El peor legado de Petro será el recrudecimiento de la violencia.
La Paz Total fracasó. Las prebendas del gobierno: excarcelar a criminales como “gestores de paz”, ceses al fuego y su muy ineficiente política antidrogas aumentaron la violencia. Hoy el país cuenta con más de 16 mil hombres en guerrillas; regresamos a cifras de antes del Acuerdo de la Habana.
El ELN que Petro prometió acabar en tres meses después de su posesión pasó de tener presencia en 189 municipios a 231, las disidencias de las Farc pasaron de 230 a 299, el Clan del Golfo de 188 a 210; según la Defensoría.
En el primer semestre del 2024 comparado con 2022, la extorsión creció un 49%, los secuestros un 45% y los hurtos un 7%. Durante el gobierno se han asesinado 340 líderes sociales y el país ha tenido 166 masacres.
La política antidrogas que solo se concentró en interdicción no funcionó. El gobierno presume las cerca de 750 toneladas incautadas en 2023, sin embargo, no menciona que la tendencia creciente de incautaciones viene desde Duque. El país hoy tiene más de 246 mil hectáreas de coca alcanzando máximos históricos y solo se estarían incautando 0,38 toneladas por cada tonelada de clorhidrato producida, estando por debajo del promedio de los últimos 14 años. La erradicación manual ha caído en más de un 70%.
La modificación de las exitosas políticas de vivienda destruyó el sector. “Mi Casa Ya” fue condicionado y la modificación fue tan desastrosa que las ventas de vivienda de interés social cayeron un 51%, los lanzamientos un 59% y las iniciaciones un 26%. En junio se perdieron 129 mil empleos en el sector.
La incertidumbre frente a todas las ocurrencias que tiene el presidente y los vaivenes de la política pública han afectado la economía. La inversión en el país está por debajo de los niveles de 2019; cayó más de 25% en el 2023, en lo corrido de este año la caída es más del 13%. El mal clima tuvo que ver con la reforma tributaria que extrajo 17,5 billones poniéndonos con la tasa de tributación más alta de la OCDE y se complica con el anuncio de una nueva tributaria.
En el primer semestre la producción y venta industrial cayó más de 4% y lleva más de un año negativa. Las ventas minoristas también han caído un 3%. Para junio el desempleo alcanzó un 10,3% y se perdieron 130 mil empleos.
El país perdió su soberanía energética. La decisión del gobierno de no firmar nuevos contratos de exploración y explotación minera nos llevó a la importación de gas. El país solo tiene reservas para 6,1 años, y tendremos un déficit el próximo año del 12% y en 2026 del 30%. El gas importado vale 3,6 veces más que el nacional. Además, la producción de petróleo está 35% por debajo el 2019 y la perforación de pozos ha caído un 45%.
Los ingresos por turismo no han crecido igualando al carbón o el petróleo como lo afirma Petro. Al contrario, en lo corrido del año los ingresos por carbón cayeron más de 6 mil millones de dólares y el petróleo cayó más de 4 mil millones. El turismo hasta ahora regresó a niveles del 2019. El sector hotelero y de comidas sigue por debajo de niveles del 2019. En 2023 cayó un -5,3%, el tráfico aéreo nacional un -8,9%.
El presidente destruyó el sistema de salud. El sistema se encuentra desfinanciado en más de 10 billones de pesos con una siniestralidad superior al 90% de la UPC, y hoy las EPS intervenidas no han mejorado sus estados financieros. El sistema pensional pasó en la práctica a ser público con una movilización del 80% de los cotizantes del sector privado a Colpensiones, endeudando a los jóvenes en más del 180% del PIB, y con una proyección de disminución de ahorros pensionales que están invertidos, que equivalen a más de 400 billones de pesos.
El gobierno no ha cuidado las finanzas públicas. Las proyecciones de ingresos tributarios para 2024 disminuyeron en 57 billones de pesos. El presupuesto de 2025 está desfinanciado en 26,6 billones. La deuda del país ha aumentado en 121 billones de pesos. Sin embargo, el gobierno sí ha aumentado la burocracia. En 2023, Petro creó más de 12 mil cargos nuevos de planta, y para 2024 aumentó en más de 9,5 billones de pesos los gastos en personal.
No, no han sido dos buenos años y nos esperan otros dos muy duros.