Rafael Uribe Uribe
Rafael Uribe Uribe
El salvador de la civilización, del planeta y de los atrevidos capitalistas del norte causantes del calentamiento global, cada vez internacionalmente hace el oso mas peludo con sus descabelladas propuestas como las de acabar con el petróleo, el gas y el carbón, antes de tenerles reemplazo. Me parece que sobre este tema deben verse las dos caras de la moneda antes de soltar la teoría de que estamos acabando con el planeta.
Rafael Uribe Uribe
Precios internacionales.- Es el argumento para justificar el alza de precios de la gasolina. No me opongo a que haya ajustes para cubrir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, pero no me cuadran los números del gobierno. En los Estados Unidos, es gran promotor de la libertad de precios y desde mi llegada a este país el mes pasado he estado atento a los precios de la gasolina corriente que han venido fluctuando entre los US$3.15 por galón que a la TRM de hoy equivalen a $12.326, y los US$2.70 que serían $10.565; en lugares que requieren transporte terrestre más largo, como Key West, el precio es de US$ 3.45 el galón, es decir $13.500 al promediar estos precios el valor por galón sería de $12.130, cuando en Medellín se ubica en los $ 15.500. Habría que agregar la diferencia en impuestos y cargos que en Estados Unidos son del 3,5% ya incluidos, y en Colombia del 18% para llegar a un precio internacional de $13.900, estamos ya $1.600 por encima, deberían decirnos la verdad ¿están cubriendo el déficit del ACPM con la diferencia?, sería lo lógico y hasta la gente lo entendería.
Rafael Uribe Uribe
He recalcado con frecuencia los desatinos de Petro. Su llegada al desgobierno la atribuyo a un justo castigo por la insolencia de compatriotas que abusaron de sus privilegios en desmedro de sus empleados, de los más necesitados y el rechazo a Dios por equivocados caminos. ¿Será que ante estos acontecimientos despertarán de su letargo?
Rafael Uribe Uribe
No cabe duda sobre la eficiencia de nuestro gobierno, decide después de visitar el mejor de Latinoamérica, Venezuela, ofrecer la posibilidad de asociar a Ecopetrol con la muy eficiente Pedevesa que antes del gobierno de Hugo Chávez producía 3’500.000 barriles diarios de petróleo y con su destreza y la de sus notable sucesor, Nicolás Maduro, lograron llevarla a los 800.000 barriles diarios y a una situación financiera cercana a la quiebra de la que también, el avispado presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ante un promesa de Maduro que ya incumplió como es debido en la izquierda radical, da alivio de rescate a la empresa moribunda.
Rafael Uribe Uribe
Me pidió un amigo facilitarle la conferencia que el pensador, como yo prefiero llamar al general Uribe, dictó en 1904 sobre este tema. Como me había desentendido de estos asuntos, me dio por repasar su lectura y no resistí traer a colación estos párrafos que contrastan con el socialismo del siglo XXI que pretenden imponernos.
Rafael Uribe Uribe
Como anillo al dedo cae esta frase que nuestra madre empleaba con nosotros para corregir las pequeñas travesuras. Lo vivimos en estas elecciones, los seguidores del presidente en casi todas las regiones y los congresistas espurios que han vendido su conciencia ante la tentación de la abundante mermelada obtuvieron tremendo batacazo, la derrota del “cambio” torcido en sus proyecciones. Las votaciones, en general, fueron tranquilas, masivas, y los resultados contundentes, castigaron doblados y vendidos; la mayoría de los funcionarios y congresistas no tuvieron en su niñez nuestra suerte, hoy no se corrigen, hacen lo que les viene en gana, chupen... en las urnas encontraron su castigo.
Rafael Uribe Uribe
La patria está al borde del socialismo del siglo XXI si perdemos estas elecciones; el comportamiento de los partidos, los egos y deseos de aspirantes a cargos públicos hacia allá nos llevan.
Rafael Uribe Uribe
En esto se han convertido la mayor parte de nuestros congresistas, sucumben ante las migajas de la mermelada y el reparto de puestos y prebendas para sacar adelante leyes que van hacia la destrucción de lo que marcha, en lugar de construir sobre lo bueno para mejorarlo, no solo van en detrimento del pensamiento de la inmensa mayoría de los colombianos sino contra el mandato de sus electores.