¿A Usted, trabajador o profesional que vive en Villamaría, Neira, Palestina o Chinchiná pero trabaja en Manizales, le intensaría que se abolieran los peajes existentes entre estos municipios y se le facilitara su transporte y medios de comunicación?
¿A Usted, habitante de cualquiera de los municipios mencionados, le interesaría que se hiciera un esfuerzo común con aportes del gobierno nacional para desarrollarnos como potencia industrial, comercial, agrícola, universitaria y de servicios?
Si la respuesta a estos interrogantes es si, Usted tiene la oportunidad de materializar esos deseos, y otros incalculables beneficios, votando el próximo 26 de noviembre SÍ al Área Metropolitana. La participación es importante porque es la forma de volver realidad el sueño de potenciarnos como región y volvernos fuertes, visionarios y desarrollar proyectos que involucren los diferentes municipios, sin perder autonomía y sin hacer mayores esfuerzos presupuestales.
Al aprobar esta iniciativa podríamos pensar, por ejemplo, en el “Corredor Turístico Verde” rehabilitando el trayecto del antiguo ferrocarril de Caldas e irrigando en toda la zona las potencialidades de sus alrededores. Podríamos restaurar la comunicación entre Chinchiná y Villamaría vía La Floresta, que hoy se encuentra suspendida por un derrumbe que a nadie parece interesarle despejar; o la comunicación Neira vía Aguacatal bajando hasta el kilómetro 41 lo que significa una comunicación expedita entre el norte y el occidente de Caldas; y desde el mismo kilómetro 41 invertir en la vía que lo comunica con Arauca y Palestina aprovechando Pacífico III. Es decir, por ejemplo, una familia residente en Neira podría salir a pasear a los centros de recreación de Santágueda con el pago de un solo pasaje urbano, cómodo, expedito y ágil. Y ni hablar de los contactos comerciales y transaccionales de los municipios que se encuentran aislados o encerrados por falta de exposición ante el mundo.
Tendríamos entonces una ampliación del espectro regional y se podría ofrecer como concentración turística, comercial, industrial y de servicios atrayendo la mirada del mundo por la diversidad de climas, paisajes y micro culturas.
El apoyo democrático al Área Metropolitana nos traería también la posibilidad de organizar un sistema integrado de transporte regional que beneficie a usuarios, transportadores e inversionistas del área de influencia. Igualmente, la implementación de un plan de ordenamiento territorial que nos permita crecer organizados, con visión de región más fuerte y poderosa.
Y como existen dudas sobre injerencias políticas o beneficios particulares, hay que aclarar que esos temores son infundados y, en algunos casos manipulados, con un objeto salido de toda lógica. El gobernador de Caldas busca dejar autorizado un instrumento de trabajo regional que ni él, ni los gobernadores entrantes, podrán usufructuar económica o políticamente. La gobernación no hace parte del Área Metropolitana ni participa en su junta directiva. Por el contrario, Luis Carlos Velásquez viene haciendo un trabajo solo de articulación de fuerzas, y ese trabajo iría hasta el 26 de noviembre. Al día siguiente, el Área Metropolitana tiene que entrar a funcionar de acuerdo con la ley y a organizarse bajo el régimen preestablecido, donde participan todos los municipios por igual en cabeza de sus alcaldes y representantes de los concejos, y las decisiones se adoptan por mayorías de votos, y cada miembro tiene un voto igualitario sin importar población, área, patrimonio o extensión.
Existe también el temor de que Carlos Mario Marín, por ser el alcalde del municipio núcleo, pueda trasladar sus torpezas a este nuevo ente. Y hay que insistir en que no es posible que esto suceda, pues la votación se hace faltando 34 días (¡por fin!) de este gobierno y mientras se organiza y se establece jurídica y administrativamente, ya ha pasado ese tiempo.
De manera que, si queremos que esto se convierta en realidad, debemos salir a votar en nuestro municipio por el SÍ al Área Metropolitana y volver un sueño de región en la verdad del futuro próximo.