La primera tiene que ver con la seguidilla de sentencias de la Corte Constitucional que concluye declarando que el derecho al aborto es fundamental por lo menos en los casos que considera la sentencia C-55 de 2022. Vid. Sentencia C-055 de 2022 Corte Constitucional de Colombia (alcaldiabogota.gov.co); Aborto en Colombia: Corte declara que es un derecho (90minutos.co).
Según la primera de las sentencias en mención, la Corte, después de examinar la importancia de la protección de la vida a la luz del artículo 11, que la declara inviolable, y del artículo 4.1 del Pacto de San José, que ordena que se la proteja en general a partir del momento de la concepción, llega a la sorprendente conclusión de que la inviolabilidad de la vida humana entra en tensión con los derechos a la salud y los reproductivos, la igualdad de las mujeres en situaciones de vulnerabilidad y en situación migratoria irregular, la libertad de conciencia, la finalidad constitucional de prevención general de la pena y el carácter de último recurso del derecho penal.
Para la Corte herodiana, el derecho a la vida no es inviolable y debe ceder, a través de una arbitraria armonización, ante las exigencias de otros derechos, a los cuáles no sólo se lo equipara, sino que se les asigna prevalencia en los casos que la sentencia precisa, esto es, el de la mujer a decidir ad libitum sobre la interrupción del embarazo dentro del límite de 24 semanas y el de solicitarla con posterioridad si se dan las causales previstas en fallos anteriores (malformación del feto, riesgo para la mujer, violación).
Como el derecho al aborto no está consagrado de modo expreso en la Constitución, la Corte lo deriva de otros derechos: la libertad de conciencia, la igualdad, la salud, Añade otras consideraciones atinentes a las atribuciones del Congreso para legislar en materia penal, constituyéndose más que en colegisladora, en instancia suprema acerca de lo que debe prohibirse y puede permitirse.
Este fallo inicuo, corroborado por el que anuló las sentencias T-430 de 2022 y T-158 de 2023, merece análisis de fondo que desbordan los alcances de un artículo de opinión y tiene un trasfondo del todo censurable, al supeditar la inviolabilidad del derecho a la vida a otros derechos, algunos muy discutibles a la luz de nuestro ordenamiento constitucional.
Es verdad que la noción de derecho fundamental no es nítida, pues el artículo 94 de la Constitución establece que la enumeración de derechos y garantías contenidos en ella y en los convenios internacionales vigentes no debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la persona humana, no figuren expresamente en ellos.
El núcleo de esta ampliación de la categoría del derecho fundamental radica en lo que deba entenderse como derechos inherentes a la persona humana.
El texto constitucional no habla de individuo humano, sino de persona, que es una categoría no sólo de evidente carácter moral, sino ligada a la trascendencia espiritual. Pero esta consideración es del todo irrelevante para los ateos y materialistas que controlan hoy por hoy los altos poderes de decisión en nuestra organización política. El relativismo moral y la creencia en que la última ratio de los derechos está en las pulsiones que suscita el deseo en los individuos los lleva a ignorar que la Constitución se inspira en la protección de Dios, tal como lo proclama el preámbulo, y a proclamar que el orden moral está ausente de sus prescripciones.
Si para la Corte herodiana la vida humana en gestación constituye, como lo afirman los abortistas, apenas un amasijo de células, no tardará en adoptar las horrorosas conclusiones de Peter Singer acerca de la justificación del infanticidio:" “Por supuesto, el infanticidio debe ser excepcional y estrictamente controlado de forma legal , pero no se debería excluir, como no se excluye el aborto”. Vid. El humanitarismo selectivo de Peter Singer – Bioética (bioetica.com.mx).
La segunda noticia que quiero comentar se refiere al nombramiento de un actor porno como viceministro de Diversidades en el ministerio de Igualdad y Equidad (Vid. De actor porno a viceministro: esta es la historia de Juan Carlos Florián - Infobae).
Circula en las redes sociales una fotografía en la que aparecen muy sonrientes el que nos desgobierna y un sujeto de nombre Juan Carlos Florián, del que se ha publicado un trino que da cuenta cabal de la depravación de la que se jacta. La vida íntima del primero de ellos es objeto de comidilla entre la gente. No es el caso de entrar en detalles, pero nadie se atreve decir que es ejemplar. Y esta fotografía suscita no pocas inquietudes acerca de la índole de quienes aparecen en ella.
Sea lo que fuere, acá hay que dolerse como Discépolo en su "Cambalache", diciendo que "los inmorales nos han igualao". (Vid. CAMBALACHE - Enrique Santos Discépolo - LETRAS.COM;(3) "Cambalache" ~ Ernesto Fama 1935 - YouTube).
Como reza un verso enorme de Cátulo Castillo, nos estamos sumiendo en "el hondo bajo fondo dende el barro se subleva" (vid. LA ÚLTIMA CURDA - Edmundo Rivero - LETRAS.COM).
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(2) Cancillería de Hojalata
Jesús Vallejo Mejía
El Estado de Israel ha sido amigo de Colombia desde su fundación en 1948. Con sus gobiernos hemos tenido buenas relaciones a lo largo de los últimos 75 años. Es mucho lo que pueden aportarnos sus admirables avances en distintos campos.
Pero, ahora cuando nos desgobierna un desquiciado, esas buenas y fructíferas relaciones están sufriendo un penoso deterioro cuyas consecuencias podrían ser nocivas para nosotros desde muchos puntos de vista. En dos palabras, no sería extraño que terminásemos catalogados dentro de ese abominable grupo de países que aplauden el terrorismo.
Mientras que el presidente de Estados Unidos ha manifestado que el ataque que perpetró Hamás a fines de la semana pasada contra los israelíes fue un acto de maldad absoluta, nuestro presidente, borrando un pronunciamiento inicial de nuestra Cancillería que se orientaba en un sentido similar, ha resuelto abstenerse de censurarlo y, por el contrario, ha enderezado sus baterías contra Israel, calificando de neonazis a sus gobernantes y comparando la situación de los palestinos con las víctimas del Holocausto. Según él, lo que presenció en Palestina es lo mismo que vio en Auschwitz.
El conflicto de Israel con los palestinos es muy complejo. Como lo han reconocido notables personeros de la comunidad judía, a ambas partes les caben sus respectivas cuotas de responsabilidad por su agravación. Para tratar de entenderlo hay que partir de la base del derecho del Estado de Israel a existir, no sólo porque su creación fue patrocinada por la ONU, sino porque sus 75 años de existencia son un hecho cumplido. Desafortunadamente, hay sectores de los mundos árabe y musulmán, que no son la misma cosa, que insisten en negarle ese derecho, lo que pone a los israelíes a la defensiva frente a unos vecinos del todo hostiles. Si éstos adoptasen una actitud diferente, como la que llevó a concertar la paz con Egipto, la suerte del pueblo palestino sería muy otra.
La agresión de Hamás contra la población civil israelí no admite atenuante alguno. Es algo del todo censurable que va no sólo contra elementales reglas jurídicas, sino contra los sentimientos morales del mundo civilizado. Precisamente, los juicios de Nuremberg contra los jerarcas nazis se basaron en que sus crímenes fueron de tal magnitud que, más allá de los dictados del Derecho positivo, atacaban las bases mismas del ordenamiento de la Civilización.
Lo mismo cabe afirmar acerca de las atrocidades de Hamás, que el que nos desgobierna y hace quedar mal ante la comunidad internacional se niega no sólo a desautorizar, sino a condenar con vehemencia.
De Bismarck se decía que era un Cancillera de Hierro. Del nuestro, tan sumiso frente a un energúmeno, sólo cabe afirmar que lo es de hojalata.