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Mauricio Botero C.  

El economista inglés John Maynard Keynes afirmaba que un porcentaje importante de las personas consideran mejor tener sus ahorros en forma accesible y líquida frente a otras posibilidades. Y si algo está totalmente claro en este país es que buena parte de los senadores del Pacto Histórico son admiradores de las tesis de Keynes, especialmente en lo que se refiere a las preferencias de liquidez.

 En días pasados, los colombianos tuvieron oportunidad de ver que el senador Barreras dejó olvidado en el lobby de un hotel un maletín lleno de fajos de billetes. Allá en el 2012 se hablaba de un famoso robo de $1.200 millones que supuestamente estarían guardados en una caja fuerte del apartamento del senador Barreras. Si bien es temerario asumir que ese olvido de Roy es una temprana alarma de alzhéimer, igual que afirmar, como lo hace Matador, que la Policía identificó que el maletín pertenecía a Barreras porque era hecho de piel de lagarto, la predilección keynesiana por el efectivo del senador vallecaucano es notoria.

Otro senador keynesiano con marcadas preferencias de liquidez, amén de ser la cabeza del Pacto Histórico, es el nunca bien alabado Gustavo Petro, inolvidable protagonista del “petrovideo”. Con un desprecio absoluto por el medioambiente, Petro colocaba fajos y fajos de billetes en bolsas de plástico. Estas sumas millonarias, de muy dudoso origen dado que Petro afirma eran un préstamo de un señor que jura ante un notario que jamás le ha dado un crédito, le fueron entregadas a Petro por Juan Carlos Montes, hoy fugitivo de la justicia. A instancias de Petro, hoy Montes lleva en Suiza una vida extraordinariamente holgada y grata. Por lo visto, la solicitud del juez 58 penal ordenando la captura de Montes —que conlleva a la emisión de la circular roja de Interpol para su extradición— no les mueve la aguja a los helvéticos.

Confieso total solidaridad con el senador Benedetti, otro integrante del Pacto Histórico con inocultables tendencias keynesianas. Y si bien, según la Corte Suprema, el flujo de efectivo del senador es superior a los ingresos declarados en renta por la ejecución de actividades económicas, los precios en Cartagena, especialmente del raspa’o y del mango, están disparados. Un par de millones de pesos es lo mínimo que se requiere en las playas de La Heroica.

Finalmente, está la estrella más brillante del Pacto Histórico, el “mecenas de la Primera Línea”, Gustavo Bolívar. Según la periodista Darcy Quinn, “al senador se le pasó que tenía que pagar impuestos en Colombia y, sobre todo, que tenía que pagar impuestos sobre $1.300 millones que recibió de regalías por la telenovela El capo. Iván Gallo, columnista de Las2Orillas, afirmaba: “Bolívar ha logrado la combinación perfecta entre negocios al mejor estilo capitalista en el corazón del imperio y la política en casa con un discurso vigorosamente populista que despliega en el escenario legislativo o los medios de comunicación colombianos, donde busca permanecer vigente siempre, con la mira puesta en el futuro que tiene sonido de caja registradora”. Keynesiano hasta la médula, Bolívar maneja con destreza el efectivo.

Apostilla. De amigos recibí unos sabios consejos para los hermanos afganos próximos a llegar: 1. No salir muy tarde en la noche en Bogotá 2. No salir en carro por Medellín. 3. No jartar mucho ron en Barranquilla. 4. En Cali, mantenerse lejos de Puerto Rellena y del alcalde. 5. No prestarle plata a Gustavo Bolívar.

https://www.elespectador.com/, Bogotá, 05 de septiembre de 2021.

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