Esa es la razón por la cual Chávez se tuvo que morir para dejar el cargo, y Maduro, no tiene ninguna intención de dejarlo.
Dicho en otras palabras, la dictadura comunista de Venezuela lleva 23 años, por que arrancó con 3.4 millones de barriles diarios de crudo y a US $ 100 por barril, y eso compraba todo.
No es ese el caso del remedo de dictadura que pretende instalar Gustavo Petro.
Su tiempo de duración será muy corto, no solo por el nivel de impopularidad que ha conseguido con todas sus torpezas y desplantes, sumados a esa descomunal corrupción que el país no conocía.
Sino además por que Petro pretende montar una dictadura pobre.
Sin recursos.
Dos años de esta locura de régimen, han frenado en seco la inversión, la economía y el ritmo del país entero.
Esa la causa por la cual se cayeron al 40% las ventas de vivienda nueva, al 35% la venta de vehículos nuevos y se desploman aceleradamente las ventas en el comercio general y en los restaurantes.
El turismo internacional que venía creciendo, se paró casi en su totalidad y el nacional también cayó un 70%.
Las exportaciones colombianas se desplomaron y lo mismo las importaciones grandes como vehículos y maquinaria.
Los puertos marítimos, lucen hoy vacíos.
Y llegaron las quiebras y liquidaciones como una pandemia.
El daño que Petro le hizo al sistema de salud va a traer consigo más de 500 empresas en quiebra y el despido de más de 60 mil personas.
Un gobierno que persigue sataniza y marchita la industria de extracción minera y de hidrocarburos, la tiene que pagar muy caro.
Los ingresos del gobierno naturalmente se fueron al suelo.
El famoso “Mr Taxes”, que era el director de la DIAN, fue despedido porque sus recaudos se cayeron un 20%.
¡Nunca antes había pasado eso!
Esa espiral descendente que describen los economistas y estamos ya transitando, llevará muy pronto al Estado colombiano a la quiebra.
Pero como los Estados no se quiebran, vendrá el “default”, que es la cesación de pago de la deuda externa y también de la interna.
El servicio de la deuda total (intereses) del país, nos cuesta hoy $ 200 billones en un presupuesto general de la nación de $ 550 billones.
Todos los daños que estamos padeciendo en seguridad, salud, desempleo, inflación y pensiones son una pandemia.
Pero la quiebra del Estado colombiano es otra cosa.
Ya el Ministro de Hacienda Bonilla, está acorralado y desesperado sin recursos y buscando un endeudamiento adicional de US $16.000 millones, para tapar huecos fiscales.
Y los recortes a los proyectos de inversión son totales.
Las vías 5G y los metros de Bogotá y de la 80 en Medellín, ya comprometidos y firmados, no tienen hoy un centavo en el presupuesto general de la nación.
Petro no tiene hoy recursos para montar esa dictadura que tiene en el imaginario.
“La revolución necesita al menos dos períodos presidenciales más para hacer las transformaciones sociales” anunció Petro.
La diferencia pues entre la dictadura larga y sólida de Venezuela y el remedo que pretende montar Petro en Colombia, son los miles de millones de dólares que en el hermano país sobraban y en el nuestro no existen.
El tiempo de duración de una dictadura se me parece hoy a mi, al tiempo de duración de un viaje.
¡Depende estrictamente del dinero en el bolsillo!
¡Y al Estado colombiano, se le terminó!
Sobremesa:
Será la pobreza, la razón que nos va a salvar de la dictadura Petro.
Con esa descomunal impopularidad, y sin dinero, Petro y su revolución, ¡no van para ningún Pereira!
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