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Pedro Aja Castaño   

“La dopamina nos hace comprar prometiendo felicidad. Pero una vez hemos comprado se desconecta y la felicidad no llega.” Daniel Z. Lieberman, Psiquiatra.

En películas de ciencia ficción buscan ciertos  científicos establecer algo así como ‘la anatomía de la conciencia’ mediante  experimentos de diversa clase para lograr un manejo de los seres humanos como si fueran robots obedientes. Y tales estudios han llegado hasta el punto de lo que es un secreto a medias. Hay armas con la capacidad de influir en la psiquis de las personas;  en inglés se las denomina “Psycho Weapons,” pero poco se habla de ellas. Dicen que se experimentaron en la guerra de Irak y tengo la foto de una de ellas. Tales armas podrían producir diferentes tipos de ataques, lavado de cerebro, enfermedades, etc.

Tendríamos entonces en teoría que, mediante ciertas frecuencias, se podría influir en las conductas de quienes vivían alrededor de instalaciones de radar, como en efecto se constató. De hecho,  en años recientes hubo pánico con la instalación de la tecnología 5G, así que el asunto es conocido de la opinión pública. Sin embargo, expuesto así, suena a ciencia ficción.  ¿Pero cómo se podría influir en el cerebro sin utilizar  máquinas, algo soñado por ciertos personajes de la élite mundial?

MANIPULANDO LOS NEUROTRANSMISORES DE NUESTRO CEREBRO MEDIANTE SITUACIONES. De las evidencias anteriores, me puse  en la tarea de entendercómo se puede manipular el rompecabezas de un proceso   electoral de manera inconsciente y profesional que es el arte de ciertos políticos.  Para entender el asunto, me leí una entrevista   con el   Profesor Daniel Z. Liberman, eminente psiquiatra,  quien ha publicado un libro centrado en la molécula: ‘Dopamina’ que es un neurotransmisor e influye para escoger nuestra pareja,    por quien votamos,  a quién le creemos, y muchas otras decisiones. Por lo que  si nos creemos ‘librepensadores’ y determinadores del destino propio y el de los demás, lean lo que dice el Prof. Liberman.

"El efecto de la dopamina en la ideología política es bastante pequeño, pero se puede medir si se observa a un gran grupo de personas. Aquellos con sistemas de dopamina muy activos tienden a ser idealistas y SUEÑAN con un futuro mejor. Abrazan el cambio y quieren rehacer el mundo, destruyendo lo viejo para dar paso a lo nuevo. En los Estados Unidos, estas personas generalmente suscriben una ideología progresista y votan por los demócratas." Y llevé a cabo un test. Le leí a mi esposa partes del plan de gobierno de Petro y le pregunté: “¿Qué te parece?” Me respondió: “Parece un poeta.”

En cambio, dice el Profe Liberman,  que las personas con sistemas de dopamina menos activos están menos centrados en el futuro y más en pasarlo y disfrutar del presente. "Tienden a interesarse menos por la política y se orientan más hacia los familiares y amigos. Quieren preservar sus ideales que han heredado de sus tradiciones. Tienden a identificarse con una ideología conservadora y votar por los republicanos en Estados Unidos", apostilla. Mi esposa es aterrizada y por eso es la consejera de un idealista como yo, sin ser petrista.

La dopamina  nos ayuda a imaginarnos un futuro ideal si, obviamente, es manipulada con los estímulos adecuados, prometiendo  algo que no existe, o que es extremadamente  difícil de que ocurra. Ejemplos: Me imagino que si soy rico me haré más deseable; pero no me miro al espejo para constatar que soy feo y no puedo dármelas de Don Juan con plata; que si escribo un libro me haré famoso, pero sin pensar en las tonterías que digo, etc. Dicen que Juan Manuel Santos se mandó a hacer un estudio de imagen, y fue tan bueno, que se  le disparó la dopamina. Desde luego que los publicistas saben mucho de neurotransmisores. De ahí que  se lanzara de candidato presidencial; y por eso ha dicho que lo han engañado muchas veces, llegando a la equivocada conclusión de que así es la política. No. No es la política, son las personas.

Además, según explica Tali Sharot, investigador de piscología experimental nos dice: “cuando mentimos interesadamente, nuestra amígdala (estructura del cerebro localizada en el lóbulo temporal de los mamíferos) produce una sensación negativa que limita el grado en que estamos dispuestos a mentir.

Sin embargo, esta respuesta se desvanece a medida que continuamos mintiendo y cuanto más se reduce esta actividad de sensación negativa, más grande será la mentira que consideremos aceptable. Esto conduce a una pendiente resbaladiza donde los pequeños actos de insinceridad se  convierten en mentiras cada vez más significativas", subraya. ¿Entendemos entonces por qué el mandamiento que nos ordena no mentir, no es una cuestión religiosa sino de salud mental?

Por eso cuando, debido a las mentiras,  la  dopamina en combinación con otros neurotransmisores deja de funcionar y se siente un vacío, entonces se le llena de forma artificial exagerando muchas cosas; o cada quien a su manera,  según recomendaba Frank Sinatra.  Vamos a ilustrarlo con un ejemplo concreto. Si a usted le ponen a armar un rompecabezas y le muestran la foto de cómo debe verse al final, es una cuestión de paciencia y trabajo poner cada pieza en su lugar. La dopamina que se experimentó al principio desaparece conseguido el objetivo. Pero quiere más.

De ahí que  se le ocurra  armar el ROMPECABEZAS DE LA FELICIDAD y se mete en camisa de once varas.  Porque si bien es cierto que la dopamina ha sido relacionada con el placer y  la serotonina nos hace felices,   si hay un déficit de dopamina se producen alteraciones de la memoria, el aprendizaje y la concentración; hay alteraciones en el movimiento e inhibición del deseo sexual. Mientras que una carencia o déficit de serotonina  puede causar irritabilidad, insomnio y una elevad sensibilidad al dolor. Entonces puede ocurrir que al mandatario de turno se le ocurra decretar la felicidad y la creatividad como sustitutos imaginarios de su carencia

Ahora bien que Petro se reunió con Rodolfo Hernández disparó en algunas personas el neurotransmisor epinefrina  (el de la supervivencia) que generó en algunas personas suspicacia porque no estuvieron presentes en la conversación; que Petro se reúna con Uribe como persona natural de una oposición inteligente, genera expectativa y en los más combatientes adrenalina. Que Petro tenga seguidores y opositores es el resultado del conocimiento directo de la persona: de senador locuaz a presidente electo prudente. Y también de impresiones y certezas ideológicas de lo que propone, etc. Fue elegido por una combinación de dopamina y el neurotransmisor de la ira.

Sin embargo,  nosotros los espectadores, si conocemos nuestro cerebro,  deberíamos ejercer una vigilancia sin tensiones, siendo flexibles, penetrantes, sin llegar a la tontería que produce la dopamina. Porque lo que hay de por medio son las acostumbradas manipulaciones  de la política, con  las que, si nos equivocamos,  podemos perder el juego supremo apostando la vida y el  alma a un destino incierto.

Por eso, antes de que se tuviera el conocimiento de neurotransmisores de nuestros días, los antiguos controlaban sus decisiones para la comprensión y neutralización de los juegos humanos, mediante la guía sapiencial de la Biblia. Esto significa que los neurotransmisores tienen ‘dueño’ si nos decidimos a no vivir una vida mecanizada, asumiendo el pleno uso y control de nuestra conciencia. Porque hay niveles superiores de conciencia a los que podemos recurrir mediante un esfuerzo inteligente de  interiorización, basándonos en la certeza de que somos algo más que un compuesto biológico.

Desde hace años lo vengo constatando mediante el estudio del  Nuevo Testamento, porque Jesús demostró  un conocimiento superior que le permitió realizar la proeza de la resurrección y sigue vivo actuando en nuestros días.  De ello hay testimonios y demostraciones de la existencia eterna del alma, de lo que también se ha encargado de probar la ciencia contemporánea. Hay muchas experiencias  personales;  sin embargo,  he leído y mantengo dos libros irrefutables en mi biblioteca.

EL EXPERIMENTO DELPASSE de James Bedford y Walt Kensington, Ediciones Martínez Roca, 1976.  El experimento describe los procedimientos para entrenar enfermos terminales que, media hora después de haber sido declarados clínicamente muertos, podían prender y apagar un televisor. Se probó que algo inteligente sobrevivía a la muerte física.

CONSCIENCIA MÁS ALLÁ DE LA VIDA  del cardiólogo ateo Dr. Pim Van Lommel, Atalanta, 2012. Después de 20 años de seguimiento de experiencias cercanas a la muerte,  los hechos evidencian  que la consciencia es algo mucho más vasto y complejo que el cerebro y que sigue existiendo pese a la ausencia de toda función cerebral.

Por otra parte, los que han tenido alguna formación religiosa saben que Jesús vino a la tierra a cargar con el fardo de los pecados o errores del hombre; es decir, a expiarlos, para tener la autoridad moral  de indicar un camino de solución ante ESOS ERRORES.  Ahora bien, el PECADO produce la PÉRDIDA DEL SENTIDO MORAL; hasta ahí ha llegado la religión. ¿Pero qué produce la pérdida de ese sentido? Todos los delitos y perversiones; entonces interviene la ley.  

Así, los sufrimientos de Cristo a lo largo de su vida y acentuados en el Huerto de los olivos  son el signo del dolor que se siente por el  abandono de Dios, no porque él quisiera, sino porque los seres humanos decidieron hacerlo.  ¿Pero quién fue Cristo desde el punto de vista humano intentando hacer una breve descripción de algo fundamental?

Nuestra identidad como seres humanos reside en la conciencia; debido a que miles de millones de neuronas que constantemente se envían señales entre sí,  forman nuestra mente de la que nos sentimos dueños y señores. 100 mil millones de neuronas realizan 38,000 billones de operaciones por segundo. ¿Es eso el resultado del azar? No lo creo.

En la Biblia leemos que Adán fue creado como un ‘alma viviente’ que, para manifestarse en el plano material necesitaba, obviamente, un cuerpo. Y que esa persona hablaba con Dios; es decir, tenía la capacidad neuronal de conectarse con algo superior. Hoy lo hacemos mediante la oración. De ahí que los apóstoles le pidieran a Jesús que les enseñara a orar como él lo hacía, y nos dejó el Padrenuestro. ¿Qué demuestra esa petición?

Que entre Jesús y los apóstoles medió un proceso educativo mediante el cual actuó con paciencia hablándoles, corrigiéndoles, persuadiéndoles, insistiendo, animando; en fin, dando ejemplo al convivir con ellos. De esa manera podían usar su libertad de muchas maneras, preguntando, dudando, no estando de acuerdo,  que es el mismo proceso que querámoslo o no, seguimos con Dios en nuestros días, cuando lo asumimos como una relación.

Pero ese  intercambio viene mediado por una demostración de superioridad moral ganada mediante la muerte y resurrección del Maestro. Cómo hombre, ¿qué conexiones hicieron las neuronas de Cristo activadas por un conocimiento o revelación especial? No lo sabemos. Entonces sus seguidores, como diríamos hoy, se dividieron entre DISCÍPULOS, los que lo siguen e imitan por amor; a algunos les es dado hacer milagros como vehículos, no poseedores, de una verdad. ESTUDIANTES, los que se esfuerzan por comprender para amar.  ALUMNOS los que, sin una luz especial de la conciencia, empiezan su proceso elemental de transformación espiritual que es de lo que se trata el asunto.

Ahora bien, con lo anterior  planteo  una posibilidad de comprensión para   ciertos políticos que se consideran  creyentes especiales que no van a misa, pero creen en el compromiso de la teología de la liberación, como es el caso del señor Petro que otros consideran ateo, pero él se cree un cristiano de compromiso con los pobres; es decir, usa un término político para dejar el asunto a la interpretación de sus seguidores. Y así está el resto del país: en el remolino de las expectativas e interpretaciones en torno a la posible ‘verdad’ del presidente electo Petro.

Publicado en Columnistas Nacionales

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