Margarita Restrepo
Margarita Restrepo
Celebro la decisión de la señora Procuradora General de la Nación de suspender a los alcaldes que están participando en la campaña presidencial. Son sabias las normas nacionales que prohíben que los servidores públicos hagan política, pues así se evitan los abusos y la corrupción.
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Santos y los defensores del adefesio de La Habana nos dijeron insistentemente que el acuerdo serviría para ponerle punto final al reclutamiento forzado de menores y que, además, los responsables de ese crimen de lesa humanidad por fin serían sancionados. Todo resultó siendo falso.
Margarita Restrepo
Entramos en la recta final de la campaña presidencial. A finales de mayo tendremos que concurrir a las urnas con el fin de decidir cuál será el futuro de nuestro país.
Margarita Restrepo
Llevo años oyéndole al presidente Uribe algo que me parece muy sensato: cuando las encuestas salen bien, hay que trabajar muy duro para mantenerlas y cuando las encuestas no son favorables también hay que trabajar muy duro con el fin de mejorarlas.
Margarita Restrepo
Asquerosa, por decir lo menos, la jugadita que estaba intentando hacer el candidato Gustavo Petro, sellando, a través de su misterioso hermano, alianzas con lo más sucio de la política colombiana recluida en las cárceles del país.
Margarita Restrepo
Estamos a mes y medio de la primera vuelta presidencial en la que el futuro de Colombia está en juego. Nuestro partido, el Centro Democrático, llegará sin candidato propio luego de que Óscar Iván Zuluaga renunciara a su aspiración.
Margarita Restrepo
La sociedad colombiana está reaccionando frente a la agresiva campaña de miedo y terror del candidato neocomunista Gustavo Petro. Claro que él encabeza las encuestas porque lleva 8 años ininterrumpidos de campaña, incendiando los ánimos y engañando, con su discurso populista, a millones de personas que se han dejado manipular y, por qué no, encantar por las promesas exóticas de Petro.
Margarita Restrepo
El atentado terrorista del sábado, que cobró la vida de un niño de 12 años y al momento de escribir esta columna una niña de 5 añitos se debate entre la vida y la muerte, debe ser condenado nacional e internacionalmente.