Benedetti, autor del escándalo de los quince mil millones con sobrada razón sale del país como pepa de guama, dejando a oscuras la media de güisqui que bebió o el porro verde que supuestamente se fumó o el polvito blanco que dicen pasó por su nariz; Laura Sanabria, la insultada, brazo derecho del presidente, está en la calle y, la “sirvienta”, es víctima; otros involucrados en los escándalos saldrán tomando vuelos, suicidándose o de cualquier otra manera que parezca válida porque este gobierno es más ducho que el de Samper y Petro más terco, ególatra, enfermo y rencoroso.
La ex de Roy Barreras entra por la puerta grande a la Comisión de Acusaciones de la Cámara junto con avezados integrantes del Pacto Histórico, parte importante de los encargados de tramitar las acusaciones allí radicadas que no pasarán de ser un saludo a la bandera. Y para que no quepa duda, al magistrado del Consejo Nacional Electoral que redacta la ponencia sobre gastos no registrados en la campaña se la quieren quitar y, al Registrador, le aumentan el sueldo. Entonces fácil, todo fue a mis espaldas o, de malas, yo no lo crie.
La fiera herida se vuelve peligrosa, a todos los que la miran o se le acercan los ve como enemigos oscuros y no para mientes para atacar o amenazar. En su discurso este tema quedó claro: los medios de comunicación, los ministros que no obedezcan, el congreso, los magistrados y la constitución son un estorbo y si están fuera de sus egos se van, porque gobernará el pueblo donde harán su papel los colectivos estilo Chávez y Maduro, las Guardias Campesinas, Indígenas y Cimarronas, el ELN, las disidencias y otras “para ir más allá”, como lo prometió en su discurso, lo cual no sabemos que es, pero se intuye.
Los grupos armados ilegales ya tienen bajo su dominio grandes regiones a las que solo pueden ir quienes tienen su permiso, el ELN durante el cese al fuego ya tiene patente de corso y, allí, donde dominan, los ciudadanos tendrán que votar bajo la amenaza del fusil por “quienes ellos digan”.
Pretender que renuncie es tan complejo como quitarle la tabla a un náufrago, creer que se caerá es desconocer el criterio marxista leninista al que pertenece que parte de la base de que nada les importa, tienen claros sus objetivos, lo vemos en Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia y como los egos, negocios y miedos impiden una unión férrea de oposición o anestesia a quienes deberían ser líderes, las esperanzas se esfuman. Sumase la adición a la mermelada que supera el temor a la diabetes de quienes venden su conciencia y ahí tenemos la respuesta.
¿Será Colombia capaz de despertar?
El Rincón de Dios
“Dios te permite que llores, en ocasiones que grites. Lo que nunca va a permitir es que te rindas”.