El próximo 5 de mayo se cumplen 204 años del natalicio del señor Karl Marx, que ocurrió en Tréveris-Alemania; a dicho personaje la mamertería lo sigue considerándolo como un coloso, pero la aplicación práctica de sus dogmas lo único que le han aportado de importancia a la humanidad es una cifra cercana a 150 millones de asesinatos, convirtiéndose el marxismo en una secta genocida y burocrática, cuyos integrantes principalmente las élites se creen predestinados, no se sabe por cuál deidad, para someter a sus instintos perversos a los demás mortales; debe de ser por los dogmas del materialismo histórico y la inevitabilidad(como lo hemos dicho en otras ocasiones) ya que de acuerdo a los conceptos supersticiosos que eructaba Mao Zedong: “ se tendrán que cumplir por encima de la voluntad del hombre”.
De acuerdo con algunos analistas de la llamada “obra cumbre” de Marx, titulada “El Capital”, cuyo primer tomo se publico en 1867, eso no fue más que un plagio ampliado del libro “¿Qué es la propiedad?”, del francés Pierre-Joseph Proudhom, publicado en 1840, resaltando que el francés seguía las ideas libertarias que eran contrarias a los planteamientos totalitarios de Marx, el cual consideraba que mediante la dictadura se llegaría al paraíso (sin Estado), ignorándose en cuántos milenios, debido a que cuando una dictadura comunista se toma el poder en las naciones es por toda la eternidad, llegando a fundar monarquías como ocurre en Norcorea con los Kim.
Los fracasos del marxismo en casos concretos como el de la caída del muro de Berlín en 1989 y la debacle de la URSS en 1991, en una forma cretina lo explican los comunistas totalitarios, como una mala aplicación del marxismo, o una pésima interpretación del mismo o que el fracaso fue del revisionismo; cuando la esencia del marxismo es el absolutismo que considera al Estado como si fuera su dios “principio y fin de todas las cosas”, dado que el comunismo totalitario junto al fascismo y al nazismo siguen la escuela hegeliana, de ahí que la falta de vigencia histórica del marxismo se tiene ver, por lo inhumano de sus planteamientos.
EL genocida de Lenin fiel seguidor de Marx, planteaba que para que existiera una situación revolucionaria, las masas deberían sufrir más de lo habitual, eso es concordante con la desenmascarada que le hizo Bakunin a Marx en la Internacional de los trabajadores en el siglo XlX, porque el dirigente libertario de manera diáfana le esbozó al padre del comunismo totalitario lo que pensaba acerca del Estado que concebía Marx, y le decía: “La esclavitud política del Estado, reproduce a su vez y mantiene la miseria como condición de su existencia”, lo que significa que los comunistas necesitan de la miseria de las masas no solamente para conquistar el poder, sino también para perpetuarse en él, sin importarle un bledo el desarrollo social y humano de los pueblos, y esos casos los tenemos de forma patética aquí Latinoamérica con las naciones que han caído en el socialismo del siglo XXl, que según Fidel Castro(1926-2016) es el que el mismo Marx definió como comunismo, afirmación hecha en el 2010.
Los seguidores del marxismo como cualquier otra secta, dicen que es “todopoderoso” porque es exacto, lo cual es completamente falso, en vista de que el arma predilecta del comunismo totalitario durante su existencia ha sido la bestialidad. Y Antonio Gramsci, comunista italiano quien murió en 1937, hace un batiburrillo malévolo entre el maquiavelismo y el marxismo, en donde la razón desaparece, para dar paso al “todo vale” y alcanzar la dirección del Estado, dándole connotación de príncipe al partido comunista o a las caretas que se utilicen para engañar al pueblo.
El ignominioso marxismo no es científico si no supersticioso, al ser desastroso para la humanidad, porque la ciencia es el conocimiento exacto que se da por medio del estudio, la experimentación y la observación, buscando el bienestar de la humanidad, pero el marxismo por ser la organización criminal más grande que se conoce en todos los tiempos es enemigo del género humano, cuyas camarillas lo que les interesa es el poder sin importarle el sufrimientos de la población, como lo vemos con toda claridad en los países que han caído bajo la férula del comunismo totalitario.
La maldición comunista que creó el señor Marx, también tienen una repercusiones catastróficas para el planeta, es el caso inocultable de China, país manejado por una camarilla marxista que es la nación más contaminadora de la tierra por los gases de efecto invernadero que envía a las atmósfera, cuya cifra es cercana a 13 mil millones de toneladas de dióxido de carbono anualmente, más del doble que EEUU; siendo China responsable del 30% de las emisiones totales de CO2. A lo que indiscutiblemente se debe agregar la responsabilidad del Partido Comunista de China en el origen y la propagación por el mundo del Covid-19, que ha causado millones de muertos e infectados, siendo la peor tragedia en la tierra después de la Segunda Guerra Mundial.
Surge la pregunta: ¿por qué el país asiático llegó a esa situación, de ser el primer responsable de poner en peligro la vida en la tierra con la contaminación ambiental? Sencillamente porque hace 45 años la cúpula del Partido Comunista de China sabia que el socialismo planteado por Marx era inviable, entonces para no perder el poder político ante los levantamientos que se estaban gestando, la camarilla del partido optó por impulsar una economía capitalista de libre mercado a cambio de conservar por parte del partido comunista el poder político, y para ello se aliaron con las grandes transnacionales, superexplotando a los trabajadores chinos; además no se puede pasar por alto que fue China el país en donde se cometió el genocidio más grande en la historia, por parte de los comunistas con 80 millones de asesinatos, durante la colectivización y la revolución cultural, quedando demostrado las “bondades” del comunismo totalitario que inspiró el señor Karl Marx.
No cabe la menor duda, acerca de que la dogmática de Marx ha sido una calamidad para toda la humanidad, mírese por donde se mire, y los 204 años de su natalicio necesariamente representan una fecha luctuosa para el planeta, en donde Colombia con un gobierno comunista de Gustavo Petro, próximamente será parte de las calamidades que generó Marx con sus enseñanzas en los lugares en donde sus alumnos se toman el poder.