El sector que usted llama “diezmado y endeudado” era, en realidad, pujante, resiliente y generador de riqueza. En 2022, pese al impacto de la pandemia, las empresas del sector minero-energético, incluyendo varias del sector eléctrico, fueron las que reportaron las mayores utilidades (ver foto 1).

Además, gracias al “hueco” de nuestra administración, dejamos un sector con más competencia y nuevas empresas que llegaron al país atraídas por las políticas públicas implementadas entre 2018-2022. Estas empresas creían en la estabilidad institucional y regulatoria del sector. Así fue como firmas europeas, asiáticas y norteamericanas entraron por primera vez al sector de generación entre 2018 y 2022 (ver foto 2).

Esto fue reconocido incluso por agencias internacionales que catalogaban reiteradamente a Colombia como uno de los líderes en transición energética en la región (ver foto 3).

Sin embargo, en estos dos años, esos avances se han transformado en retrocesos. Varias empresas han decidido abandonar el país o suspender sus proyectos debido a la incertidumbre regulatoria y de política pública actual (ver foto 4).

Agradezco que reconozca que en nuestra administración construimos sobre lo construido por gobiernos anteriores, ampliando el parque de generación, tanto con renovables como con plantas que aportan confiabilidad. Lamentablemente, parece que ustedes desconocen el concepto de “construir sobre lo construido” pese a que los únicos proyectos que inauguran —y con retrasos— son los que les heredaron de la administración anterior.

Finalmente, nuestro mantra en la administración 2018-2022 con @mafsul era “cada minuto cuenta” para mejorar la eficiencia, la calidad y la confiabilidad del sector para todos los colombianos.

Por lo tanto, muy respetuosamente le sugiero que en vez de invertir tiempo valioso suyo y de asesores en redes sociales, mejor prioricen el trabajo y la gestión, ya que el el sector espera ansiosamente por lo menos contar una CREG funcional y con comisionados nombrados en propiedad antes de que concluya esta administración.

Saludos.” (Octubre 14)

(Cita de Andrés Camacho M., @andrescamachom_, del 14 de octubre: “Exministro @DiegoMesaP, recibimos un sector eléctrico diezmado y endeudado producto de la mala gestión del gobierno anterior. Hemos adelantado las acciones necesarias para sacarlo del hueco de su administración y asegurar el abastecimiento presente y futuro de la demanda de x.com/diegomesap/sta… Mostrar más)

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“Los embalses siguen cerca de 20 puntos porcentuales por debajo de sus niveles históricos. Esto se suma a la posible escasez de gas en el corto y mediano plazo. Y como no se han tomado medidas para expandir la capacidad instalada de plantas que puedan entregar energía en firme, el sector eléctrico va a estar al límite de su capacidad en los próximos meses.

Abajo enumeró acciones tomadas en años anteriores que le han permitido al sistema ser resiliente ante la coyuntura actual, y otras decisiones recientes que han incrementado el riesgo:

1. En febrero de 2019, apenas seis meses después de iniciado el gobierno Duque, realizamos una subasta del Cargo por Confiabilidad con el fin de asegurar el suministro eléctrico en el país, independiente del ciclo hidrológico de los siguientes 5-6 años.

2. De los más de 10.000 GWh/año adjudicados, logramos poner en operación más del 75% de los proyectos. Estas nuevas adiciones de capacidad instalada han sido fundamentales para mantener el suministro eléctrico en la coyuntura actual. Los proyectos más relevantes incluyen:

• Hidroeléctrica Ituango: 1.200 MW

• Tesorito: 200 MW (gas)

• La Loma: 187 MW (solar)

• Termocandelaria: 252 MW (gas)

• Termo EBR: 20 MW (gas)

• Termoyopal: 100 MW (gas)

• Termorubiales: 20 MW (gas)

• Termovalle: 40 MW (gas)

3. Además de esta subasta del Cargo por Confiabilidad, en 2019 y 2021 llevamos a cabo las primeras subastas de energías renovables en el país, adjudicando 2.880 MWp en proyectos solares y eólicos. Esto permitió alcanzar precios entre un 30% y un 40% menores en comparación con los del mercado mayorista y los contratos bilaterales.

3. Durante el periodo 2018-2022, fortalecimos la institucionalidad del sector energético mediante una coordinación efectiva entre política pública, regulación y planeación, trabajando estrechamente con el sector privado y pagando los subsidios eléctricos de manera oportuna.

Por ejemplo, en 2020, a pesar de una situación hidrológica crítica que llevó los embalses a mínimos históricos, el mercado eléctrico resistió el estrés y el precio en bolsa nunca superó los $575/kWh.

4. Antes de finalizar el gobierno, dejamos publicados los términos y condiciones para que la CREG realizara una nueva subasta del Cargo por Confiabilidad antes de que terminara el 2022 y con el fin de seguir protegiendo la confiabilidad del sistema. Sin embargo, el actual gobierno retrasó la subasta hasta 2024, y el 99% de los proyectos adjudicados correspondieron a fuentes intermitentes, que no contribuyen a la confiabilidad del sistema.

5. Entre 2018 y 2022, la CREG funcionó con total normalidad, reuniéndose semanalmente y tomando decisiones críticas para garantizar la continuidad y estabilidad del sistema. No obstante, desde agosto de 2022, la CREG ha estado prácticamente inoperante debido a la incapacidad de nombrar comisionados que cumplan con los requisitos legales. Asimismo, diversas entidades del sector han estado en interinidad, lo que, sumado a la falta de gestión, ha afectado el desempeño del sector.” (Octubre 13)

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“Estimado representante @CiroARodriguezP, lamento corregirlo nuevamente, pero usted comete un error matemático básico. El “ahorro en la demanda” durante los meses más críticos de la pandemia no fue “cercano al 50% del consumo de un mes”, como afirma.

La caída más pronunciada en la demanda fue del 16% en unas semanas específicas en abril, no del 50% durante 3 meses. No se pueden sumar porcentajes con bases diferentes, eso es literalmente sumar peras con manzanas.

Para mayor claridad, y usando sus propias gráficas: una caída del 30% en los usuarios no regulados en la segunda semana de abril (su primera gráfica), equivale a una reducción del 9% en la demanda total (los no regulados representan el 31.6% de la demanda total). De igual forma, una caída del 10% en los usuarios regulados, su segunda gráfica, implica una caída del 6.8% en la demanda total (los regulados representan el 68.4% de la demanda total).

Una vez unificadas las bases, ahora sí puede sumar esas caídas porcentuales en unas semanas específicas, lo que resulta exactamente en el 16% que mencioné en mi primer post (9.4% de no regulados + 6.8% de regulados).

Finalmente, como se puede observar claramente en sus gráficas, tanto durante todo marzo y todo mayo, la demanda de energía fue muy superior a la de las semanas críticas en abril.

Saludos.” (Octubre 14)

(Cita de Ciro A. Rodriguez P., @CiroARodriguezP, del 13 de octubre: “En respuesta a @DiegoMesaP y @mafsul. Dr. @DiegoMesaP, tiene usted razón. Lo que quisimos expresar es que en los meses críticos (de marzo a mayo), el ahorro en la demanda de este periodo crítico fue cercano al 50% del consumo de un mes. No podemos negar que esto fue clave para enfrentar el fenómeno de El Niño en…”)

* Publicados en su cuenta de X (@DiegoMesaP).