Otras opiniones
Tomás Castrillón O.
Entre los últimos sucesos acaecidos en el acontecer nacional, se presentan unos resurgimientos y repeticiones de hechos y circunstancias como una especie de reaparición de algunos de los recientes expresidentes, a quienes la comunidad les había deseado que hicieran un buen uso de su “retiro”. Pero, ¡NO! ante las innumerables actuaciones contradictorias e inaceptables del actual gobierno, algunos de aquellos personajes reaparecen, haciendo gala del dicho que reza: “Habla más que un perdido cuando aparece”.
Álvaro Ramírez G.
(1) Alianza Ecopetrol-PDVSA: ¡perniciosa, dañina, política e inútil!
Alexander Cambero
Un hombre sencillo toma la firme decisión de salir adelante. Su vida estuvo rodeada de muchas dificultades. Sus primeros intentos de negocios fueron rutilantes fracasos. Sintió el dolor de la pérdida de su madre. Un sicario asesinó a su padre en una calle de Bogotá. Se llenó de odio e impotencia al ver a su progenitor en un charco de sangre mientras su aliento iba apagándose. Su paradigma moría en manos de la irracionalidad. Esos momentos desventurados no lo hicieron quedarse en los infaustos episodios dolorosos. Nada de lamerse las heridas para despotricar del destino. Le pasó por encima a los obstáculos para ver la luz al final del túnel.
Álvaro Ramírez G.
Más dividida y enredado que nunca, España proclamó hoy al Socialista y actual gobernante, Pedro Sánchez, como jefe del Gobierno, por los próximos 4 años.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Pareciera que la atronadora y ensordecedora rechifla a Gustavo Petro en el estadio Metropolitano de Barranquilla, sirvió de presagio de la primera de las cuatro declaratorias de inconstitucionalidad que he esperado y reiteradamente advertido en mis columnas, sobre varios artículos de la espuria Reforma Tributaria promovida por el remedo de gobierno que padecemos con la anuencia de un Congreso, en su mayoría, dócil y obsecuente.
Jorge Enrique Velez
La historia de la corrupción en Colombia, especialmente en las dos principales ciudades, Bogotá y Medellín, comparte un modus operandi notablemente similar en los últimos años. En Bogotá, el escándalo del Carrusel de la Contratación en 2010 reveló un desvío de más de 80.000 millones de pesos en contratos de la Calle 26.