Columnistas Nacionales
Ariel Peña
Miembros de la denominada izquierda marxista, pregonan el cambio del sistema económico, lo que representaría montar una dictadura, utilizando las elecciones del 2022 (en caso de que las ganen), en donde las fuerzas totalitarias se apoderarían de todos los hilos del poder, para esclavizar a las masas, conculcando absolutamente las libertades individuales a fin de que un Estado omnímodo, convierta a los ciudadanos en víctimas de la coacción liberticida, que buscará la docilidad absoluta de la población usando la fuerza bruta; por lo que es necesario desenmascarar desde ahora, el sistema económico que nos quiere vender la faja comunista.
Pedro Aja Castaño
El gran cambio es lo que tiene que ocurrir para que el planeta se convierta en el Reino de Dios en la Tierra, como lo promete el Padrenuestro: “Hágase tu Voluntad en el cielo como en la tierra” Y Dios cumple sus promesas. Veamos lo que ha pasado a través de los siglos.
Darío Ruiz Gómez
Si algo define el rechazo que se está dando hacia la clase política hoy en muchos países, y por supuesto en Colombia, es el cuestionamiento que la ciudadanía hace al concepto de representatividad; reacción que puede comprobarse en la altísima abstención electoral en Estados Unidos, donde ha alcanzado el 55% y en Colombia donde estas cifras han sido más altas.
Juan David Escobar Valencia
“El mejor escenario de la soberbia sin capacidad serían las elecciones de 2022, en las cuales el país enfrenta un riesgo aterrador: tener como presidente al fruto de la alianza entre dos Ícaros criollos, Fajardo y Petro, cuyos egos gigantes contrastan con sus escasas y desplumadas capacidades”.
John Marulanda*
Mientras seguimos calibrando las consecuencias para la región de la “Caída de Kabul”, miremos algunos hechos interesantes en nuestro entorno cercano.
Francisco José Tamayo
¡Se lanzó Alejandro Gaviria, sin paracaídas ni flotadores! Dejó tirada la rectoría de Los Andes en manos de su vicerrectora, encargo que, por lo visto, se ha politizado indebidamente, porque todo lo que toca Santos, lo transforma a su manera. Así se puso el paño: el respetable exrector ni siquiera lleva botiquín, ni cremitas para quemaduras… ¡Mucha gracia! ¿Nada de nada?