Raúl E. Tamayo
Raúl Tamayo G.
A finales del siglo pasado, en una gran empresa de Medellín, cuyo nombre no interesa para el cuento, el jefe de producción se llamaba Domingo Callejas y era muy rascapulgas con su chofer, que era Roberto Díaz. Las relaciones eran muy cortantes entre los dos, pero el jefe tenía que aguantarse al chofer porque este era primo de la esposa del gerente general.
Raúl Tamayo G.
Peralta, el personaje de don Tomás Carrasquilla, en su cuento “A la diestra de Dios Padre”, parece que tiene un competidor.
Raúl Tamayo G.
Decía en su Sexta Columna el ingeniero Juan Gómez Martínez, esta semana, que nuestro presidente Iván Duque se pasa de modesto y que no anda cacareando como las gallinas cuando ponen un huevo. Pues yo creo que un gobernante sí debe contarnos a sus electores, y también a los que no votaron por él, las cosas buenas que hace su gobierno, porque los errores sí los pregonan y exageran sus enemigos para hacerle daño y para conseguir votos para la oposición.
Raúl Tamayo G.
Mi colega Julio César Ruiz, presidente del Círculo de Periodistas del Área Metropolitana, me contaba que siendo estudiante fue a la oficina de su tío, el general Ruiz Novoa, comandante del Ejército, y le dijo:
Raúl Tamayo G.
Se encuentran dos amigas y le dice una a la otra: