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Conceptos, servicios y política en el problema de la salud

Pedro Aja Castaño   

“Tu cuerpo es templo de la naturaleza y del espíritu divino. Consérvalo sano, respétalo, estúdialo y concédele sus derechos.”  Henri Frédéric Amiel, filósofo.

Escribo sobre este complicado asunto porque el viernes 8 de julio en la W, Yesid Camacho, Secretario General de ANTHOC, Asociación Nacional Sindical de Trabajadores y Servidores Públicos de la Salud y Seguridad Social Integral y Servicios Complementarios de Colombia, soltó de golpe y porrazo su opinión muy personal de que se deberían acabar las EPS porque eran ‘intermediarias.’ Y de forma similar se ha pronunciado la próxima Ministra de Salud, Carolina Corcho y, por puro sentido común, otros líderes gremiales de un parecer más informado, han dicho lo contrario. Sencillamente, porque las EPS SON UN SISTEMA COMPLEJO con defectos que se pueden corregir, no un mueblo viejo que se tira por la ventana. Por lo que me pregunté ¿Y si se acaban las EPS qué van a hacer con esos desempleados? 

Ahora bien, a diferencia de antaño, la salud se ha vuelto ‘problema’, no para los médicos que   la estudian todos los días como ciencia, haciendo descubrimientos e intercambios de experiencias  importantes. Es decir, la medicina es una ESCUELA PERMANENTE Y DINAMICA.  Y para los pacientes puede ser un problema el derecho de acceso al servicio, porque la salud se ha politizado, comenzando por el gremio médico. Ya que yo no  puedo reclamar un derecho a la salud personal, sin antes comprometerme responsablemente a cuidar mi propio cuerpo y mente, lo que sería un deber, por lo que los médicos predican infructuosamente la medicina preventiva. 

Por otra parte, Colombia ocupa el puesto 48 del ranking,entre 99 países  con un índice de 80.6 sobre 100, 6,2 puntos por encima del promedio general que fue de 74.4. Por lo que el problema de la salud lo conforman conceptos diversos, servicios deficientes, medicamentos, etc. que se presentan en todos los sistemas;  además del problema de   políticos que no saben de salud y creen que con volverla un derecho constitucional y reclamarlo de cualquier manera se resuelve el asunto. Además, los medios han acostumbrado a la gente a mezclar asuntos serios con superficiales. ¿O acaso no oye usted pasar de una tragedia a un partido de fútbol? Por lo que  la seriedad del tema con la superficialidad de opiniones que reciben mayor difusión en los medios, son solo noticias, no realidades.  En cambio lo bueno muy rara vez se desataca porque no es negocio.

CONCEPTOS SERIOS. Permanentemente escucha usted la TONTERÍA PEYORATIVA de que la medicina se ha convertido en negocio. Muchas personas lo dicen de manera irresponsable por ignorancia, o como estrategia política de desintegración del sistema,  y nos tragamos el cuento. Sin embargo,  los fundamentos éticos del capitalismo se describen así: “el capitalismo se manifiesta como el único sistema económico capaz de asegurar a cada hombre el libre ejercicio de sus facultades. La laboriosidad y el ahorro actúan en él, como instrumento de prestigio social y de afirmación de las capacidades individuales. La libre iniciativa conduce a la optimización de las capacidades de producción disponibles y asegura, por consiguiente, el CRECIMIENTO ECONÓMICO Y EL BIENESTAR SOCIAL”, uno de cuyos componentes son los servicios médicos. 

Ahora bien, los enemigos u opositores del sistema peyorativamente lo  llaman ‘utilitarista’. Como pueden ver es una falacia porque solamente menciona un aspecto desfigurado de una manera honesta de ganar dinero. Debido a lo anterior, no hay que acomodarle al sistema la FALENCIA MORAL de una persona,  organización o costumbre avara, sino estudiar cómo un negocio garantiza su permanencia y expansión.

DEBERES QUE EL  CIUDADANO DEBE CUMPLIR DE ACUERDO CON  LA LEY 100 DE LA SEGURIDAD SOCIAL.

  1. Procurar el cuidado de su salud y la de su comunidad. (Esto comienza con la adecuada educación desde el hogar y el estado brinda los medios para hacerlo. Consulte el programa LA SALUD ES DE TODOS  del Ministerio de Salud. En contravía con este deber se juega con  ‘el derecho al libre desarrollo de la personalidad’ que a veces viola los deberes que tenemos con nosotros mismos y los otros, en términos de salud.
  2. Afiliarse con su familia al sistema General de Seguridad Social en Salud.
  3. Facilitar el pago y pagar cuando le corresponda las cotizaciones y pagos obligatorios a que haya lugar.
  4. Suministrar información veraz, clara y completa sobre su estado de salud y los ingresos base de cotización.
  5. Vigilar el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los empleadores a los que se refiere la ley.
  6. Cumplir las normas, reglamentos e instrucciones de las instituciones y profesionales que presten atención en salud.
  7. Cuidar y hacer uso racional de los recursos, de las instituciones, y de la dotación, así como de los servicios y prestaciones sociales y laborales.
  8. Tratar con dignidad al personal humano que lo atiende y respetar la intimidad de los demás pacientes.

EL SISTEMA DE SALUD COLOMBIANO. Está regulado por el Gobierno de Colombia por intermedio del Ministerio de Salud. Es sostenido mediante el régimen contributivo (privado) y el régimen subsidiado (gratuito) por medio del Sisbén. Ambos regímenes proporcionan cobertura universal, llegando al 99% de la población y es considerado uno de los mejores. Brinda  acceso por igual a medicamentos, procedimientos quirúrgicos, servicios médicos y odontológicos.

Las EPS no son intermediarias, sino aseguradoras y ofrecen: Plan de Atención Básica, Plan Obligatorio de Salud, Planes Adicionales de Salud, Seguro obligatorio de accidentes de tránsito -SOAT-: Atención de eventos catastróficos y Accidentes de tránsito - ECAT- del Fosyga. Cobertura de riesgos laborales. Pero, obviamente, tiene problemas que hay corregir.

Para efectos del párrafo anterior, en el 2011 FEDESARROLLO llevó a cabo una investigación sobre EFECTOS DE LA LEY 100 – Propuestas de Reforma que muy pocos médicos conocen y cuyas conclusiones resumo:

  1. La cobertura en salud alcanzó una cobertura del 97% en 2009.
  2. Se observó una mejora en los indicadores de salud.
  3. El régimen subsidiado ha tenido un impacto en la población más vulnerable (pobres)
  4. Hay problemas de selección adversa y riesgo moral.
  5. Segmentación del mercado laboral.
  6. Impacto en los costos no salariales.
  7. Impacto del aseguramiento en salud.
  8. Impacto en la informalidad.
  9. Impactos en la salud afectados por la diferencia entre servicios públicos y privados. (Este es el único factor que Petro tiene en cuenta.)
  10. Igualación de los POS relevante para la viabilidad financiera.
  11. SECCIÓN DE RECOMENDACIONES.

¿CUÁL ES EL PRINCIPAL PROBLEMA DE LA SALUD? La DESINFORMACIÓN PROMOVIDA POR LA IGNORANCIA o la mala fe política de los opositores al sistema; las expectativas de aseguradores, prestadores, médicos y pacientes que se podrían resolver mediante un diálogo maduro y estudios desarrollados por los QUE SABEN SOBRE SALUD. Porque reglamentar una ley no soluciona un problema de salud;  sino la experiencia del sistema que ha llegado al nivel de ‘Escuela’ en el más alto sentido de la palabra. 

Una ‘escuela de sabios en medicina’ implica: autoridad moral y científica, ética, actitud positiva,  experiencia del conjunto, pericia individual, confiabilidad,  trasparencia, disponibilidad PERMANENTE en tiempo real hacia el paciente, no la enfermedad.  A todo este engranaje humano  altamente altruista, hoy lo llaman ‘servicio’. Y cuando es un mero servicio, corre el riesgo de politizarse, sobre todo si se le administra como un servicio público. ¿Cómo puede ocurrir?

Con el nombramiento por cuotas electorales porque los que realmente pagan el costo de este manejo perverso son los usuarios   que no recibirían  los servicios a los que tienen derecho, sino que muchos empleados de ese  ‘servicio público’ estarían sujetos a   presiones electorales con despidos injustificados para los desobedientes.

Para rematar,  muchos se enfermarían  con algo peor que el Covid: El ‘síndrome del ciego sordo, mudo’ de las instituciones de vigilancia. Y así, como de un árbol de navidad del servicio público, colgarían  las coimas, contratos y favores, para los que quieran enriquecerse rápido, etc. Y no sería justo que sean los políticos y campañas electorales los que definan  quién recibe buena  salud y quien no,  en Colombia.

Ahora presentaré la historia de  CIERTA ACTITUD  POLÍTICA PROBLEMÁTICA , en relación con la ley 100,  que politizó y ha dividido al personal médico entre uribistas y antiuribistas, siendo los primeros los empleados jóvenes que entran al sistema viéndolo  como una oportunidad profesional y de empleo, en vez de nada como andan muchos por ahí; y los empleados mayores que conocieron otras costumbres profesionales permeadas también de los defectos que puede tener cualquier organización humana, quienes  serían los opositores. La prueba de lo que digo la podrá usted constatar en Google tecleando Ley 100 Semana – Com,  subida a internet el 20/08/2013. Esto fue lo que ocurrió.

El 23 de diciembre de 1993, César Gaviria firmó la Ley 100. Esta es la historia. Luis Fernando Ramírez, durante su paso por la dirección de Impuestos y el viceministerio de Hacienda en el Gobierno de Virgilio Barco en 1991, elaboró un memorando sobre la necesidad de un ajuste al sistema pensional y de salud,  se lo entregó al entonces candidato presidencial César Gaviria Trujillo quien lo engavetó porque no era un tema llamativo para una campaña. Ramírez se había basado en la experiencia chilena.

En junio de 1992 Gaviria le ofreció el Ministerio de Trabajo y le dijo que el tema pensional necesitaba una reforma.  Entonces Ramírez y Juan Luis Londoño (q.e.p.d.), economista y tecnócrata,  conformaron el cuadro de mando  que lideraría la gran reforma. Pero cuando el asunto llegó al Congreso se enredó debido a factores políticos de la época. Y esta es la verdad que los malintencionados han deformado: Luis Fernando Ramírez y Juan Luis Londoño redactaron el texto, se discutió en el Congreso,  Álvaro Uribe Vélez lideró la discusión, el congreso le hizo ajustes y la aprobó. Después de Gaviria, quien firmó la ley,  se sucedieron los gobiernos de Ernesto Samper y Andrés Pastrana y nadie discutió la Ley 100. Es decir, Álvaro Uribe Vélez no creó ni propuso la ley 100. Sencillamente, siendo presidente,  la cumplió según estaba diseñada.

Por todo lo anterior, la única referencia pública y objetiva de la ‘calidad’ de los sistemas médicos en Latinoamérica, y entre ellos el colombiano,  es la que ofrecen las encuestas con un ranking determinado para el país correspondiente. Eso sirve solo para estudios. Pero si lo que se pretende es CONSTRUIR  confianza en el sistema para mejorarlo de parte de sus críticos, estos tienen que generar CONFIANZA. Ahora bien, ¿qué confianza médica y profesional pueden generar determinados políticos? Ninguna, porque no saben un chorizo ni tienen experiencia real con  los problemas de la medicina, ni del gremio.

Por otra parte,  los críticos del sistema que sean médicos o profesionales del sistema de salud,   deben tener integridad y coherencia personal en relación con lo que critican y probarlo con su comportamiento profesional y científico. Deben vivir y trasmitir sus valores profesionales identificándose  de manera trasparente con la intención y pericia de mejorar el sistema, así como se identifican con un paciente para salvarle la vida. El personaje no debe ser  solo un criticón, por muy sindicalista respetable que sea. Porque si esos personajes  no son asertivos, ni siquiera intenten hablar para dar un mensaje.

Porque alguien asertivo debe saber escuchar para que sus observaciones sean atinadas; de tal manera que se superen los problemas, sabiendo mediar para que fluyan soluciones. Así se potencia el vínculo de confianza con el sector médico. Y cuando se llegue el momento de la decisión, tener el poder de convicción. Así,  esa persona con sus actos y no con sus palabras CREAN EXPERIENCIAS DE CONFIANZA EN LOS DEMÁS  que van inspirando a las generaciones venideras de médicos como servidores intachables.   No sé si sea un iluso idealista, pero tuve la experiencia de seguir a un MAESTRO  que inspiró mi vida para hacer cosas buenas. Nada menor se puede esperar de un médico.

Publicado en Columnistas Nacionales

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