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Sara Tufano           

En esta campaña no podré justificar la llegada de Saade, o la eventual llegada de Luis Pérez.

En el 2018 apoyé incondicionalmente la campaña de Gustavo Petro y de Ángela María Robledo. De hecho, considero que mis columnas contribuyeron a quebrar el mito según el cual el proyecto político de Petro era de extrema izquierda. Creí en todo lo que dije en ese entonces; no tuve que recurrir a ninguna falacia para explicarle a la gente por qué consideraba que el proyecto político de la Colombia Humana era la mejor opción para el país en ese momento.

Cuatro años después, Petro ha decidido recurrir a otra estrategia para ganar las elecciones, y aquí me referiré a Petro porque es el indiscutible líder del Pacto Histórico. La primera alarma, como lo he mencionado en varias ocasiones, fue la campaña a la Alcaldía de Bogotá en 2019. Petro se equivocó de candidato y perdió las elecciones, pero prefirió tomar partido por su amigo y no por las mujeres que nos opusimos a esa candidatura. Más de dos años después siguen diciendo que las denuncias contra Morris son falsas y que yo habría hecho campaña y votado por Claudia López, lo cual es falso, pues ni siquiera estaba en Colombia durante el segundo semestre de 2019.

A pesar de eso seguí creyendo en el proyecto político de Petro. La segunda alarma fue su respuesta a una de mis columnas. Me sorprendió que Petro dijera que la Colombia Humana es uno de los movimientos políticos “que ha hecho más en la lucha por la igualdad de género”. Algo que repitió un año después, en su entrevista a El País de España, donde dijo que había aparecido una agenda que él llamaba feminista y a la que le ponía el apellido de popular, mejor dicho, había creado el feminismo popular.

Aun así, seguí creyendo. Hasta que llegaron Saade y Luis Pérez al Pacto Histórico. Y frente a la adhesión de Saade y a la posible llegada de Luis Pérez y de César Gaviria, Petro ha dicho que "poner líneas rojas no lleva sino al sectarismo", es decir, está justificando estas adhesiones sin creer que es necesario darle explicaciones a su electorado. Me parece una falta de respeto con las personas que hemos votado por él. ¿Si es así en su propio proyecto político, cómo pensar que será distinto en su eventual gobierno? En esta campaña, su prioridad es conseguir votos como sea, pero hay cuestiones éticas que no pueden soslayarse.

Adicionalmente, con mi entrada al Polo y mi acercamiento a la política electoral, he visto cómo las demandas de las regiones no son escuchadas. Las personas ungidas por Petro se sienten con el derecho de pasar por encima de los procesos territoriales. Me ha asombrado ver cómo, en la conformación de las listas, las demandas de los territorios no son importantes para él, lo cual demuestra el talante autoritario de su liderazgo.

Por último, ha quedado demostrado que su liderazgo se basa mucho en el fanatismo. Nadie puede cuestionar a Petro porque en seguida es visto como un enemigo o como un "infiltrado del uribismo", como me han dicho a mí y como muy seguramente me dirán después de esta columna. Y frente a esto, Petro convenientemente permanece en silencio.

Por estas razones, solicito que mi nombre no sea incluido en la lista del Pacto Histórico al Senado, la cual será dada a conocer sin que los militantes del Polo y del PH hayamos conocido los mecanismos y criterios para ordenar dicha lista.

En esta campaña no podré justificar la llegada de Saade, o la eventual llegada de Luis Pérez y personas similares, con la idea de la "reconciliación" o comparando a Petro con Santos. Un proceso electoral no es una negociación de paz. Y si quieren insistir en esa falacia, recuerden que, antes de negociar, se definen la agenda y las líneas rojas.

Sigo comprometida con la construcción de un proyecto político de izquierda, popular, feminista, antirracista y democrático, pero considero que, en las actuales circunstancias, la izquierda podrá llegar al poder, pero no construirá una nueva hegemonía si insiste en no modificar sus propias prácticas políticas y en echar por la borda sus principios.

https://www.eltiempo.com/, Bogotá, 09 de diciembre de 2021.

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