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Pedro Aja Castaño   

“El buen médico trata la enfermedad; el gran médico trata al paciente que tiene la enfermedad.” William Osler

La ciencia y la medicina se ocupan del cuerpo, mientras la filosofía trata de la mente y del alma, tan necesarias para un médico como la comida y el aire. Noah Gordon

Como soy una persona mayor, los últimos amigos que he hecho se encuentran en el área de la medicina. Confiado sigo sus indicaciones y de vez en cuando les digo que hay tres profesiones que admiro y respeto: La de los médicos que se dedican a salvar vidas; la de los militares que exponen su existencia en aras de los demás y no se lo agradecen; y la vocación sacerdotal que muchos laicos comparten en el ingrato oficio de infundir esperanzas para que cada quien haga el esfuerzo de salvar su alma, si cree que la tiene.

Pues bien, el presente escenario post electoral que con la elección del señor Gustavo Petro ha producido una guerra de opiniones, me ha llevado a pensar en una ciencia muy concreta e informada como una propuesta ANALÍTICA que nos permita COMPRENDER cómo un país puede meterse en camisa de once varas, por no ocurrírsele pensar en términos diferentes al político.  Doy un ejemplo médico con una pregunta: ¿Cómo fundamenta un médico su credibilidad que, por extensión, podríamos hacérsela a Gustavo Petro como presidente? Respuesta: Mediante el diálogo analítico, no político, en busca del bien común.

Ejemplo. En un escenario médico la afección estomacal, la angina de pecho y el ataque cardíaco pueden tener síntomas muy parecidos (como ocurre en sistemas sociales). Incluso los médicos experimentados no siempre pueden distinguir la diferencia a partir de los antecedentes médicos de la persona y un examen físico. Por eso, en las salas de emergencias a las cuales se puede ir por un dolor en el pecho, de inmediato se hacen pruebas para descartar un ataque cardíaco. Es decir, CONSTATAN. Poco lo hacemos en la vida cotidiana. Y hoy menos, con tantas mentiras virtuales. (Y eso también lo hacen ciertos políticos; por lo que pretenden curar las ‘enfermedades sociales’ con fantasías y promesas).

Ahora bien, no voté por Petro ni lo haría así me prometiera esta vida y la otra, porque no prueba lo que dice. Y una persona educada es la que sabe cuando algo ha sido probado o no. Por lo que les haría una pregunta muy respetuosa a los médicos. Si ustedes leen que en un programa de gobierno que se titula COLOMBIA POTENCIA MUNDIAL DE LA VIDA hacen   alusión a su profesión de SALVAR VIDAS, pero  solo merece en ese programa de gobierno una frase política e insultante en relación con su dignidad e inteligencia personal, ¿Qué haría? La frase es: “salud para la vida y no para el negocio.” Personalmente no me dejaría enganchar por ese FALSO DILEMA y probaría esa falacia.

ESTUDIARÍA EL ESCENARIO DE ENGAÑO. El encabezado de la ley Estatutaria 1751 del 16 de febrero de 2015 dice: POR MEDIO DE LA CUAL SE REGULA EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA SALUD Y SE DICTAN OTRAS DISPOSICIONES, tiene como objetivoesgarantizar el derecho fundamental a la salud, regularlo y establecer sus mecanismos de protección. Sin embargo, Petro dice que para lograr la “salud para la vida y no para el negocio” impulsará la reglamentación de la ley y aquí viene mi duda: “en el marco de un gran pacto nacional.” ¿Eso qué significa? Algo que es científico, un tipo que no sabe de medicina, lo vuelve político.

Y me dediqué a analizar el texto de su propuesta de gobierno en lo pertinente a la medicina, poniendo en paréntesis asuntos obvios que resumo así: transitaremos hacia un modelo de salud preventiva y predictiva; (Actualmente se hace.); será público y universal (¿Cómo se financiará?); recuperación de la autoridad sanitaria (¿Desaparecerá el ministerio de salud?); eficaz y trasparente (¿A qué se refiere, la medicina o la política?).

Consejos territoriales de salud (Como en Cuba y Venezuela que ha tomado muchos años organizar y cuyo nivel de calidad es INFERIOR al colombiano); sistema único de información interpretativa (Que requeriría una cuantiosa inversión en sistemas y reorganización de la información médica, poniendo en peligro la salud de millones de personas, por falta de un diagnóstico apropiado en tiempo real, ya que se generaría una BUROCRACIA COORDINADORA DE TRANSICIÓN, adicional a la que existe).

SALUD INTERCULTURAL. Encontré esta definición: “La salud intercultural alude a la capacidad de moverse equilibradamente entre conocimientos, creencias y prácticas culturales diferentes respecto a la salud y la enfermedad, la vida y la muerte, el cuerpo biológico, social y relacional; percepciones que a veces pueden ser incluso contrapuestas.”

Ahora bien, este enfoque requeriría un salto significativo de nivel de conciencia y pericia científica.  Si quieren saber algo al respecto lean el libro “La biología de la creencia – La liberación del poder de la conciencia, la materia y los milagros” por el Dr. Bruce H. Lipton, biólogo molecular. Y si quieren profundizar en este asunto complejo, consulten en internet ¿PARA QUÉ SIRVE LA EPIGÉNETICA? Otra ocurrencia de Petro sobre una ciencia en ciernes.

Sigamos con lo que dice Petro: dignidad para los trabajadores de la salud (¿Cómo se les está ofendiendo la dignidad en este momento?); las mujeres en la salud (¿Qué significa eso?); choque intersectorial para enfrentar el hambre y la desnutrición; (¿Cómo se manejará ese ‘choque’?);  lucha contra la corrupción. Dice Petro: “recuperaremos los dineros públicos derrochados; (¿Cómo y en qué se “derrocharon“); reconocimiento de las deudas  al personal y a los prestadores de servicio. (¿Por qué no se les paga?)

¿A qué apunta Petro? A una innecesaria COMPETENCIA POLÍTICA mediante una confrontación de SISTEMAS DE SALUD originados en dos leyes: la ley Estatutaria 1751 del 16 de febrero de  2015 VS La ley 100. Mi humilde opinión es que hay que hacer una EVALUACIÓN OBJETIVA de lo que se ha hecho VS el costo y eficiencia de la nueva propuesta.

Pues bien, en mi biblioteca tengo EFECTOS DE LA LEY 100 EN SALUD – Propuestas de Reforma, publicado por Fedesarrollo en Marzo de 2011 cuyo primer capítulo hace “Un diagnóstico general del sector salud en Colombia: Evolución, contexto y principales retos de un sistema en trasformación.” Y encontré lo que sigue:

  1. La afiliación a un sistema de salud mejoró la percepción de calidad de vida, tanto en el campo como la ciudad.
  2. En la cobertura del régimen subsidiado Colombia pasó de una cobertura del 7,03 en 1997 al 23, 50 en el 2009.
  3. Los partos atendidos por personal calificado entre 1990-2005 pasaron de 81,8 a 96.4 ocupando el 4º lugar en Latinoamérica entre 12 países.
  4. Los niños vacunados contra DTP y sarampión mantuvieron un 91% de promedio.
  5. En ese mismo período la incidencia en la tuberculosis bajó al igual que la mortalidad infantil.
  6. De los 12 países latinoamericanos comparados Colombia fue el que más invirtió en salud en relación con el PIB, siendo superado por Uruguay.
  7. La tasa de fertilidad fue la que más bajó.

¿Qué proponía el nuevo sistema para mejorar la ley 100?)

  1. Crear un nuevo mercado de aseguramiento, con competencia entre las empresas aseguradoras, para mejorar la calidad del servicio.
  2. Crear competencia entre las instituciones prestadoras de salud.
  3. Regular la competencia.
  4. Introducir solidaridad en el financiamiento.

Pero el estudio tiene los siguientes siete capítulos, como para que tengamos una idea de la complejidad del asunto que, olímpicamente, el señor Petro resume en una frase. Capítulo 2: Evaluación del impacto de la reforma de 1993 al sistema general de seguridad en salud. Capítulo tres: Las determinantes de la calidad de la atención en salud: el caso del control prenatal. Capítulo cuatro: El sector salud en Colombia: Riesgo moral y selección adversa en el sistema general de seguridad social en salud (SGSSS). Capítulo cinco: Los costos no salariales y el mercado laboral: Impacto de la reforma a la salud en Colombia.  Capítulo seis: El mercado laboral y la reforma a la salud en Colombia: incentivos, referencias y algunas paradojas Capítulo siete: Eficiencia y sostenibilidad del Sistema de General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) Capítulo ocho: Comentarios finales, conclusiones y recomendaciones.

Y después de haber hecho el ejercicio anterior me metí a la página de la Organización Mundial de la Salud para ver cuál era el puntaje del NIVEL DE SALUD  en Rusia y encontré esta ‘pendejadita’: “En las condiciones modernas, los expertos mundiales estiman que la salud general de la población activa rusa (hombres de 18 a 60 años, mujeres de 18 a 55 años) es BASTANTE BAJA debido a la alta tasa de mortalidad, un nivel de mortalidad masculina significativamente más alto y una alta prevalencia de las principales enfermedades no transmisibles, especialmente las del sistema circulatorio, respiratorio y digestivo.”

Entonces mi pregunta es: ¿Por qué Petro quiere traernos un sistema médico de salud socialista, si en su país admirado no funciona?  Averigüemos cómo son esos servicios en Cuba, Venezuela, Corea del Norte etc. Y sin ir más lejos hagamos el mismo ejercicio con Canadá que quiere convertirse en socialista de acuerdo con los deseos de Trudeau.

Como puede verse, una vez construida la casa hay que hacerle adaptaciones porque somos un país rico en diversidad ecológica, recursos culturales para alegrar la vida y personas emprendedoras, pero pobre en billete y estructuras productivas. Solamente los ricos pueden darse el lujo de tirar la casa vieja y construir una casa nueva. Seguramente Petro es ‘rico’ en ideas; pobre en sentido común; porque las ideas para que funcionen tienen que convertirse en proyectos que cuestan billete.

Por lo tanto, volvamos al falso dilema de Petro con esta pregunta: ¿Es falso un negocio que prueba, con estadísticas, que la Ley 100 mejoró la salud de los colombianos? ¿Quién convirtió, con sus mentiras, un bien público en un mal social, debido a intereses políticos perversos? La izquierda colombiana. Y Petro es miembro de esa colectividad. Estudiemos y razonemos para que no nos engañen. Expliquemos ahora qué es lo que les pasa a los camaradas. Le dan al concepto ‘negocio’ una connotación negativa porque el negocio no es de ellos; pero si fuera del estado comunista, entonces el asunto sería ‘bueno’ para los miembros del partido.

Otra falacia comunista. La utopía del SOCIALISMO CIENTÍFICO ampliamente estudiada y rebatida por los especialistas que en esencia significa que los seres humanos pueden ser tratados como ratones de laboratorios porque se les considera como factores de un sistema mecánico de producción para el dios de los camaradas: LA ECONOMÍA. Y como siguen persistiendo en esa pendejada nos quieren convertir en robots.

Por otra parte, Petro soslaya el principal problema del mundo: LA SALUD MENTAL  que afecta el contexto nacional de bienestar que, con el narcotráfico ha hundido a un porcentaje preocupante de la juventud en el abuso de sustancias, los diferentes tipos de violencia, los trastornos mentales, el suicidio,  la confusión de principios y valores, la guerra inmisericorde de las bandas del microtráfico,  produciendo desplazamientos humanos impulsados por la mafia que redundan en el debilitamiento del estado para que caiga como fruta madura. Pero eso no ocurrirá.

Además, un ACUERDO NACIONAL sin estructura comunitaria para la acción y defensa de sus intereses, en un país como Colombia con áreas dominadas por la subversión, es una invitación clara para que esas personas, sin ninguna calificación para gobernar, entren a formar parte de un nuevo contubernio político como se empieza a ver. Y todos estos escenarios, tarde o temprano, afectarán a la comunidad médica como bien social.

Publicado en Columnistas Nacionales

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