Y ha sido también el abrebocas de todos los eventos que aglomeran público, como el fútbol, los conciertos, las fiestas privadas, en fin.
Es un sentimiento nacional.
Las cifras de impopularidad de Petro son hoy completamente consistentes con su lánguido apoyo popular.
La convocatoria que hizo Petro hace menos de un mes fue un completo fracaso.
Y eso que había indios transportados y pagados, sindicatos de izquierda y Fecode.
Y todos ellos, no sumaron cuatro gatos.
Petro se jodió.
Le quedan los 22 meses que le falten de mandato y la chequeara para malgastar y entregarle el presupuesto nacional a los bandidos.
¡Pero nada más!
Petro le respondió a las manifestaciones con una retahíla pendeja.
“¡Manifestaciones que no quieren cambiar el país!”
Y se auto decretó el jefe de esas “fuerzas volcánicas “, que quieren cambios porque “¡no se vive bien!”
Lo que no sabe Petro es que ese “volcán “, se apagó.
Y que esas fuerzas, ya no están.
El país que Petro le recibió al presidente Duque era muchísimo mejor en todos los aspectos, que el de hoy.
Petro quiere cambiar todo.
Lo malo, pero también lo bueno.
Quiere volver todo público.
Un modelo que fracasó en todo.
Salud, infraestructura, puertos, prisiones, y mil cosas más que hoy ejecutan los privados con la vigilancia pública y con muchísimo éxito.
Entregarle la salud de los colombianos, que está en un modelo privado - público que funciona muy bien, a los políticos, es un desastre a la vista.
Petro quiere desaparecer a los concesionarios viales que le han dado a Colombia en 10 años la red de autopistas que funciona muy bien.
Para entregárselas a INVIAS, plagada de burócratas de la política.
¿Como se le ocurre esa brutalidad?
El Seguro Social se lo robaron todo.
Y nos ha tocado a los colombianos pagar durante 30 años, las pensiones que no pudo atender porque lo saquearon.
Y ahora quiere Petro, sacar de circulación a los fondos privados que manejan 18 millones de ahorradores para pensión, para entregarle esa millonada a Colpensiones, un nido de politiquería y corrupción.
Su paz total es la guerra total.
Un fracaso descomunal sin arreglo.
Y así es todo lo que Petro toca.
En un año de este circo que mal orienta Petro, las utilidades de Ecopetrol cayeron un 40% frente al año anterior bajo la tutela de Iván Duque.
Pero lo más grave.
Petro no tiene hoy partido ni partidos que lo acompañen en ninguna cruzada política.
Pero tampoco tiene un candidato serio para presentarle al país y que siga sus ideas.
No hay un solo gremio que lo apoye.
Ni medio de comunicación.
No tiene amigos; nunca los tuvo.
Está solitario y encerrado en el palacio de Nariño peleando por X, con todos sus contradictores y regalándole el dinero de nosotros a los bandidos, para comprar su amistad.
Con Petro todo cae.
Petróleo, gas, vivienda, construcción, infraestructura, turismo, inversión extranjera y nacional, importaciones, exportaciones y todo lo demás.
Por todo ese desgobierno y estar rodeado siempre de incompetentes, Petro no ejecuta nada.
No le sale nada.
La inseguridad se tomó ciudades, pueblos y campos.
El diagnóstico no puede ser más malo.
Por eso, es clarísimo que el jefe de la oposición es el mismo Petro.
No le falta sino gritar en sus escuálidas marchas: ¡Fuera Petro!!!
Sobremesa:
Ayer en el municipio de Cajibío Cauca, un grupo fuertemente armado de CIVILES, atacó un bloque de las disidencias de las FARC.
Dio de baja a su comandante y a 3 efectivos más.
¿Que contiene eso?
Un nuevo paramilitarismo de finqueros y comerciantes que no soportan más tanto abuso de los grupos narcoterroristas patrocinados por Petro.
Y crecerá como espuma.
¡Y habrá mucha más sangre!
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