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La veneración de la cocaína
La Gaceta, Madrid
https://gaceta.es/editorial/la-veneracion-de-la-cocaina-20220921-1746/?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=resumen_semanal_de_la_gaceta_de_la_iberosfera&utm_term=2022-09-23
21 de septiembre de 2022
La declaración ante la Asamblea de la ONU del presidente de Colombia, Gustavo Petro, en la que defiende la cocaína, la compara con el carbón y el petróleo, y desecha sus terribles efectos sobre la salud pública -«solo causa mínimas muertes por sobredosis y más por las mezcla que provoca su clandestinidad dictaminada (sic)», ha dicho- es la constatación de que en la izquierda todo es lo que parece porque no trata de disimularlo.
Esta veneración de la cocaína no debe sorprender a nadie. No hay que olvidar que Petro, al que el expresidente Pastrana llamó «caballo de Troya del narcotráfico», formaba parte del grupo terrorista M-19 cuando tomó por asalto en los años 80 el Palacio de Justicia de Bogotá con el objetivo de quemar los expedientes de los narcotraficantes y de asesinar a los magistrados que pretendían extraditar a los jefes de los carteles de la droga, ni que promovió la legalización de las drogas al declarar, por ejemplo, que le parecía ‘una estupidez’ mantener la marihuana en la clandestinidad.
Petro trata de replicar el modelo de Nicolás Maduro, jefe del Cartel de los Soles, que ha puesto al Ejército venezolano al servicio del narcotráfico. Para ello ya ha iniciado los ataques a la propiedad privada y está creando milicias, tal y como hoy nos cuenta Nitu Pérez Osuna, bases del sistema venezolano de muerte y ruina. Pero necesita la legitimación del narcotráfico. Su declaración ante la comunidad internacional solo ratifica el culto que él y quienes conforman esa colosal multinacional del crimen llamada Foro de Sao Paulo deben al producto que les llevó al poder.
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Petro despotricó ante la ONU
Por Eduardo Mackenzie
https://twitter.com/eduardomackenz1/status/1572977494055333888
La Linterna Azul, Bogotá
http://www.lalinternaazul.info/2022/09/23/petro-despotrico-ante-la-onu/
IFM Noticias, Medellín
https://ifmnoticias.com/petro-despotrico-ante-la-onu/
Rebelión en la Granja, Madrid
https://rebelionenlagranja.com/noticias/petro-despotrico-ante-la-onu-por-eduardo-mackenzie-20220923
22 de septiembre de 2022
Ridículo el discurso de Gustavo Petro ante la asamblea general de Naciones Unidas. Tenebroso y ridículo no sólo por sus mentiras –acusó a Estados Unidos y Europa (pero no a Putin, el verdugo de Ucrania) de invadir a Ucrania y también a Irak, Libia y Siria “en nombre del petróleo y del gas”. Risible por su lirismo adulterado y sus insultos contra los países aliados de Colombia --acusó a Estados Unidos y a la Unión Europea de destruir la Amazonía, de saquear los recursos naturales del mundo, de “declararle la guerra a la selva, a sus plantas, a sus poblaciones”--. Tendencioso discurso por sus insinuaciones contra el modelo de desarrollo capitalista y por su visión sobre el “fracaso (sic) de la lucha contra el calentamiento del planeta”.
Grotesco pero también maligno discurso pues calificó de “irracional” y “fracasada” la guerra contra las drogas a la cual, dijo, habría que ponerle fin.
Obviamente, tal cúmulo de necedades fue rebatido por la prensa europea. Esta no apreció el tono envenenado y divisionista de Petro y su soflama donde brillan por su ausencia las propuestas para “remediar esos problemas con una acción conjunta de países”, según un analista de la BBC de Londres.
“Cuando más se necesitaban las acciones, cuando los discursos ya no servían, cuando era indispensable depositar los dineros en los fondos para salvar la humanidad, cuando había que alejarse cuanto antes del carbón y del petróleo se inventaron una guerra y otra y otra. Invadieron Ucrania, pero también Irak, y Libia y Siria. Invadieron en nombre del petróleo y del gas”, gesticuló Petro.
El nuevo ocupante del Palacio de Nariño, escogió esa importante tribuna para humillar a su propio país. Lo peor de su actuación en Nueva York, sin hablar de su alegato extra muros sobre “la manada de lobos” de la cual brota la inteligencia, no es que haya utilizado la temática del tráfico de drogas. Esa cuestión había sido tratada por otros eminentes colombianos en otras asambleas de la ONU con una línea exigente de reflexión y combate contra el enorme flagelo.
Petro, en cambio, puso a Colombia al más bajo nivel. Imitó al dictador boliviano Evo Morales que en 2015 le pidió a la ONU a que acabara con el capitalismo “para erradicar la pobreza”. Esta vez, Petro le pidió a la ONU algo no menos alucinante: acabar con la “la irracional guerra contra las drogas” para que el mundo alcance la felicidad universal.
La estrafalaria propuesta de cesar la guerra mundial contra las drogas y “depositar los dineros en los fondos”, es un insulto mafioso a las víctimas de ese épico combate, a las decenas de miles de héroes colombianos y extranjeros que perdieron sus vidas en Colombia en la lucha contra ese azote internacional. Petro no tuvo una palabra de compasión para ellos, soldados y policías, pero también magistrados, jueces, periodistas (pienso sobre todo en don Guillermo Cano), ministros (pienso sobre todo en Rodrigo Lara Bonilla), diplomáticos, ganaderos, intelectuales, políticos (pienso en Luis Carlos Galán), alcaldes, indigenistas americanos y agentes de la DEA, que fueron asesinados, secuestraos y lesionados de por vida por los narcotraficantes. Las palabras de Petro son, por el contrario, una reprimenda injusta contra todos ellos por haber participado en una “guerra irracional”.
“¿Quieren menos drogas? Piensen en menos ganancias y en más amores”, eructó Petro copiando servilmente la teoría lamentable de Manuel López Obrador de “abrazos y no balazos” en la lucha contra los carteles mexicanos, lo que aumentó las matanzas en ese país. “Piensen en un ejercicio racional del poder”, exigió Petro. “No toquen con sus venenos la belleza de mi patria, ayúdennos, sin hipocresías, a salvar la selva amazónica para salvar la vida de la humanidad en el planeta”, lanzó el ex miembro de la guerrilla narco terrorista M-19 que aceptó en 1985 ponerse al servicio de Pablo Escobar para incendiar el palacio de justicia de Bogotá y asesinar la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado. Petro, quien nunca criticó la infame trayectoria del M-19, ni las otras bandas, es el mismo que se atreve a hablar de “ejercicio racional del poder”, de “la belleza de mi patria” y de “salvar la vida de la humanidad en el planeta”.
Con su monserga obamista sobre el pretendido “fracaso” de la guerra contra las drogas, Petro busca socavar la lucha mundial contra ese tráfico y malograr las relaciones diplomáticas de Colombia con las democracias y el resto del mundo. Esa línea empuja a Colombia hacia un rincón obscuro, el de un país forajido, paria, que insiste en el mal, que se delecta revolcándose en el fango. Para él no existe el país real, con su herencia universalista, con su democracia, su población valiente, orgullosa, que siempre defendió las libertades, la religión, la cultura, el trabajo.
Fue pues un discurso para enlodar la extradición de narcos, la erradicación de los narcocultivos, los esfuerzos de los países contra el blanqueo de dinero. Todo está resumido en esa frase increíble: “Mi país no les interesa sino para arrojarle venenos a sus selvas, llevarse a sus hombres a la cárcel y arrojar a sus mujeres a la exclusión”. Y en esta otra, que completa el cuadro apocalíptico: “Para destruir la planta de coca arrojan venenos, glifosato en masa que corre por las aguas, detienen a sus cultivadores y los encarcelan. Por destruir o poseer la hoja de la coca muere un millón de latinoamericanos asesinados y encarcelan a dos millones de afros en la América del Norte”.
Es la arenga de un hombre extraviado. No fueron esos países los que sembraron la marihuana, la coca y la amapola en Colombia. Ni los que refinanciaron las guerrillas narco-comunistas cuando estaban agotadas por la acción del Estado colombiano. Ni los que pagaron a bandas degeneradas para que infiltraran y minaran la justicia, el sistema electoral y otros pilares institucionales.
Algo que deberían entender los países occidentales, en especial Estados Unidos, Francia y la Unión Europea, es que el pedido de Petro de dejar tranquilos a los productores y traficantes de cocaína está destinado sobre todo a esos gobiernos. La intención de ese discurso es tender una trampa al campo occidental. Es una treta para dividir al bloque atlántico, para debilitar a sus Estados miembros, para no ayudar ni asesorar las fuerzas militares y de policía del hemisferio. Ese discurso es una advertencia: la inundación de drogas en las democracias de Occidente, con su cortejo de matanzas y desgracia social, debe aumentar pues no hay que temerle a eso: la cocaína, dice Petro, “solo causa mínimas muertes por sobredosis y más por las mezclas que provocan su clandestinidad dictaminada (sic)”. Petro es de los que predican que el azúcar es “una droga mucho más dañina que la marihuana y la cocaína”.
Horas después de pronunciar ese espantoso discurso, Petro hizo saber que se reunirá el 26 de septiembre con Nicolas Maduro, el gran peón de Putin y de Irán en el continente. Dijo que las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela serán restablecidas y que los parlamentos de Colombia y Venezuela trabajarán conjuntamente de ahora en adelante. Caracas, además, ha reiterado su pedido de que Bogotá extradite a los opositores venezolanos que encontraron refugio en Colombia, tras huir de la tiranía. Petro también ha dado luz verde a la participación de Maduro en las supuestas “negociaciones de paz” de Petro con el ELN y las otras bandas cuyos capos se esconden en Venezuela desde donde planifican los ataques a Colombia.
Sobre la agresión de Rusia a Ucrania, Petro se sometió a Moscú al declarar: “No nos presionen para alinearnos en los campos de batalla (...) Que los pueblos eslavos hablen entre sí.” La revista Semana explicó que Vladimir Putin, durante la bienvenida al embajador de Colombia en Rusia, había elogiado a Gustavo Petro y dicho que Colombia “es un prometedor socio de Rusia en América Latina con el que estamos interesados en mantener las relaciones de amistad”. Los países de la OTAN harían bien en leer el discurso de Petro del 20 de septiembre en Nueva York a la luz de estos hechos.
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Gustavo Petro se reunió con Alexander Soros
La Linterna Azul, Bogotá
http://www.lalinternaazul.info/2022/09/24/petro-habla-con-alexander-soros/
24 de septiembre de 2022
“Genial reunirme con el presidente colombiano Gustavo Petro, junto con sus embajadores Leonor Zabalata, Luis Gilberto Murillo y Alejando Gaviria junto con Open Society; colegas para discutir la importancia de nuestros compromisos de larga data con el proceso de paz, la reforma de las drogas y la protección del medio ambiente. ¡Amazonas! #UNGA”, escribió el 22 de septiembre pasado, en su cuenta twitter, Alexander Soros, hijo y heredero del magnate izquierdista George Soros y presidente de la polémica Ong Open Society.
Vea las fotos y los comentarios que esa reunión provocó en una red social.
http://www.lalinternaazul.info/2022/09/24/petro-habla-con-alexander-soros/
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¿El ombligo del mundo?
Por Ariel Peña
Periódico Debate, Bogotá
24 de septiembre de 2022
De acuerdo a su discurso en la 77 Asamblea de la ONU, el presidente colombiano Gustavo Petro, debe pedirle al partido comunista chino que rebaje a su mínima expresión el CO2 que envía a la atmósfera ese país asiático y que representa el 30% a nivel mundial, siendo el que más contamina; además exigirle al régimen chino la legalización de la cocaína, y así saber cuál es la repuesta de Pekín al mandatario nacional, porque definitivamente en ocasiones se pretende ser el ombligo del mundo; subrayando que los discursos de los jefes de Estado en la ONU, en la mayoría de los casos se convierten en algo alegórico.
Colombia de acuerdo a la contaminación ambiental del planeta por gases de efecto invernadero, solamente representa el 0.4% dentro de todas las naciones, sin embargo debe adquirir compromisos con la comunidad internacional, dado que en las últimas dos décadas ha perdido 3.200.000 de hectáreas de bosques, principalmente por el cultivo de la coca, de manera que el presidente Petro en su discurso en la ONU tendría que haber hecho alusión a esa situación frente al cambio climático y, comprometerse a impulsar durante su gobierno una campaña a gran escala de reforestación, para recuperar las hectáreas perdidas, demostrando de manera efectiva el compromiso real ante la crisis ambiental; puesto que la retórica sirve para lograr loas de los admiradores, pero si no hay propuestas ciertas en un escenario tan importante, eso se queda solamente en la anécdota.
Hay un tema de palpitante actualidad que pone en peligro la existencia humana, ahora; como son las amenazas con su arsenal atómico que ha hecho en varias oportunidades el presidente ruso Vladímir Putin desde que comenzó la invasión del Kremlin a Ucrania en febrero pasado, algo que no mencionó el presidente de Colombia en su alocución en la ONU, puesto que la defensa de la especie humana únicamente no es a futuro, sino también en el presente, advirtiendo que la guerra en Ucrania no solamente ha producido más de 13 millones de refugiados en Europa, sino que además el peligro de una crisis económica mundial es latente, en donde las hambrunas se podrán convertir en una situación permanente.
En Colombia frente al cambio climático, se tienen criterios selectivos por parte de los grupos marxistas; por ejemplo, se condena con vehemencia a países del norte desarrollados, pero no se conoce el repudio a las acciones ecocidas que han realizado desde hace 36 años las guerrillas comunistas, tal vez porque la ideología supersticiosa del marxismo leninismo le da patente de corso para no ser rechazadas como corresponde, en los casos de las voladuras de los oleoductos y la minería ilegal; habida cuenta que por voladuras de oleoductos se han derramado más de 5 millones de barriles de petróleo.
O sea que la narcoguerrilla en Colombia ha sido enemiga del planeta, visto que arruina a los ecosistemas y contaminan el agua, la flora y la fauna. Esto sin pasar por alto que las enseñanzas marxistas en contra de la humanidad son “una guía para la acción” y su aplicación práctica también la podemos observar con el crimen ecológico que ha producido el accionar de las bandas armadas comunistas.
Y aunque Colombia no representa un porcentaje importante en el calentamiento global; el presidente Petro en la ONU, por encima de su discurso profuso, difuso y confuso, tendría que presentar una Mea Culpa del país por haber contribuido al cambio climático, habiendo podido ser más proactivo en defensa del medio ambiente, en casos como la deforestación para sembrar coca, el control más eficaz de los oleoductos para evitar voladuras y la minería ilegal, amén de otros aspectos que desafortunadamente conspiran en contra del sistema ecológico.
Gustavo Petro con su disertación en la ONU el 20 de septiembre, nos hizo recordar, las palabras de García Márquez al recibir el Nobel de Literatura en 1982, dijo García Márquez: “América Latina es esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda”, por eso se escuchan discursos de mandatarios latinoamericanos distantes de la realidad y la actualidad, que pretenden tomar el “cielo por asalto” con su utopía de intentar ser ombligo del mundo.
Para resaltar lo anterior, hay que tener presente que en el año de 2019, en la 74 Asamblea General de la ONU, Delcy Rodríguez vicepresidenta del régimen venezolano, reemplazando al dictador Nicolás Maduro, muy oronda dijo “Saquen lápiz y papel”, para dictar unas coordenadas geográficas en donde supuestamente estarían ubicados unos campamentos en Colombia de mercenarios para atacar a Venezuela, y resultó que los tales campamentos estaban localizados uno en Panamá, el otro en el mar Caribe lejos de las costas colombianas y el último nada menos que en una fundación que protege a la niñez de Maicao-Guajira; lo cual demuestra que así como hay intervenciones serias y acendradas en las Asamblea anual de la ONU, también las hay pintorescas, folclóricas e irrisorias.
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¡Marcharé el 26 de septiembre!
Por Luis Guillermo Vélez Álvarez
El Colombiano, Medellin
https://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/marchare-el-26-de-septiembre-JK18653684
19 de septiembre de 2022
Soy profesor de economía. Llevo muchos años enseñando que está demostrado —teórica y empíricamente— que una economía descentralizada, de propiedad privada e intercambio voluntario y libre, entre personas movidas por su propio interés, conduce a la asignación más eficiente posible de los recursos.
También he enseñado que está probado, por la teoría y por los hechos históricos, que la sustitución de los objetivos individuales por un supuesto objetivo colectivo de igualdad económica es incompatible con la libertad y sólo puede hacerse implantando la dictadura.
Acabar con la libertad para supuestamente implantar la igualdad es el proyecto político socialista del Foro de São Paulo —vigente en Cuba, Nicaragua y Venezuela— y es también el proyecto político de Petro Urrego, el que está tratando de implantar en Colombia con increíble celeridad, empezando con una reforma tributaria expropiatoria que restringe la libertad de las personas de trabajar, producir, consumir, ahorrar e invertir de la forma en que lo deseen.
No pasa un día sin que Petro Urrego amenace a los gremios económicos, sin que sus ministros hagan declaraciones perturbadoras y sin que sus partidarios recurran a las vías de hecho bloqueando carreteras, ocupando instalaciones productivas e invadiendo tierras. Al mismo tiempo, Petro Urrego normaliza relaciones con gobiernos totalitarios, apacigua a los criminales y les ofrece dialogar sin importar que continúen asesinando, extorsionando, traficando y robando.
Pero lo más grave de todo es la purga de la cúpula del ejército y la policía que debilita profundamente su capacidad de combatir el crimen y la delincuencia y llena de temor y desconfianza a toda la oficialidad. El objetivo final es, mediante la intimidación y la propaganda, transformar las fuerzas militares en una especie de “ejército popular” que pueda convivir con las bandas paramilitares que surgirán de la primera línea y los reinsertados de la “paz total”, para asumir el papel represivo de las Milicias Bolivarianas, en Venezuela, de los Comités de Defensa de la Revolución, en Cuba, o de las Milicias Populares Sandinistas, en Nicaragua.
La vergonzosa claudicación de los partidos del establecimiento dejó sin representación política a diez millones de ciudadanos que votaron por ellos en las elecciones del 13 de marzo y que votaron contra Petro Urrego en las del 19 de junio. Poco se puede esperar de las altas cortes —Constitucional y Consejo de Estado— cuyas inclinaciones colectivistas son notorias de tiempo atrás. Los gremios económicos se muestran asustados y perplejos.
Ante esta situación, no queda más que la calle para salir en defensa de la libertad, el valor político supremo; del derecho de propiedad, fundamento de todos los derechos; de la responsabilidad individual, norma suprema de actuación en la vida social; de la democracia, como multiplicidad de partidos, libertad de prensa, alternancia en el poder y respeto al Estado de derecho, y para rechazar la violencia y las vías de hecho patrocinadas por el gobierno como forma de hacer política.
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Viajes de líder extremista mapuche a Colombia salen en correos filtrados en Chile
Por Gabriela Moreno
Panam Post, Miami
https://panampost.com/gabriela-moreno/2022/09/23/viajes-de-lider-radical-mapuche-a-colombia-salen-en-correos-filtrados-en-chile/
23 septiembre, 2022
La Dirección de Inteligencia de Defensa del EMCO, de Chile, informó que hubo entrenamiento militar por parte de las FARC a los jefes comuneros mapuches. El escándalo por el hackeo de 400.000 correos del Estado Mayor Conjunto (EMCO) de Chile se extiende. En esta oportunidad reveló que Héctor Llaitul, líder de la Comunidad Arauco Malleco (CAM), entre otros mapuches, viajó a Colombia entre 2004 y 2006.
La reputación de las Fuerzas Armadas de Chile atraviesa un inevitable deterioro. El escándalo por el hackeo de 400.000 correos del Estado Mayor Conjunto (EMCO) perpetrado por el grupo “Guacamaya”, que expone la vulnerabilidad de las plataformas de información confidencial del órgano asesor del Ministerio de Defensa, coincide con el anuncio del procesamiento de cinco exsecretarios generales del Ejército por presunta malversación de caudales públicos.
La filtración de las minutas de inteligencia e informes estratégicos de la seguridad del país abrirá debates políticos, considerando que Mega Investiga accedió a los correos y examinó los reportes sobre los líderes mapuches y los hechos violentos en la Macrozona Sur, elaborados por la Dirección de Inteligencia de Defensa EMCO, la Armada y la Policía de Investigaciones (PDI).
En ellos, la Dirección de Inteligencia de Defensa del EMCO informó sobre el entrenamiento militar por parte de las FARC a los comuneros mapuches. La minuta entregada el 20 de noviembre de 2020 estableció que 13 de ellos, incluido Héctor Llaitul, líder de la Comunidad Arauco Malleco (CAM), viajaron a Colombia entre 2004 y 2006. El documento advierte que las agrupaciones radicalizadas en la zona aumentaron su capacidad de emplear armamento, enfatizando en las técnicas y el tipo de armas utilizadas en atentados, entre las que se mencionan fusiles calibre 7,62mm, como el AK-47. La divulgación del contenido recién comienza.
Artículo completo:
https://panampost.com/gabriela-moreno/2022/09/23/viajes-de-lider-radical-mapuche-a-colombia-salen-en-correos-filtrados-en-chile/
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“Mentiras no tan nuevas”, por Anatoliy Golitsyn
Por Nicolas Lecaussin
Iref Europa, Paris
https://fr.irefeurope.org/publications/chroniques-de-livres/article/des-mensonges-pas-si-nouveaux-danatoliy-golitsyn/
Articulo traducido por Colombian News
23 de septiembre de 2022
Si quieres entender mejor lo que buscan Putin y el dictador chino Xi Jinping, lee este libro traducido por primera vez al francés desde que fue publicado en 1984 (¡felicitaciones a Jean Robin por su trabajo de traducción y por la publicación!). El autor es un ex oficial del KGB que se refugió en Occidente. Es uno de los desertores más importantes por sus responsabilidades dentro del aparato represivo soviético, pero también porque escribió este libro visionario.
El lector, incluso el uno familiarizado con el funcionamiento del totalitarismo comunista, queda impresionado por el análisis minucioso y quirúrgico de la máquina de propaganda comunista. Aprendemos cómo fabrican la desinformación, cómo crean mentiras para que los líderes occidentales puedan creerlas, al menos en parte. El totalitarismo no puede sobrevivir sin desinformación. Es uno de los pilares de ese tipo de régimen, desde Lenin y Stalin hasta Putin, quien hoy utiliza los mismos métodos. Los líderes occidentales cayeron en la trampa putinista, hasta la invasión de Ucrania.
Por supuesto, la mentira es aún más efectiva con la ayuda de los idiotas útiles y/o agentes soviéticos infiltrados en Occidente. Gracias a este libro nos sumergimos en la historia de la Guerra Fría vista desde dentro. Pacifismo, apertura, cooperación, son palabras utilizadas habitualmente por el Kremlin para engañar a Occidente. Cuando Moscú lanza una campaña para reducir el número de ojivas nucleares es solo para obligar a los estadounidenses a hacer lo mismo. Sin embargo, Moscú hará exactamente lo contrario y nunca respetará el tratado firmado. Cuando Yugoslavia y Rumanía daban señales de “romper” con el Kremlin, era para fortalecer mejor el comunismo local, no para abrirse a Occidente, a la democracia y al capitalismo.
Las relaciones chino-soviéticas ocupan un lugar destacado en el libro. Si los dos países continúan avanzando por el camino del imperialismo comunista, a pesar de las reformas capitalistas en China, las cosas son complejas. Según Golitsyn, la ruptura entre Moscú y Pekín en 1960 fue un escaparate para los occidentales, para hacerles creer en un cisma. Si el cisma era real, el maoísmo no podía seguir dependiendo del Kremlin en ese momento, y fue al mismo tiempo gracias a este distanciamiento que Estados Unidos se acercó a China y la reforzó militarmente (en particular, dando acceso a información satelital, gracias a Kissinger, luego a Brzezinski). Golitsyn tiene razón y está equivocado al mismo tiempo.
Además, hoy vemos que Rusia y la República Popular China pretenden ponerse de acuerdo sobre Ucrania. Pero, en realidad, China no dota de armas a Putin y empieza a darse cuenta de que eso perjudica su negocio (necesita el mercado occidental), mientras el país atraviesa graves problemas internos (crisis inmobiliaria, caída de las inversiones extranjeras, confinamiento drástico, etc.).
Golitsyn nos explica por qué debemos permanecer extremadamente atentos y firmes frente a los dictadores. Si los líderes occidentales hubieran leído su libro, habrían anticipado la política agresiva de Putin quien, como el autor, es un ex oficial del KGB.
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