Maria del Rosario Guerra
María del Rosario Guerra
Llegó la hora de despedirme del Congreso de la República. Fueron ocho años de trabajo intenso y constante por los colombianos. Hoy cuando culmino mi paso por el legislativo quiero rendir no solo cuentas de mi gestión, sino agradecer a mi partido Centro Democrático, a nuestro líder y fundador, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, y a los colombianos que depositaron su confianza en mí.
María del Rosario Guerra
Las tretas, alianzas tramposas y artimañas que usan los comunistas y sus amigos para ganar a como dé lugar la elección a la presidencia de la República, es inadmisible. Si bien ya nada del pacto ‘diabólico’ sorprende a estas alturas de la contienda presidencial, no deja de causar estupor y rabia las actuaciones de algunos de sus más férreos alfiles.
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Cuando ya parecía que habíamos visto todas las artimañas, ataques, noticias falsas y persecución feroz contra el candidato a la Presidencia, Federico Gutiérrez, apareció la cereza del pastel: espionaje en su sede principal de campaña en Medellín. Sí señores, no es el capítulo de una serie de Netflix o una escena de una película de policías y ladrones, es la realidad que vivimos ad-portas de una nueva elección presidencial; una contienda en la que los ataques del Pacto Histórico hacia todos sus rivales han sido protagonistas.
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Esta semana prendió motores el referendo que busca defender el derecho a la vida del más indefenso, el no nacido, proteger la dignidad de la mujer y defender el bienestar y la integridad de nuestros niños. Con la inscripción del Comité Promotor ante la Registraduría Nacional inició el proceso para frenar las decisiones de la Corte Constitucional en contra de los bebés en gestación en el vientre de la madre; como la de despenalizar el aborto hasta las 24 semanas, tiempo en el que el feto ya está conformado y puede sobrevivir fuera del útero. Pero, además, parece olvidar dicho tribunal que para ese momento el ser en gestación ya siente, late su corazón e incluso es capaz de expresar dolor. Ese fallo, a todas luces inadmisible, le quita todo valor a la vida del ser humano y nos lleva como Nación a vivir en una cultura de muerte.
María del Rosario Guerra
Las artimañas, violencia en el lenguaje y actos simbólicos hostiles por parte de la campaña política de la izquierda populista, su séquito y sus seguidores contra los demás candidatos parecen no tener límite. Si bien no es nuevo que usen mentiras, divulguen noticias falsas o recurran a los ataques ruines y bajos en redes sociales para atizar el momento electoral que vive el país ad portas de una nueva elección presidencial, no puede volverse paisaje que un sector ataque a los demás contendores, no solo jurídica y moralmente, sino que ahora ponga en riesgo sus vidas.
María del Rosario Guerra
En mi columna “Economía Resiliente” abordé dos de las tres soluciones planteadas por el Gobierno Nacional para contrarrestar los efectos de la pandemia. La primera, enfocada en la reactivación económica y la generación de empleo; donde se reconocen importantes avances en términos de crecimiento económico durante 2021, con un crecimiento de 10,6% y un pronóstico de 5% para 2022, siendo Colombia uno de los países que más crecerá en la Región.
María del Rosario Guerra
Han pasado 492 días desde que el Archipiélago de San Andrés y Providencia fue escenario de una de las peores emergencias naturales: el paso del huracán Iota. La fuerza de los vientos y la furia del mar arrasaron con todo a su paso causando la destrucción del 98% de la infraestructura de la isla de Providencia, dejando cuatro víctimas fatales y más de seis mil pobladores damnificados. Una pesadilla que duele recordar, pero que jamás olvidaremos.
María del Rosario Guerra
El descaro del registrador Alexander Vega ya no sorprende. A su incompetencia para garantizar transparencia en los procesos electorales se suma su falta de carácter para darle la cara al país y aclarar las dudas e inconsistencias que pesan sobre las elecciones legislativas del pasado 13 de marzo. Pareciera olvidar que el Congreso, que representa al Constituyente Primario que es el pueblo, era el escenario por excelencia para que esta semana él hubiera asistido al debate de control político en la plenaria del Senado, en el que se le pedían explicaciones de los errores en los que él y la entidad a su cargo incurrieron.