Jorge Enrique Pava
Jorge Enrique Pava
¿Habrá algún colombiano que no quiera la paz? ¿Habrá alguien que no aspire a vivir tranquilo, sin asedios de criminales, sin temor de ser secuestrado, hurtado o asesinado? La respuesta es categórica: ¡No! ¿Y habrá alguna persona que se sienta cómoda con el poder que han adquirido los criminales y la impunidad que se les ha generado? ¡Sí! Los delincuentes que hoy gozan de una promesa de impunidad total y que esperan el cumplimiento de los compromisos de campaña de Petro para salir a disfrutar libremente del poder que les representa el dinero conseguido, el imperio territorial arrebatado a miles de colombianos, y la garantía de que, en lugar de ser castigados, serán premiados y rodeados de privilegios y prebendas.
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A escasos cuatro meses de las elecciones regionales, debemos resaltar la importancia de votar a conciencia y desterrar, mediante los mecanismos democráticos, el poder que en mala hora le entregamos a la ineptitud, la corrupción y el delito. Manizales nunca en su historia se había sentido tan desengañada ni arrepentida como en estos momentos. Ni tan impotente ante la inoperancia judicial y de los órganos de control que se prestaron para coadyuvar la destrucción material y moral de la ciudad.
Jorge Enrique Pava
Manizales se prepara para vivir unas elecciones históricas. Y para afrontar el cinismo en su máxima expresión y la desvergüenza en su máxima manifestación. Porque lo que estamos viendo en la arena política es no solo deprimente, sino también degradante y asqueroso. Una ciudad destruida en sus pilares, derrumbada en su estructura, debilitada en sus ánimos, derruida en su progreso, minada en su moralidad, desgastada en su civismo, y sitiada por la delincuencia, es hoy objeto de la ambición de muchos de quienes metieron sus sucias manos en la debacle y de quienes, a hurtadillas y llenándose los bolsillos, contribuyeron con la mafia que nos gobierna para saquear no solo nuestras riquezas, sino nuestras esperanzas, motivaciones y propósitos.
Jorge Enrique Pava
En Colombia acaba de nacer un nuevo mesías: Salvatore Mancuso. Una aparición creada en el imaginario maquiavélico de un gobierno desprestigiado y desesperado, que requiere con urgencia un enemigo contra quien desatar odios, rencor y resentimiento, y que le sirva de catalizador a sus salidas en falso y a la destrucción gradual del país.
Jorge Enrique Pava
El miércoles de esta semana fuimos gratamente sorprendidos por un video del representante Juan Sebastián Gómez, en el cual agradece a la comisión primera de la Cámara por “aprobar un control preferente y concomitante por parte de la Contraloría General de la República”, para las grandes obras que se deberían desarrollar en Manizales y sobre las cuales solo hay dudas, sombras y evidencias de corrupción, desgreño, favoritismo, caos e ineptitud administrativa, económica y financiera.
Jorge Enrique Pava
El presidente Petro en su “balconazo” del primero de mayo, convoca a la revolución a unos espectadores agolpados en el centro de Bogotá, traídos de diferentes sitios del país con el fin de generar en la mente de los ciudadanos la imagen de un respaldo masivo, general e incontrovertible. Los fotógrafos y camarógrafos, por su parte, se esfuerzan por mostrar multitudes construidas en ángulos que favorezcan el mismo propósito, y algunos medios de comunicación se desbordan en información que sobrepasa las verdaderas dimensiones de la farsa que tratan de vendernos.
Jorge Enrique Pava
El canibalismo es una de las más deplorables características del pueblo caldense, y uno de los factores determinantes para que un departamento que logró relevancia nacional, hoy esté rezagado y relegado al olvido. Porque no existe un enemigo más peligroso para un caldense exitoso, que otro caldense frustrado u otro coterráneo que se sienta incapaz de superarse. No existe una plaga peor para un caldense que se destaque en cualquier lid pública, que otro caldense mediocre y, por ende, impotente para emularlo.
Jorge Enrique Pava
El niño, de doce años, salió esa tarde con la ilusión de ver un encuentro más de su Once Caldas, al que considera el mejor equipo del mundo. En la última navidad recibió con alborozo el regalo que más disfruta y espera: el abono para ver durante toda la temporada a su Blanco del alma. Era otra fecha definitiva en la cual su equipo tenía que ganar o ganar, pues la campaña ha sido tan pobre que está en serios riesgos de descender a la categoría B, lo que significa un retroceso histórico del campeón de la Copa Libertadores de América y uno de los íconos y símbolos de Manizales.