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Ariel Peña               

La precursora del feminismo en el mundo, Mary Wollstonecraft (1759-1797), quien igualmente fue una figura histórica del humanismo, dijo: “Las mujeres solo deben doblegarse a la autoridad de la razón, en lugar de ser modestas esclavas de la opinión”, afirmación que es antagónica a la secta pseudofeminista que incendió la Catedral Primada de Bogotá, el pasado 28 de septiembre; por lo tanto esa actitud violenta en contra del centro de culto más importante de Colombia, responde al Marxismo Cultural creado por la Escuela de  Fráncfort, que utiliza las emociones para manipular a las personas estólidas.

Frente a los acontecimientos ocurridos en la Catedral, no nos imaginamos a pseudo feministas, haciendo lo mismo en las Mezquitas de Irán, Afganistán o  en la Gran Mezquita de la Meca en Arabia Saudita;  de ahí que el respeto por  los creyentes y los símbolos religiosos,  sin importar su procedencia es fundamental para la convivencia de las civilizaciones, puesto que las atrocidades vengan de  donde vengan y cualquiera que sean las motivaciones ideológicas, no se pueden permitir, puesto que se caería en un estado de bestialidad.

La Catedral Primada de Colombia, también el 20 de marzo de este año tuvo que soportar un  ataque, en plena celebración de la Eucaristía, por parte de integrantes de la Primera Línea, que durante el Paro  Nacional de 2021, se ensañaron con las gentes más humildes por medio de saboteos, bloqueos y terror, lo que demuestra que todos los actos vandálicos en contra del Cristianismo Católico en el último tiempo, están claramente orquestados por organizaciones que siguiendo la receta del Marxismo Cultural, quieren descristianizar a la sociedad, para volver maleable a la estrategia   totalitaria que busca acabar con los valores occidentales.

El  8 de marzo  de 2021 en el Día Internacional de la Mujer, aprovechando la conmemoración  de una fecha tan significativa en las luchas que han desarrollado las mujeres por sus reivindicaciones, un grupo  pseudo feminista, pretendió incendiar iglesias en el centro de Bogotá, copiando las enseñanzas de los comunistas chilenos que quemaron y saquearon  dichos lugares, no solo  católicas, también  en contra de las iglesias evangélicas; esas prácticas salvajes indiscutiblemente responden al Marxismo Cultural que busca acabar con las tradiciones, como lo traza la  Escuela de Fráncfort, comenzando por la religiosa,  o sea que el vandalismo y el terrorismo que practican contra las instituciones eclesiales se circunscribe dentro de la acción absolutista comunista.

Con la caída del muro de Berlín y la hecatombe de la Unión Soviética, el comunismo se recicló en grupos ecologistas, LGTB, indigenistas y supuestamente feministas; estos últimos desconocen a otra inspiradora de ese movimiento que fue la francesa Flora Tristán(1803-1844), quien hacia parte del denominado Socialismo Utópico, que rechazó los dogmas de  Karl Marx, por ser estatistas, burocráticos y embrutecedores; de esa corriente utópica, también surgieron el cooperativismo, el mutualismo, la socialdemocracia, el social cristianismo y desde luego el feminismo, entonces es un contrasentido que  militantes del bodrio marxista utilicen  groseramente al  feminismo.

El Marxismo Cultural, además usa de mecanismos a la lumpenización y a la posmodernidad, en donde la razón queda completamente relegada y lo que sirve es la emotividad, y así los hechos sean  execrables, ello no vale, pues lo que interesa son  las interpretaciones, como lo enseñó Friedrich Nietzsche; en consecuencia  al no existir la razón, la ética, la lógica y la moral, todo es permitido y la axiología queda aplastada por los caprichos de fuerzas totalitarias, que por su irracionalidad buscan someter a la ciudadanía mediante la fuerza bruta, y el ejemplo lo tenemos con la quema de iglesias. 

El ataque en contra de las iglesias por parte de grupos pseudo feministas, que de manera inocente algunos grandes medios de comunicación llaman como desadaptadas, asimilando a unas loquitas que no saben lo que hacen, no es cierto, pues es claro que sí saben lo que hacen, debido a que hay adoctrinamiento por la ideología más genocida que  conoce la historia en todos los tiempos como lo es  el marxismo, siendo su referente más cercano  el Che Guevara el cual exaltaba el terrorismo en contra del enemigo del que hacían parte los creyentes, y por ello invitaba al odio  como factor de lucha y ese  odio en  contra de  la religión era debido a que es  la antítesis del programa liberticida comunista, quedando demostrado el adoctrinamiento  totalitario  que tienen las pseudo feministas que atacan a los centros de culto.

El derecho a creer, está consagrado en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, así que cuando se ataca los lugares en donde se reúnen los creyentes, se está atacando un Derecho Humano.

 
Publicado en Columnistas Nacionales

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