El año acaba con una tasa de desempleo casi tan baja como la de 2019, seguramente con una población bajo línea de pobreza inferior a los confinamientos, una importante dinámica del comercio y de la industria, con el crecimiento de gasto público más fuerte de la región y todo debido al crecimiento más grande del PIB en nuestra historia, lo que pone en evidencia la importancia de aumentar la producción, para generar riqueza y reducir la pobreza, incluso siendo un crecimiento donde buena parte es rebote de recesión del año pasado.
También quedan vientos de frente muy complicados como el aumento de las importaciones, la devaluación, el aumento de la tasa de los TES y una inflación creciente que afecta a los hogares, en un entorno de incertidumbre política.
Al comienzo del año pensábamos que no se podría volver a los niveles de producción de 2019 y ya superamos incluso los niveles de gasto por persona de 2018, lo que muestra que nuestro sistema económico con todas sus imperfecciones pudo pasar el espantoso momento que vivimos; seguramente hoy diremos que se podían haber hecho cosas de otra manera y que hubiesen sido mejores, y es verdad, pero 2020-2021 debe ser un periodo de estudio obligado de analistas, periodistas, investigadores y académicos, porque es el único momento en nuestra historia donde no solo se apagó la economía, sino que se pudo volver a prender, reduciendo incluso más la pobreza.
Programas como Ingreso Solidario, el PAEF, la bancarización, los congelamientos de pagos de créditos, la devolución del IVA y muchas otras herramientas, son nuevas instituciones económicas que hay que valorar y analizar su impacto para perfeccionarlas y redireccionarlas para que el país siga creciendo en riqueza y reduciendo pobreza. Incluso el día sin IVA, que logró que la facturación electrónica permitiera una importante formalización del comercio, y causara una venta en bienes beneficiados por la medida cercano a los $2,1 billones de pesos, con un costo fiscal de $339 mil millones de pesos, que permitieron que millones de hogares tuvieran acceso a electrodomésticos y ropa para mejorar su calidad de vida.
Si bien es cierto que la popularidad del gobierno es baja, la historia le dará la razón en mucho de lo que hizo, pese a que muchos nos dedicamos a señalar todo lo errores que se cometieron y no nos detuvimos a ver los enormes logros que se dieron en la crisis económica más grande de nuestra historia.
El año comenzó si esperanzas y terminó en Encanto; comenzó con la bolsa caída y finalizo con OPA globales para comprar nuestras industrias; comenzó con temores sobre nuestra economía y en un solo día en bolsa, tenemos el banco más valioso de la región. Es momento que nos creamos que somos unos berracos y que nuestras instituciones no son solo corrupción y politiquería. 2021 nos demostró de que somos capaces.
*Fundador de Raddar
https://www.portafolio.co/, Bogotá, 28 de diciembre de 2021.
