Como tal, la idea de suspender la exploración de petróleo en Colombia tiene dos grandes implicaciones. La primera, de carácter presupuestal, conllevaría a ampliar el hueco fiscal de la Nación y a afectar una de las principales fuentes de financiación del presupuesto.
Por ejemplo, para este 2022 el Gobierno proyectó que Ecopetrol le entregue utilidades por $8.4 billones con base en un barril Brent de US$63, monto que puede ser mayor si se tiene en cuenta que desde junio del año pasado el precio promedio del hidrocarburo superó los US$70 y, de hecho, todo este mes se ha ubicado por encima de los US$80.
Claramente, detener la búsqueda de nuevos yacimientos y afectar la cadena de producción del crudo no solamente disminuiría los rendimientos de la petrolera, sino que le propinaría un golpe mortal a las exportaciones del País, las cuales, en un 43%, se concentran en el sector de los hidrocarburos.
¿Cómo piensa sustituir Petro en el corto plazo los ingresos que genera el petróleo? Es sencillamente imposible. Los recursos que entrega Ecopetrol anualmente a la Nación equivalen al recaudo promedio de una reforma tributaria. Además, el dinero que puede generar el turismo y el conocimiento solo podría equipararse a las rentas extractivas en el mediano-largo plazo, pero bajo ninguna circunstancia dentro del próximo cuatrienio.
La segunda, es un potencial colapso de la acción de Ecopetrol en la bolsa. En efecto, a raíz de esta descabellada propuesta la cotización de los bonos extranjeros de la empresa ha caído un 7% desde agosto del año pasado. Una tendencia que evidencia la preocupación en los inversionistas de un potencial Gobierno de izquierda.
Y aunque hasta ahora la acción ha tenido un rendimiento positivo como consecuencia del alza más significativa en seis años de los precios del petróleo, el panorama podría cambiar drásticamente si Petro llega al poder. En ese escenario, teniendo un mandatario enemigo de la extracción de hidrocarburos, sería cuestión de horas antes que el mercado tire al piso la valoración de la petrolera.
De hecho, todos los analistas coinciden en que la única razón por la cual la tasa de cambio sigue rondando los $4.000 y el dólar no logra disminuir, a pesar del alza del petróleo y de las tasas de interés, es por el temor que genera en los inversionistas una posible victoria de Petro.
En últimas, la mezcla entre el irresponsable manejo económico que propone el Pacto Histórico y el pánico de los mercados terminaría quebrando a Ecopetrol, la joya de la corona del Gobierno. Con ello, no solamente se llevaría por delante una de las fuentes de financiación más importantes de la Nación, sino también los ahorros de miles de colombianos que componen el bloque de los accionistas minoritarios de la empresa.
@LuisFerCruz12
https://www.losirreverentes.com/, Bogotá, 1° de febrero de 2022.
