Estamos bloqueando los ataques de un villano, que como en los mejores cuentos o historietas, busca destruir, solo con el fin de saciar su sed de poder. Un ser que quiere gobernar sobre cenizas, que necesita de una mayoría pobre e ignorante, para hacerlos dependientes de su proyecto político y de las migajas que les ofrece, a cambio de un voto
Por tanto, no veo exageración en llamar HÉROES a los 9 senadores que han decidido no apoyar la nefasta reforma a la salud.
Creo que no entendemos la magnitud de lo que está en juego: En realidad, estos 9 senadores hacen la diferencia, al ayudar a salvar el sistema responsable de la salud y vida de 50 millones de personas ¡50 millones! Además, hoy en Colombia, hay más de 13 millones de personas con enfermedades CRÓNICAS (como enfermedades renales, hipertensión, diabetes, etc…) y HUÉRFANAS (enfermedades raras con baja prevalencia). Estos senadores al votar negativo la nefasta reforma, representan la diferencia entre la vida y la muerte de más de un 25% de colombianos. Salvar a 13 millones de personas, no se hace todos los días.
El villano, al ver que los 9 héroes no se dejan seducir con sus cantos de sirena, decide atacarlos en redes, señalarlos, enviar a sus hordas de bots y ciegos seguidores a perseguirlos, amenazarlos e intimidarlos. Además, acude a otras estratagemas, como el apoyar una reforma alternativa o buscar recusar a los senadores que están en contra.
El villano de esta historieta anhela obtener el control sobre lo más preciado que tenemos, nuestra salud (NUESTRAS VIDAS); lo necesita para hacer populismo, comprar conciencias (votos), traer pseudo médicos de las dictaduras aliadas (Cuba y Venezuela) y para manejar a su discreción, los billones de recursos del sistema. Al ver que le cierran las puertas para obtener el control, se desespera. Es tan letal el golpe, que el villano acorralado, saca su verdadera cara autócrata y fascista, así que decide dar un golpe a los colombianos y los amenaza: O pasan las reformas o las impone, instigando a su primera línea (PAGA), conformada POR LA MINGA INDÍGENA (similares a las camisas pardas de Hitler), a salir a las calles.
Es muy importante anotar que los héroes, al no dejar pasar la reforma a la salud, ganan una batalla, pero el sistema de salud SIGUE EN CRISIS, gracias al gobierno que lo continúa ASFIXIANDO. Por esto, aparte de no permitir la nefasta reforma, necesitamos:
- Que el gobierno PARE de desfinanciar estructuralmente el sistema, que LIBERE EL DINERO. Tuvo que entrar la corte constitucional a exigir al gobierno que pague las deudas atrasadas que tiene con el sistema de salud. Estos 300.000 millones aliviarían, pero el déficit financiero de toda la cadena de valor está estimado en 9,6 billones.
- Que el gobierno pague oportunamente los ajustes de los presupuestos máximos acumulados
- Que técnica e independientemente, se reformule adecuadamente el cálculo la UPC (Unidad de Pago por Capitación), que es el valor anual que se reconoce por cada uno de los afiliados al sistema general de seguridad social en salud, para cubrir las prestaciones del Plan de Beneficios de Salud (antes POS), en los regímenes contributivo y subsidiado.
- Superar la escasez de Medicamentos, debido a presupuesto insuficiente; además de desorden en el INVIMA, pues gracias al gobierno, la entidad duró 18 meses sin un director en propiedad. También demoras en la entidad y trámites represados que afectan el abastecimiento de estos.
- Una Nueva EPS saneada (la entidad pública por medio de la cual pretende atender la salud de quienes hoy se encuentran afiliados a EPS privadas, si lograra su propósito, de acabar con estas). El mismo director de la entidad, tuvo que reconocer esta semana, que también es víctima de la estrategia del gobierno de asfixiar el sistema, y hoy cuenta con pérdidas superiores a los 400.000 millones.
Como ven, es un largo camino el que nos falta por recorrer para salvar el sistema de salud y salvar a Colombia de este villano y sus cómplices.
Pienso que, al villano megalómano, hay que dejarlo que muestre primero que es lo que realmente tiene. Nos amenaza con la insurrección en las calles, pero al parecer solo cuenta con su primera línea paga. Hoy en Cali, vimos el mismo panorama deplorable, una cantidad de indígenas que ni entienden que defienden, obligados a ir a largas marchas bajo el sol abrasante, arribando en buses, con refrigerios para todos. Cero de iniciativa propia.
Me reitero en mi opinión. El villano quiere desesperadamente caos y unas acciones que le ayuden a su narrativa, por eso hace estas declaraciones acaloradas, buscando una respuesta igual, necesita desesperadamente CONFRONTACIÓN.
Está siendo tan torpe y mal presidente que lo único que lo salvaría, es que le demos excusas, como las tuvo, cuando fue destituido como alcalde de Bogotá.
No nos dejemos desviar de lo importante, como lo son la asfixia al sistema de salud, las reformas a la salud, pensional y laboral; que le darían acceso a capital, destruirían el tejido empresarial y le darían control. También las investigaciones por corrupción, ingresos de narco dineros y violación de topes en su campaña.
Él no tiene como hacer una constituyente y si está dispuesto a destruir las instituciones que juró proteger; las FFMM, reservistas y veteranos, deben cumplir con el juramento a la bandera y defender la patria. Es un posible escenario, para el que hay que estar preparados, pero no provocarlo.
Para contrarrestar sus fuertes ataques y malas intenciones, muchos deben ser los héroes de corazón bondadoso, que aparezcan para salvar cada situación. Necesitamos UNIÓN, para crear un bloque que blinde a nuestras instituciones: Expresidentes, líderes de partidos demócratas, instituciones, alcaldes, gobernadores, cívicos, reservas, empresarios, etc. Todos unidos en tres principios básicos: respaldo a instituciones, defensa constitución y promover la democracia.
Los invito a que seamos parte de la solución, no de la queja constante en redes y reuniones sociales, repitiendo como loros “es que ellos están muy organizados, son unidos y saben comunicar”. Debemos ser esa ciudadanía dispuesta a “hacer la tarea” para que, al igual que en los mejores cuentos, después de pasar las peores pruebas, aprendamos una moraleja y evolucionemos: La primera moraleja que se me ocurre es … por favor dejemos de romantizar delincuentes y de dar poder a “exguerrilleros”.