Casi me voy de pa´trás cuando leí el titular con que la W Radio nos informó por tweet sobre el vandalismo de las Primeras Líneas contra el Foro de Madrid.
Dizque: “Más de 100 jóvenes protestan en la calle 74 con carrera 13 en contra del encuentro internacional del Foro de Madrid. Así quedaron las instalaciones del Hotel Radisson”.
Acto seguido entra un video mostrando los destrozos que causaron las Primeras Líneas en los ventanales de la fachada del hotel, acompañados de la voz en Off del periodista.
Continúa. Dizque: “Bueno, esta es la situación ahora aquí en la calle 74 con carrera 13. Un grupo de cerca de 100 jóvenes estaba protestando en este punto porque se está desarrollando el famoso Foro de Madrid que es una reunión de algunos partidos de derecha, los jóvenes estaban en ese punto cuando de un momento a otro empezaron a lanzar rocas contra los agentes de la policía que se encontraban en este punto y fue ahí cuando inició la intervención. Así quedaron las instalaciones del Hotel Radisson, reiteramos, en la calle 74 con carrera 13”.
Mientras tanto, transcurrían las imágenes de los vidrios estallados en el suelo, de los transeúntes pasando asustados y sin saber pa´dónde pegar. Más allacito, la fila de policías dando la sensación de que no sirven pa´nada.
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Yo no sé en qué universidad estudió ese periodista. No sé, siquiera, si estudió. Tampoco sé quiénes son sus jefes o sus editores. No los conozco.
Lo que sí sé es que ese periodista no tiene la más mínima idea de la diferencia que existe entre la protesta y el vandalismo.
—¿Cómo así que “100 jóvenes protestan en la calle 74 con carrera 13”?
—¿Acaso no vio la pelotera y el vandalismo que armaron, acaso no está viendo destruida la fachada del hotel?
Yo no sé a qué ideología pertenece ese periodista. No sé, siquiera, si tiene ideología. Tampoco sé quiénes son sus líderes o sus candidatos preferidos. No me interesa.
Lo que sí sé es que ese periodista no tiene la más mínima idea de lo que es la democracia.
—¿ Cómo así que están protestando contra “el famoso Foro de Madrid que es una reunión de algunos partidos de derecha”?
—¿ Acaso no entiende que la democracia existe porque existe el derecho de hacer foros de discusión política, sin importar si son de derecha, de izquierda, de centro, de arriba o de abajo, y que todo el mundo está en la obligación de respetarlos?
—¿ Acaso no entiende que aquí todos tienen el derecho de inventarse el Foro de Madrid de la misma manera que pueden inventarse el Foro de Caracas o de París o de Moscú o de Washington, si les da la gana?
—¿Acaso no ha entendido que aquí todos tienen el mismo derecho de organizar los foros que quieran, así como en algún momento también organizaron el Foro de Sao Paulo, y nadie los ha vandalizado?
— ¿Acaso no se ha dado cuenta de que no se trató del vandalismo contra el Foro de Madrid sino contra toda la democracia y el derecho básico de reunirse a discutir los temas que les interesen?
—¿Acaso ese periodista no se ha enterado de que en una democracia no se puede diferenciar si el vandalismo es contra la derecha o contra la izquierda sino de que no puede haber vandalismo contra nadie?
Yo no sé si ese periodista sabe algo de comunicación. No sé, siquiera, si tenga conciencia de que la comunicación existe. Tampoco sé si alguna vez se haya topado con el universo complejo de los muchos significados que puede llegar a alcanzar una palabra.
Lo que sí sé es que no distinguió la diferencia que existe entre el significado social de la palabra “jóvenes” y los vándalos que vimos asaltando con salvajismo a un foro de la democracia.
—¿Cómo así que no vio que lo que había allí no eran “100 jóvenes protestando” sino cien miembros de las Primeras Líneas, organizados, armados para la violencia y cumpliendo con la consigna de agredir a sus adversarios políticos?
—¿Acaso no cuenta con la intuición elemental que le permita advertir lo grave que resulta eso que están haciendo las Primeras Líneas?
—¿Acaso nunca lo ha tocado, así haya sido por casualidad, la historia de los Camisas Negras del fascismo, ¿cómo comenzaron, en qué se convirtieron y cuánto dolor terminaron sembrando en su propio pueblo?
Yo no sé cuántos años de periodismo lleva este señor. No sé, siquiera, si es periodista. Tampoco sé quiénes son sus jefes o sus editores. No los conozco.
Lo que sí sé es que un periodista, cuando es de verdad, debe mantenerse enterado de lo que ocurre.
—¿Cómo así que no se enteró del vandalismo que sufrió Fico Gutiérrez la semana pasada mientras repartía volantes en Cali?
—¿Acaso no oyó noticias sobre el vandalismo de que fue víctima Sergio Fajardo, el día anterior, en la universidad pública de Pereira?
—¿Acaso no vio el video viralizado de un energúmeno de las Primeras Líneas que mandaron a insultar a Ingrid Betancourt mientras ella hacía ejercicio en un sendero de nuestros cerros?
—¿Acaso no ha podido observar que ya es evidente que hay gente de las primeras líneas, en distintas partes del país, organizados para sabotear, amedrentar, escupir, destruir las campañas que ellos detestan y consideran enemigas?
Yo no sé si se trata de algún plan establecido jerárquica y centralizadamente desde algún partido. Tampoco sé si este vandalismo provenga de algún candidato presidencial o desde los líderes de alguna lista al Senado. Nadie es pendejo.
Lo que sí sé es que los jefes de la W deben pararle bolas a ese periodista.
—Acaso para educarlo.
— Ojalá para educarlo.
https://www.las2orillas.co/, Bogotá, 20 de febrero de 2022.