Indignante el caso de los municipios de La Guajira, donde ya se conoce quiénes serán los personeros elegidos. Esta situación no solo es inaudita, sino que también arroja una sombra de duda sobre la transparencia y legitimidad del proceso, dejando en entredicho la integridad de las instituciones encargadas de llevarlo a cabo de manera transparente y justa.

La elección de personeros no es un asunto trivial. Se trata de un proceso de la mayor importancia para asegurar la protección de los derechos humanos y la defensa de los intereses de la ciudadanía. Sin embargo, cuando este proceso se ve empañado por la corrupción, se corre el riesgo de que los personeros electos no representen los verdaderos intereses de la comunidad, sino más bien los intereses de los grupos políticos que colocan a la persona en esa posición.

Por eso, es imperativo que las autoridades competentes tomen medidas efectivas para garantizar la transparencia y equidad en ese proceso.

Es esencial implementar mecanismos de control y supervisión para detectar y sancionar cualquier irregularidad que pueda surgir. La ciudadanía merece un proceso electoral que brinde confianza y garantías, y no uno que favorezca a intereses particulares de los politiqueros.

La participación ciudadana en dicha elección es un factor que puede contribuir a imprimirle confianza al proceso. La comunidad debería tener voz y voto a través de organizaciones legalmente constituidas en la elección de las personas que estarán encargadas de velar por la protección de sus derechos. La promoción de la participación activa de la ciudadanía en este proceso fortalecería la legitimidad de los personeros electos y garantizaría que estén verdaderamente comprometidos con el bienestar de la comunidad.

En el marco legal, es crucial recordar que, de acuerdo con el artículo 24 de la Ley 617, los personeros municipales también tienen la responsabilidad de ejercer funciones de veedores del tesoro público. Esto implica velar por el cumplimiento de los principios rectores de la contratación administrativa, supervisar los objetivos del control interno, evaluar la ejecución de obras públicas y exigir informes sobre la gestión de los fondos municipales, entre otras responsabilidades.

Las funciones de estos cargos son de vital importancia para la correcta administración de los recursos públicos y el cumplimiento de las normativas legales. La falta de garantías en el proceso de elección pone en riesgo la eficacia y la integridad de sus funciones, comprometiendo así el buen funcionamiento institucional de quienes deben velar por el bienestar de la sociedad.

En este contexto, es fundamental que la ciudadanía se mantenga alerta y exija transparencia y equidad en el proceso de elección de personeros en todos los municipios. Solo a través de la participación activa y vigilante de la sociedad se podrá asegurar que quienes sean elegidos representen genuinamente los intereses de la comunidad y no los de algunos grupos de poder que se roban hasta un hueco.

La elección de personeros en los municipios colombianos, y en particular en La Guajira, requiere una revisión profunda y urgente para impedir que sigan socavando la democracia y menoscaben las instituciones encargadas de salvaguardar nuestros derechos. Es hora de exigir un proceso electoral transparente, participativo y justo, que garantice la escogencia de personeros comprometidos con el bienestar de la sociedad y la correcta gestión de los recursos públicos. La ciudadanía merece y debe exigir un proceso que refleje los principios fundamentales de la democracia y asegure la adecuada representación de sus intereses.

PUNTOAPARTE. Sea la ocasión oportuna para desear feliz Navidad a todos los medios a través de los cuales se publican mis columnas todas las semanas, y a mis amables lectores junto con sus familias. Muchas gracias.

Y como dijo el filósofo de La Junta: "Se las dejo ahí..."

@LColmenaresR