José Félix Lafaurie Rivera
José Félix Lafaurie
Los escándalos del progresismo petrista rebasaron todo límite y, por ello, vuelvo sobre el tema para sumarme al rechazo ciudadano y la necesidad de detener la amenaza comunista.
José Félix Lafaurie
Las preguntas sin respuesta tras los resultados del 13 de marzo, hoy ensombrecen las presidenciales de mayo, con muchos ruidos presagiando desastre, en una elección estratégica para preservar la democracia o, Dios no lo quiera, darle paso al progresismo comunista que ha fracasado en la región.
José Félix Lafaurie
…y ellos se juntan”, como se junta en el “Pacto Histórico” un grupo de políticos promeseros, con ideología de ocasión y moral movediza, para arrimarse “al sol que más alumbre” o aliarse con “el enemigo de mi enemigo” sin importar el costo para el país.
José Félix Lafaurie
Diógenes fue un filósofo griego que andaba con una lámpara en pleno día, exclamando ¡busco un hombre!, refiriéndose a un “hombre honrado”, pues 400 años antes de Cristo ya era difícil encontrarlo.
José Félix Lafaurie
“No se acepta el resultado electoral y se exige escrutinio voto a voto, de todas las mesas del país”. Así respondió Petro en un debate, cuando todavía iba a debates, antes de las elecciones de marzo, frente a la pregunta de qué haría si llegara a concluir que hubo fraude.
José Félix Lafaurie
Mientras escribo, el Pacto Histórico revienta las redes con la proclama de ¡Fraude! lanzada por Petro, sosteniendo haber recuperado 500.000 votos que les iban a robar, mientras otros sectores también acusan desaparición de votos y se encienden alarmas, en medio de un juego peligroso para la democracia.
José Félix Lafaurie
“La cuestión es con dinero”, algo que tiene claro el “pacto histórico”, esa costosa farsa que ya gastó oficialmente 7.000 millones, más del doble del segundo en lista, y mucho más extraoficialmente, si contamos la trampa a la agenda electoral, que representó el lanzamiento fastuoso de la campaña Petro en Barranquilla, mucho antes de lo permitido.
José Félix Lafaurie
Es lo que hace el país frente a las amenazas que acechan. Miramos para otro lado y no vemos a Maduro envalentonado con su “poderosa cooperación militar” con Rusia, que no es sino la neocolonización de una potencia imperialista, iniciada hace veinte años desde Cuba, para convertir a Chávez y Maduro en fervientes comunistas, destruir el país y hoy entregárselo a Putin, porque Venezuela ya le vendió a Rusia su alma… y su petróleo.