Además, lo conoce el 99% del electorado. O sea que su opción de crecer no es mucha, frente a otros aspirantes que tienen 40% de reconocimiento.
Ese es el panorama actual para Gustavo Petro, quien, de acuerdo con la Gran Encuesta, contratada por un grupo de Medios de Comunicación con la firma Yanhaas, tiene un 27% de intención de voto. Lo siguen el voto en blanco, con 19% y el sorprendente Rodolfo Hernández marcha en tercera posición, con el 12%.
Es cierto que Petro lidera con holgura la encuesta, pero estos estudios más que mostrar realidades inobjetables, reflejan tendencias. Y la tendencia de Petro es al estancamiento.
Es increíble que un personaje que lleva cuatro años apareciendo en los medios y dando lora en las redes sociales y al que conoce el 99% de la población no llegue siquiera al 30% de la intención de voto.
Ni la supuesta entrevista con el Papa, ni la reunión con el Presidente del Gobierno Español, ni, por supuesto, su aparición ‘tronado’ en una manifestación, le han servido.
Mejor dicho, el hombre de la Colombia Humana prácticamente tiene hoy los mismos adeptos que hace cuatro años. Sí, sus seguidores le son incondicionales, pero no ha logrado sumar respaldos adicionales.
El gran problema de Petro es que no consigue seducir a votantes de la centro izquierda, que como buena parte del país, lo ven como un extremista. Así ahora quiera posar como socialdemócrata. Puede que en Europa le coman cuento, pero aquí lo conocemos y tenemos claro en qué parte del espectro político está.
Y si el gestor del Pacto Histórico (un pacto que es de yo con yo) en cuatro años no ha conseguido captar a un grupo significativo de adeptos, no creo que lo vaya a lograr en tres meses.
Y menos, después del 13 de marzo cuando dejará de haber tanto candidato y quedarán los que son.
Lo peor que le puede pasar a alguien que aspira a ser Presidente de la República es generar miedo. Y Petro causa pavor en buena parte de la población. Eso fue lo que le impidió a Álvaro Gómez, que tenía todos los méritos para llegar a ese cargo, acceder a él.
Petro sabe que esta es su última oportunidad de llegar a la Presidencia. Si la deja pasar, apaga y vámonos, porque en los próximos comicios estarán Claudia López y otros integrantes de la izquierda que no causan el temor que él ocasiona.
Y ya se le está notando el desespero. Prueba de ello es el burdo escándalo que le montó a Alejandro Char, con la generosa colaboración de su socio Nicolás Maduro, en el que, hasta el momento, solo pudo revelar que el exalcalde de Barranquilla le puso los cuernos a su esposa.
Espero no equivocarme, pero al paso que vamos, cuando el hombre de la Colombia Humana parta de este mundo, y el día esté lejano, en su lápida dirá: “Aquí yace el próximo Presidente de Colombia”.
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Si por esos giros que da la política, a segunda vuelta llegan Petro y Rodolfo Hernández, votaré por este último por un sola razón: por malo que sea su gobierno, al menos sabremos cuándo terminará.
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https://www.elpais.com.co/, Cali, 10 de febrero de 2022.