Escucha uno en la radio que si el debate obligado de candidatos es legal o ilegal; que Hernández es una cosa y Petro otra; de lo gaseoso del cambio petrista; que a los pobres periodistas los tratan mal como si esos señores fueran una pera en dulce; que hay que esperar a ver qué pasa, que ha sido una campaña compleja, etc. Y aunque todas esas cosas pueden ser ciertas o falsas, cada quien ya ha decidido por quién votar. Por lo que este ejercicio no es para ellos, sino para intentar comprender ser conscientes del verdadero meollo de las decisiones. De ahí que se me haya ocurrido comparar la toma de decisiones con el DIFICIL seguimiento y utilización de mapas.
Porque los seres humanos pueden justificar cualquier cosa como un mal menor, si tienen que justificarse solo ante sí mismos. De ahí que tengan que gobernar con sus múltiples falencias inventándose CÓDIGOS DE ÉTICA DE BUEN GOBIERNO que ve uno desplegados en todos los Palacios Presidenciales del mundo. Pero cada quien sigue gobernando con su peculiaridad, que es más fácil de manejar, que el esfuerzo consciente de ser mejor. ¿A quién quieren engañar? Nadie es tonto. Pero, por si acaso, he aquí una propuesta de la utilidad de tener mapas mentales sobre candidatos.
¿Para qué usamos mapas, físicos o mentales? Usamos los mapas físicos para determinar nuestra posición física exacta en la tierra. Y nos valemos de los mentales, para conocer y asumir nuestra posición en la vida en relación con la ética y los antivalores. Así, la orientación trata de poder seleccionar el mejor camino para llegar a un punto concreto o a un objetivo deseado. ¿Qué país queremos? Propondría yo. Sin embargo, aunque muchos no saben usar mapas físicos, saben en qué lugar de la tierra están parados. Mientras que en relación con su posición en la vida sencillamente ¡No saben en dónde están ubicados!
Cuando nos enfrentamos a un mapa físico debemos saber de flechas de orientación norte, barras y texto de escala, leyendas, marcos, convertir elementos de mapa en gráficos, tener un conocimiento del territorio, guías expertos, ayudas para el viaje, etc., lo que genera confianza para emprender una exploración seria o una aventura. Además, los mapas pueden ser muy detallados o generales dependiendo del uso que se les quiera dar. En una confrontación armada los contendores conocen bien el territorio y los mapas ayudados hoy por el GPS.
¿Cómo se conforman los mapas mentales? De ideas, creencias, afectos, amenazas, ansiedad, autoconsciencia o falta de ella, información, búsquedas, éxitos y fracasos, enfermedades, perspectiva de ultimidades o falta de ella, conflicto, conocimiento, cultura, inteligencia o estupidez, deseos, cosas conocidas o desconocidas, etc., Todos estos factores están en los mapas mentales de los candidatos. Pero la pregunta es: ¿Cuál de esos factores tendrá preeminencia sobre los otros? Por lo que siendo los mapas mentales de los candidatos muy complejos, variando los de los electores de persona a persona según su talante, de acuerdo con la ciudad o el territorio, y la forma como ese mapa se origina, cambia o adapta según las circunstancias; o se mantiene inamovible, LA DECISIÓN ELECTORAL es bastante difícil.
De ahí que mientras se dice que hay un empate técnico, por otra se rumoran intentos de fraude con un software sospechoso que adapta resultados parciales cambiando votos, sin afectar el total del conteo electoral. Vaya uno a saber.
Por eso, en la presente confrontación política en la que lo que se enfrentan son mapas mentales, difíciles de entender o leer, los resultados pueden ser un arma letal para la sorpresiva guerra psicológica. Pero muchos se olvidan de algo sencillo: el mapa no es el territorio, bien sea el físico o mental; por eso unos y otros se llevarán sorpresas.
El lío es que también se utilizan los mapas mentales para obtener resultados con respecto a objetivos sencillos; es la lista de pequeños logros que uno se pone para un día común y corriente, aprender un idioma, obtener un crédito en una situación que requiere esfuerzo, etc. De ahí que sea una solemne estupidez que el MAPA MENTAL DE UNA PERSONA pretenda regir, a la brava, los mapas mentales de miles, aunque exista algo llamado contrato social de la democracia. Por eso es peligroso afectar el mapa mental de los pequeños electores, sencillamente porque el MAPA MENTAL ES LA VIDA, no es un voto.
De lo anterior se desprende que, si los mapas físicos establecen los puntos cardinales para orientación en el espacio, los mapas mentales también tienen sus puntos cardinales: el bien, el mal, lo correcto e incorrecto, como referencia para orientación en la vida. Ese es el temor de un gobierno comunista; que descomponga la orientación vital de la sociedad. Así que fácilmente podemos concluir que por diversos motivos la BRUJULA MORAL de la actual sociedad está dañada, lo que se presta para confusiones, delitos, cinismo, etc. en el que ciertas personas se creen el GPS MORAL de los otros y muchos no se dan cuenta del engaño hasta cuando se encuentran en un callejón sin salida en una barriada oscura de donde salen de todas partes los bandidos de oficio para asaltar al incauto. Y la cosa no se resuelve con que el gobierno diga que va a actuar de acuerdo con la ley para prevenir ese desenlace; sino que lo que haga sea correcto de acuerdo con la expectativa ética de todos, para garantizar la legitimidad del estado.
