Jorge Echeverry Hoyos
Jorge Echeverri
En las pasadas elecciones, nuevamente, ganó la abstención (54%), pero ella será la que, ante el riesgo de que suba la extrema izquierda, saldrá de debajo de las piedras y madrugará a votar para darle el triunfo al optimismo. El desprevenido ciudadano ya lo está entendiendo. Las ideas populistas del candidato de la izquierda han sido fusiladas hasta dentro de las columnas del fuego amigo, como en la del prestigioso filósofo y economista Salomón Kalmanovitz, quien tituló en El Espectador “Las malas ideas de Petro”, que se resumen en: dejar de explorar petróleo; liquidar las EPS; hacer un tren elevado entre Buenaventura y Barranquilla; aumentar la protección a la producción nacional con el fin de generar la devaluación del peso; cambiar la estructura del Banco de la República, y seguramente la complementará cuando mire la disparatada idea de “apropiarse” de los fondos pensionales.
Jorge Echeverri
El Comité Nacional de Paro, con aborígenes incluidos, ese advenedizo y novedoso grupo de presión política de clara vocación petrista y nueva versión de la Internacional Comunista que tenía por sede Moscú, debe estar razonablemente nervioso por estos días. No porque la situación social del país haya empeorado, sino por todo lo contrario: porque no le convienen a su élite directiva y oligarca los signos económicos y sociales que se están produciendo al cierre del año, en la etapa final del gobierno Iván Duque, al que no pudieron derrocar.
Jorge Echeverri
Hace tres meses tuve un pequeño encuentro de compañeros comunicadores en el exclusivo restaurante Platillos Voladores, al norte de Cali, por Centenario, pero voy a tener que regresar y sentarme exactamente en la mesa donde la semanada pasada resplandeció una inusitada constelación de esas que la astronomía inca llama Constelaciones Negras, pero conformada por apenas tres estrellas fugaces de la izquierda sideral: el alcalde Jorge Iván Ospina, el comunicador Hollman Morris y el inefable candidato, ese sí sempiterno, Gustavo Petro, y tal cual se lo contaré a mis nietos, cuando los tenga, con soporte de fotografía para ilustrar el relato de ese excepcional fenómeno ocurrido en la Primera Línea de la vía láctea caleña.