quien o para qué;  la comunidad o el estado?

 4. ¿BIENESTAR? ¿Según qué concepción, la de  un estado comunista o mediada por el esfuerzo individual?

 5. ¿TRANQUILIDAD? ¿Garantizada por las armas o por el respeto del otro?

 6.  ¿RELACIÓN CON DIOS? ¿Garantizada por la libertad de conciencia,  mediada por un partido político, iglesia, costumbre, cultura, tradición, peculiaridad individual;   o el capricho de un dictador?

Las anteriores serían preguntas que le haríamos al gobierno. ¿Pero  en qué forma podríamos  contribuir los ciudadanos para que haya paz total?  Yo diría que: Esforzándonos para ser  felices, mostrando  algo de verdad y bondad en la sociedad; que no se descuide la poca belleza de las ciudades y pueblos integrándolos con la naturaleza. Experimentando algo de  unidad, integridad y trascendencia en nuestro fuero interno y con los opuestos. Cuidando  las ciudades. Mostrando autenticidad y haciendo un  esfuerzo de perfección personal y colectiva con  la parte buena de cada quien que lleva inscrita en su corazón.

Ese debería ser el verdadero programa de gobierno en conjunto con ciudadanos: SATISFACER EL ANHELO DE ALGÚN DÍA LLEGAR A SER  VERDADEROS SERES HUMANOS FELICES. Ahora bien, hubo un programa que ha sido despreciado, perseguido y se intenta destruirlo. Y alguien que estableció un ejemplo de conducta integral.  ¿Por qué se ha desechado por una mentira política? Hemos sido engañados. Despertemos todos, especialmente usted, Presidente Petro.

Porque la verdadera paz total es un fluir inteligente,  limpio e inocente más allá de la vida y la muerte; un fluir que restaura, colma, hace feliz, pero que no funciona donde hay egoísmo. Esa paz que se experimenta en todo el ser y se conecta con todo es… Dios, Su Amor y Su Verdad. O lo eche en saco roto.

Publicado en Columnistas Nacionales

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