Mientras se registran días con apenas tres fallecimientos por covid-19 en Colombia, con lo que ya podemos hablar del final de la pandemia, seguimos sufriendo un alto número de muertes injustificadas por exceso de velocidad, irrespeto a las señales de tránsito y conducción bajo los efectos del alcohol. Una epidemia que se hace más visible cuando el fallecido es una figura pública como Freddy Rincón.
Pero ni el pesar que ocasiona su deceso nos puede distraer de la realidad nacional. Ahora resulta que Petro les viene ofreciendo a los corruptos la exótica figura del «perdón social», que al parecer incluiría la rebaja del 20% de la pena, a cambio de apoyar con votos la candidatura del Pacto Histórico a la presidencia.
Mejor dicho, sin ningún pudor, Petro ha conformado una federación de bandidos para tomarse el poder. Ahí tiene a Roy Barreras, Armando Benedetti, Piedad Córdoba, los hermanos Moreno Rojas, Alfonso Prada, los Comunes de las Farc, Marquitos Figueroa, la misma Francia Márquez y muchos más.
Al santista Prada lo acusaba Gustavo Bolívar de robarse el Sena, y doña Francia cobró en pandemia 25 giros de Ingreso Solidario a pesar de vivir en estrato 5, tener un restaurante en Cali, cotizar pensión en un fondo privado y haberse ganado un premio internacional de más de 500 millones de pesos.
Se necesitaría la lámpara de Diógenes para encontrar a alguien decente en el petrismo. Y, aunque lo nieguen, lo del perdón a los corruptos o Pacto de La Picota, es una propuesta tremendamente inmoral para conseguir votos a como dé lugar y hacerse con la victoria en primera vuelta.
Es obvio que una campaña que hace eso no puede tener el respaldo de los colombianos que esperan vivir en un país mejor, pero es que muchos no han comprendido, ni quieren hacerlo, el carácter delincuencial del candidato Petro y el trasfondo dictatorial de su propuesta política.
Al petrismo no le importan las formas, el cómo ganar, sino hacerse al poder de cualquier manera. Para eso tienen el apoyo de los países de izquierda de la región y la injerencia perniciosa de países como Rusia, China e Irán. Por eso, también, todo lo que está pasando con la Registraduría Nacional y el evidente sesgo con el que están escrutando la votación.
Son demasiados intereses en juego a favor de Gustavo Petro para poner a Colombia de rodillas y sumirnos en la más profunda pobreza y el mayor atraso, que son los verdaderos propósitos del comunismo. Eso solo lo puede evitar una votación masiva por Fico Gutiérrez, el único candidato que le puede hacer contrapeso a este plan maquiavélico que pretende acabar con nuestras libertades. ¿Estaremos listos los colombianos? Ojo, no hay más oportunidades, la izquierda está lista para acabar con la democracia colombiana.
@SaulHernandezB