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La admiración del Pacto Histórico por la dictadura cubana

Ariel Peña               

El sincretismo político que representa el Pacto Histórico de Gustavo Petro, en donde   supuestamente hay para todos los gustos, en el fondo es regentado por lo más rancio del marxismo leninismo con sus diferentes partidos y movimientos, que se aferran sin ningún empacho a los dogmas comunistas, lo cual conduce a una pasión desenfrenada para someter a la ciudadanía a los instintos malsanos de esa secta; en atención a lo cual hay que agregar la admiración que tienen los principales dirigentes del Pacto Histórico en cabeza de Petro, por  la dictadura comunista cubana.

Fidel Castro (1926-2016), en varios discursos mencionó que “un mundo mejor era posible”. Pero que un enfermo incurable por la burocracia del Estado como el sátrapa de marras, hablara de un mundo mejor, es un exabrupto, porque a los comunistas totalitarios no les interesa el bienestar de los pueblos, sino únicamente el poder eternamente, así las masas sufran lo indecible; por ello desde la Primera Internacional de los trabajadores en el siglo XlX al marxismo siempre se le ha considerado como una estafa en contra de los humildes, para que surja una oligarquía que con un discurso miserabilista conduzca a las naciones al envilecimiento como sucede en  Cuba.

Que el déspota cubano haya mencionado la posibilidad de un mundo mejor, es un ultraje a la razón, sabiendo de quien provienen esas palabras, pues en sana lógica quienes de verdad podrían hablar de la posibilidad del un mundo feliz por su tradición y realizaciones ya sean teóricas o practicas, serian: los libertarios, sectores de la social democracia, movimientos ecologistas (sin mamertos), los cristianos, parte del liberalismo clásico y diferentes organizaciones sociales, religiosas y culturales que buscan el equilibrio humano; pero que el comunismo totalitario hable de un mundo mejor es una aberración, porque hay que recordar que el señor Marx recibió el repudio de los amantes de la libertad, pues buscaba que la dictadura del proletariado se convirtiera en un método de gobierno sempiterno para someter a los pueblos, con lo cual el Estado nunca desaparecería y en cambio se creaba una nueva esclavitud.

La admiración que siguen profesando los mamertos  hacia Fidel Castro  es por ignorancia, mala fe o por imposición, siendo eso un culto a la persona, especialmente para impresionar a las nuevas generaciones y así heredarles el comunismo, hablando de los “milagros” de la revolución y de unos supuestos progresos sociales y humanos en la isla, cuando lo único equitativo que hay en la tierra del patriota  José Martí en la actualidad, es la distribución de la miseria y  por eso las protestas masivas en el mes de julio de  este año.

Sin embargo los alucinados comunistas e idiotas útiles, se desgañitan hablando de los avances de Cuba en 61 años de dictadura, lanzándole loas al tirano cubano fallecido hace 5 años, siendo eso una monumental mentira difundida por la inteligencia castrocomunista con su aparato de propaganda, porque si  fueran ciertos algunos progresos en Cuba con el régimen marxista leninista, también así como se declara admiración por Castro habría que exaltar a Hitler quien logró significativos progresos en los primeros años de su gobierno, destacándose mejoras económicos  y sociales, reduciendo drásticamente el desempleo en Alemania en plena depresión mundial, pero lo de Cuba  es una farsa.

El cuento del heroísmo del pueblo cubano dirigido por el partido comunista en contra del imperio, es otra patraña de la camarilla, porque desde la desaparición de la Unión Soviética, Cuba dejó de ser un santuario de Kremlin y por ello una invasión de USA a la isla era como gastar pólvora en gallinazo, dado que derrumbar al gobierno comunista implicaría que por lo menos 5 millones de cubanos irían a parar a La Florida.

Cuba  ha sido un país dócil cuya población se somete fácilmente a la mano dura, recordando que fue la última nación de Latinoamérica que se independizó de España, con la ayuda de  EEUU, y lo hizo casi 80 años después de la emancipación del resto de naciones Latinoamericanas; con lo cual se puede explicar antropológica e históricamente la duración de la tiranía de los Castro, que como verdugos del pueblo cubano no solo mediante la violencia brutal han reprimido a la población, sino que también lo han hecho a base de mentiras como la del supuesto bloqueo de USA, cuando el termino preciso es embargo que data desde 1961, en donde Cuba no puede comercializar con su vecino del norte, pero perfectamente lo puede hacer con más de 200 países que existen en la tierra, por ello el termino bloque es una invención.

Así que el mundo mejor del que hablaba Fidel Castro  es una gigantesca engañifa, porque es un contrasentido  que un personaje patológico que   mediante la vesania impuso los dogmas del engendro marxista a los cubanos y  lo mismo quería hacer con América Latina, buscará el bienestar de los demás;  de manera que  el accionar del comunismo totalitario como enemigo de los pueblos se fundamenta en una concepción criminal para oprimir a las masas  con  una oligarquía ( nomenclatura)  cuando  logra conquistar la dirección del Estado, por ello  precisamente es que los amantes de la libertad deben  defender la democracia ante las acechanzas del comunismo totalitario, porque ese bodrio es la antítesis del mundo mejor, que  se puede construir con hombres y mujeres  de buena voluntad y que no consideren a  la burocracia del Estado como  el principio y el  fin de todas las cosas.

Para las elecciones en Colombia del 2022, no se puede olvidar la admiración reverencial que el candidato Gustavo Petro le ha tenido a la dictadura comunista cubana, para que nuestro país no caiga en una esclavitud política de la que jamás saldría.

Publicado en Columnistas Nacionales

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