Sin esta democratización accionaria a través de las bolsas de valores que les dan consistencia y seriedad a estos procesos, no hubiera sido posible que empresas tan grandes como Coca Cola, Disney, Microsoft, Apple, o Amazon, hubieran conseguido ese tamaño.
A manera de divertimento les voy a mostrar cuánto se demoran algunas de esas enormes corporaciones en facturar UN MILLÓN DE DÓLARES en ventas.
Es una manera de medir su poderío económico.
Mc Donalds: 21 minutos
Starbucks: 15 minutos y 8 segundos.
Netflix: 13 minutos y 50 segundos.
Uber: 12 minutos y 48 segundos.
Coca Cola: 11 minutos y 32 segundos.
Nike: 10 minutos y 26 segundos.
American Express: 8 minutos y 12 segundos.
IBM: 8 minutos y 58 segundos.
Tesla: 6 minutos
Fedex: 5 minutos y 58 segundos.
Disney: 5 minutos y 52 segundos.
Nvidia: 4 minutos y 59 segundos.
AT&T: 4 minutos y 19 segundos.
Facebook: 3 minutos y 33 segundos.
Home Depot: 3 minutos y 32 segundos.
Samsung: 2 minutos y 29 segundos.
Costco: 2 minutos y 13 segundos.
Microsoft: 2 minutos y 6 segundos.
Google: 1 minuto y 36 segundos.
Apple: 1 minuto y 26 segundos.
Amazon: 54 segundos.
Walmart: 48 segundos.
De veras es impresionante la velocidad de estos conglomerados para producir el dinero.
Generan millones de empleos y pagan en impuestos toneladas de dinero a los gobiernos donde actúan.
Y tienen en sus equipos directivos a los mejores ejecutivos del planeta.
Ese es el capitalismo puro y duro.
En cada uno de esos conglomerados hay siempre una persona o un grupo familiar dominante en el número de acciones, que también tienen que ver con el nacimiento de la empresa.
Pero como norma general el 60% de esas acciones o más, están en poder del público.
Es un capitalismo democratizado que reparte dividendos de sus utilidades a millones de accionistas.
Y valoriza en el tiempo la inversión del público, que les confió su dinero.
¡Un gana-gana para todos!
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