Al igual que sucedió en Cali, la aquiescencia del Distrito con la violencia del paro del año pasado fue evidente. El terrorismo urbano se apoderó de la capital y la respuesta de la Administración López fue irse lanza en ristre contra el Esmad. No se respaldó a los uniformados y mucho menos se ordenó la recuperación del orden público de forma inmediata.
Y la razón era más que lógica. Claudia tenía claro que entre más perdurara el paro mayor iba a ser la afectación en la favorabilidad del Gobierno, razón por la que permitió que la delincuencia se hiciera al control de puntos clave sin que el Distrito se inmutara por hacer algo al respecto.
Evidentemente, las consecuencias de este cálculo electoral han sido nefastas. El Portal Américas se convirtió prácticamente en una república independiente, un Caguán al interior de la ciudad donde a la Alcaldía no le interesa que la Fuerza Pública haga presencia. La criminalidad está disparada, las afectaciones a Transmilenio son permanentes y el miedo se apoderó de los vecinos.
Por eso, acierta el Gobierno Nacional al ordenar la intervención del Portal. Aunque a los Alcaldes de la primera línea les moleste, en materia de orden público los mandatarios territoriales fungen como subordinados jerárquicos del Presidente de la República. La descentralización administrativa en este aspecto es inexistente y si la Casa de Nariño toma una decisión todos los funcionarios están obligados a cumplirla.
De hecho, es con base en este marco constitucional que en repetidas ocasiones se le solicitó al Presidente que asumiera el manejo de la seguridad de las ciudades más afectadas por el paro, algo que desafortunadamente no sucedió y que hubiera evitado gran parte de las pérdidas que se reportaron.
Ahora bien, aunque la medida es bastante buena, no puede ser posible que se tome con tanta demora. Han pasado más de siete meses desde que la delincuencia se apoderó del Portal y poco o nada se ha hecho hasta el momento.
Y ese es quizás uno de los grandes lunares de este Gobierno. En repetidas ocasiones las buenas intenciones del Presidente se han visto empañadas por la falta de rapidez en su adopción. Por ejemplo, tuvo que pasar un mes para que la Casa de Nariño ordenara levantar los bloqueos en las carreteras a través del uso de la legitima autoridad del Estado, una medida que se debió haber adoptado apenas se estaban conformando y no cuando ya se habían causado billonarias pérdidas.
Ojalá que el Ministerio de Defensa actúe de la manera más contundente posible y recupere el Portal. Aunque los anuncios mediáticos hicieron perder el factor sorpresa, una intervención integral le devolverá la tranquilidad a las miles de personas que a diario transitan por este sector de la capital.
@LuisFerCruz12
https://www.losirreverentes.com/, Bogotá, 04 de enero de 2022.