Por eso hago este ejercicio personal cotejando a Luis Roberto Rivas con Henry Gutiérrez (los candidatos más opcionados), pues han coincidido en su vida pública en escenarios de relevancia y representación que permiten hacer comparaciones y mirar con ojos ciertos nuestras decisiones:
Como profesional, Luis Roberto es abogado con vocación gerencial que hoy se traduce en votos ganados por gestión. Henry es médico brillante con vocación altruista que hoy se traduce en votos por afecto y consideración. En resumen: dos grandes personas y profesionales.
Punto uno: empate entre Luis Roberto y Henry.
En el área municipal, Luis Roberto se desempeñó como gerente de Infimanizales durante cuatro años y luego, en el año 2005, como alcalde de la ciudad. En su corto período como alcalde (2 años y medio) pudo estabilizar financieramente a Manizales, además de ejecutar un plan de obras de infraestructura que le cambiaron la cara a la ciudad y le merecieron ser considerado como uno de los mejores alcaldes del país. Recordemos obras tangibles como la reapertura del Hospital de Caldas (hoy en los primeros lugares entre las entidades de salud); primer tramo del cable aéreo; y otras muchas que por limitaciones de espacio son imposibles de enumerar, pero que, repito, transformaron positivamente a Manizales.
Henry Gutiérrez, concejal de Manizales durante tres años y medio, tiene en su palmarés el haber sido ponente de los proyectos de acuerdo que llevaron a la ciudad por el despeñadero financiero, económico y social. Fungió como consueta del alcalde Carlos Mario Marín y le sirvió de vocero y defensor en todas las iniciativas que se propuso y que hoy evidenciamos fracasadas rotundamente.
Punto dos: gana Luis Roberto.
Como diputado a la asamblea de Caldas, Luis Roberto dejó honda huella como cofundador de los llamados “quíntuples”, quienes hicieron candentes debates de oposición caracterizados por ser totalmente documentados y solventes, defendiendo las instituciones departamentales. El haber sido presidente de la Cámara de Comercio, directivo de Aguas de Manizales, Seguros Atlas y otras grandes empresas le daban la autoridad moral y estructural para adelantar profundas discusiones argumentales. Y a fe que lo logró.
Henry Gutiérrez, diputado en dos períodos (2012-2019), cumplió sus funciones políticas con la normalidad legal (complacencia, connivencia y aquiescencia) aunque sin dejar huella negativa alguna, algo que se debe abonar en este país de cafres.
Punto tres: gana Luis Roberto
Como administrador, Luis Roberto ha demostrado gran solvencia donde se ha desempeñado: Infimanizales; alcalde de Manizales, (con la estabilización gerencial y financiera, repito, el municipio despegó con nuevos ímpetus que se vieron reflejados en grandes obras y realizaciones); como gerente de la ILC tuvo un desempeño histórico que salvó a la empresa de las sombras que durante años la amenazaron; y como miembro de diferentes juntas directivas de grandes empresas, adquirió la madurez administrativa que le permite afrontar con fluidez las riendas del departamento.
Como administrador, Henry Gutiérrez… ¿qué?
Punto cuatro: gana Luis Roberto
¿Sesgado este análisis? ¡Por supuesto! Pero apegado a los hechos. Nada de lo aquí dicho falta a la verdad y, por ello, puede ser demostrado. Lo más triste es que los valores se han degradado tanto que, de no ser por la existencia de seres tan malvados como Carlos Mario Marín y Santiago Osorio, a quien Henry Gutiérrez representa sin reatos ni vergüenza, estas elecciones podrían haber sido un verdadero debate de altura entre dos personas buenas. Pero la presencia del petrismo en cabeza de los mencionados sujetos, nos ubica en otro escenario donde la defensa de la democracia tiene que sobreponerse a la perversidad de quienes han demostrado con creces que son la perdición. Porque votar por Henry es premiar a quienes saquearon y destruyeron a Manizales, y arriesgarnos a que el petrismo se apodere de Caldas y corramos la misma suerte de su capital.
¿Está claro porqué Luis Roberto?