El país está a una semana de la fecha escogida por los organizadores, para hacer unas voluminosas marchas anti petristas y mostrarle a Gustavo Petro, que las mayorías ya no lo acompañan y que en contrario, la fuerza opositora es hoy descomunal.
Veamos.
Uribe.
El Uribismo, más que el mismo CD, anda alerta y dispuesto como nunca a salir a respaldar a su jefe natural Álvaro Uribe.
Y no es para menos.
Toda la fuerza gubernamental anti-Uribe, está alineada para encarcelarlo.
No hay una sola prueba que vincule directamente a Álvaro Uribe con la compra de testigos.
Pero toda la maquinaria del Gobierno, y ahora una nueva Fiscal, de la línea gubernamental, han cambiado las cosas.
Antes la Fiscalía recomendó archivar el proceso, así como la Procuraduría.
Ahora con la nueva Fiscal, y toda la presión desde la Casa de Nariño, la Fiscalía lo acusa de “determinador”, en la compra de testigos, y un juez lo llamo a juicio.
Es demasiado evidente que se trata de un juicio cargado de política, de revanchismo y de injusticia.
Y eso tiene con el pelo parado a todo el Uribismo, que como nunca antes saldrá a las calles a apoyar a su jefe.
Petro.
Adicional a todo el descontento y la frustración que vive Colombia con un gobierno abusivo, errático y sin ejecución, que no ha sido capaz de resolver, ninguno de los problemas del país y sus regiones, aparece una ola enorme de saqueo y corrupción al erario público, que vive hoy la plena impunidad.
Los pasaportes y los camiones de la Guajira son muestras de una avalancha de corrupción por la que no responde nadie, en este gobierno.
La caída de la arrevesada y peligrosa reforma a la salud, motivó la decisión de Petro, de intervenir dos grandes EPS, como Sanitas y la Nueva EPS, que con las demás intervenciones anteriores a la rabieta, suman 27 millones de usuarios.
Hay pues un desconcierto total en el sistema de Salud colombiano, donde el deterioro en el servicio, salta a flor de piel.
Todos los actores de ambos lados del escritorio van a salir a marchar.
Médicos, ayudantes, enfermeros, administrativos, camilleros y millones de usuarios del sistema, tienen hoy y como nunca antes, un motivo enorme y apremiante para marchar.
La reforma pensional que se mueve accidentadamente en el Congreso y que seguramente terminará hundida como las reformas a la política y a la salud, también aportará varios millones de nuevos marchantes.
Son 18 millones de ahorradores para pensión en los Fondos privados que Petro quiere arrasar.
Colpensiones y el Seguro Social que ya se robaron, son empresas públicas manejadas por políticos.
Y los colombianos no vamos a permitir que el gobierno maneje el ahorro pensional, como en Argentina que el gobierno se lo robó en su totalidad.
Esos millones de ahorradores que hoy ven con enorme preocupación la politización y corrupción de sus pensiones, también van a salir a las calles.
El pronóstico entonces es muy optimista para los opositores al gobierno Petro.
Y catastrófico para un gobierno al que ya se le cerraron todos los apoyos y los caminos constitucionales.
Y no le queda más que el pueblo.
Y ese pueblo hoy tampoco lo acompaña.
¡Lo veremos el domingo 21 de abril!
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