Camilo Guzman S
Camilo Guzmán
Director de Libertank
Colombia no es un país fácil para quienes apuestan por generar riqueza. La economía enfrenta un entorno de desconfianza, inseguridad y reglas de juego inestables, agravado por un gobierno que insiste en reformas que parecen diseñadas para desincentivar la inversión. Sin embargo, incluso en este panorama adverso, hay sectores que podrían dinamizar el
Camilo Guzmán
Muchos empresarios en Colombia están atrapados en una visión simplista del problema actual.
Camilo Guzman
En un país hiper politizado y con un altísimo grado de polarización como Colombia, se ha vuelto muy normal que los políticos sean quienes más ocupen la agenda pública y los titulares en los medios de comunicación. No importa si lo que dicen es inteligente o no, si hace sentido, o peor aún si es verdad o mentira, lo que dicen entra en la agenda. Los empresarios, por exceso de prudencia y falta de valentía para defender lo que hacen, escasamente influyen en la agenda pública del país.
Camilo Guzmán
“Hay que hacer algo.” Esta frase, repetida sin cesar tras el anuncio de Sura de retirarse del sistema de salud, refleja la desesperación general ante la crisis que vivimos en Colombia. La preocupación por la acción sería valiosa si la mayoría de quienes la repiten realmente desearan actuar. Pero en realidad, esa frase en conversaciones informales significa “hagan algo” o “que otro actúe”. A la hora de la verdad, son pocos los que se toman en serio la frase y pasan a la acción.
Camilo Guzmán S.
Mientras Gustavo Petro con un peligroso discurso en contra de las libertades individuales y económicas llena plazas y promueve el odio de clases, los llamados a enfrentarlo parecieran estar más preocupados por alimentar el ego y satisfacer intereses personales. No se si ignoran o desconocen el peligro que trae una eventual presidencia del candidato de la Colombia “Humana”.
Camilo Guzmán S.
“Reducir el número de puestos de trabajo disponibles, al dejar fuera del mercado a los jóvenes sin experiencia, no resuelve ningún problema para estos trabajadores. Los únicos beneficiarios claros serían aquellos que adquieren esos poderes arbitrarios sobre sus semejantes, y que así pueden sentirse importantes y nobles, mientras que en realidad dejan estragos a su paso”, Thomas Sowell en su libro Economía Básica. A pesar de las buenas intenciones y del discurso llamativo de ayudar a los más pobres, el salario mínimo solo aleja a millones de colombianos a poder acceder a un empleo formal y los condena a la informalidad o al desempleo.